La necesidad urgente de prestar atención psicológica en las Unidades de Cuidados Intensivos

17 Abr 2020

Las Unidades de Cuidados Intensivos son uno de los escenarios que se está viendo más castigado por el estrés y la sobrecarga emocional derivados de la actual pandemia sanitaria.  De esta manera, para las personas con COVID-19, el ingreso en estas unidades implica una pérdida de la sensación de control, un aumento de la ansiedad y del miedo sobre la evolución de la enfermedad y la adaptación a unas condiciones ambientales difíciles, unidas a una situación de aislamiento y de restricción absoluta de acompañamiento. Asimismo, los familiares de los pacientes ingresados se ven afectados por la incertidumbre sobre el estado de su ser querido y por la impotencia de no poder acompañarle. Finalmente, los propios profesionales que trabajan en estas Unidades se ven sometidos a una fuerte sobrecarga de trabajo y a un aumento del estrés derivado de la exigencia de prestar la atención adecuada a pacientes en situación crítica y con un elevado riesgo de contagio. Estas condiciones sitúan a las Unidades de Cuidados Intensivos como uno de los espacios en los que la atención del estrés y de las necesidades psicológicas supone una línea de acción esencial para mejorar el bienestar de pacientes, familiares y profesionales.  

Teniendo en cuenta esta situación, se ha presentado el Proyecto de Intervención Psicológica en las UCI durante la crisis del COVID-19, por parte de Proyecto HU-CI. Proyecto HU-CI (el Proyecto Internacional de Humanización de las Unidades de Cuidados Intensivos) cuenta actualmente con presencia en más de 25 países, de forma que más de 100.000 seguidores en todo el mundo están transformando las UCI en espacios más amables y humanos, y ha generado un cambio de paradigma hacia el cuidado centrado en la Dignidad de las personas (pacientes, familias y profesionales). El Proyecto de Intervención Psicológica en las UCI durante la crisis del COVID-19 presentado en España está enmarcado en esta línea internacional de trabajo y tiene como objetivo fundamental prestar apoyo psicológico en las Unidades de Cuidados Intensivos a pacientes, familiares y profesionales, en relación con las necesidades emocionales generadas por la crisis del COVID-19. Dicho proyecto contempla dos líneas de intervención psicológica en crisis y emergencias complementarias. Por un lado, incluye la intervención presencial de psicólogos en las unidades de Cuidados Intensivos para prestar atención psicológica precoz e individualizada a los profesionales de UCI que están en la primera línea de intervención y a los familiares de pacientes con COVID-19, y por otro lado, la intervención a través de telepsicología dirigida a los grupos anteriormente mencionados junto a otros profesionales de UCI que están en situación de baja laboral o en situación de aislamiento y a los propios pacientes ingresados en estas unidades. Este programa está insertado dentro de una de las líneas estratégicas claves de Proyecto HU-CI, el cuidado del cuidador, recogido en su Manual de Buenas Prácticas en Humanización de las Unidades de Cuidados Intensivos..

Miembros del equipo

Según Gabriel Heras, médico intensivista del Hospital Universitario de Torrejón y Director de Proyecto HU-CI, “en situaciones críticas como la que se está viviendo en nuestras UCI ante el COVID-19 sabemos que son numerosos los riesgos emocionales a los que se exponen no solo los pacientes y sus familiares, sino también los profesionales que les atienden. Desde una perspectiva integral de la salud, la atención y soporte emocional a estos grupos de población en estos momentos se hace imprescindible dar soporte desde ya, y los profesionales de la psicología disponen de las competencias adecuadas para realizar este soporte. El programa es complementario con el trabajo realizado por las Oficinas de Salud Mental de las diferentes consejerías, y pretende ayudar a un colectivo muy golpeado por el coronavirus. Contamos con el respaldo de las Sociedades Científicas. Nuestra intención es llevar el programa a todas las UCI del país de forma urgente, obtener este soporte como ayuda a todos y prevenir posibles enfermedades mentales más adelante. Para ello estamos buscando fondos de grandes inversores que quieran ayudarnos”.

Por su parte, Macarena Gálvez, doctora en Psicología y directora del Programa, valora que “las UCI en este momento han abierto sus puertas a la colaboración y ayuda de neumólogos, cardiólogos, anestesistas, profesionales de otros servicios e incluso jubilados, porque la realidad crítica a pie de cama es que ningún recurso ya existente en nuestro Sistema Sanitario está preparado para abordar la situación de forma autosuficiente y sin un abordaje interdisciplinar. La participación de la Psicología en este momento es clave para que además ese abordaje sea integral. El reto que tenemos presente implica responder a necesidades específicas de la UCI. El funcionamiento actual de estas Unidades requiere de una actuación proactiva, donde sea la intervención psicológica la que se acerque al lugar y no se espere que sean las personas de la UCI las que busquen el recurso de soporte”. Asimismo, Macarena Gálvez añade que “este proyecto es posible siendo capaces de aunar sinergias en bien de un objetivo que transciende a cada una de las partes que lo componemos: el cuidado de las personas como fin último de los profesionales de la Salud. Desde esa perspectiva, las Consejerías de Salud, las Oficinas de Salud Mental, los Colegios Oficiales de Psicólogos, los Servicios de Salud Mental de cada Hospital, Proyecto HUCI y todas y cada una de las personas que los componen, junto a los psicólogos con experiencia en intervención en crisis y emergencia que colaboran, tienen el reto de sumar y poner en valor el cuidado emocional de las personas en esta situación de crisis asistencial”

Foto: de izqda. a dcha.: Gabriel Heras y Macarena Gálvez

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