Organizaciones europeas manifiestan preocupación por la influencia de la industria farmacéutica en la profesión médica
4 Oct 2019
Gran parte de la educación médica está financiada actualmente por las industrias farmacéutica y de dispositivos médicos. Esta práctica conlleva un riesgo significativo para la salud pública y personal, especialmente, si no está adecuadamente protegida por un alto nivel de acreditación». Así lo advierten diversas organizaciones europeas, entre ellas, Mental Health Europe, en una declaración conjunta, a través de la cual expresan su preocupación ante la influencia de la industria farmacéutica sobre el contenido de la educación médica, subrayando la necesidad de regular el sesgo que ello conlleva. El documento surge en respuesta al nuevo Código de Prácticas de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA-European Federation of Pharmaceutical Industries and Associations) entidad que representa a la industria farmacéutica que opera en Europa-, cuya actualización, señalan, permite a la industria farmacéutica interferir con el contenido de la educación médica y ocultar actividades promocionales e informativas con el pretexto de la educación. | |||
De este modo, el nuevo conjunto de reglas presenta algunas definiciones novedosas con respecto al anterior, e incluye una nueva sección sobre educación médica que describe el alcance de la participación de las compañías miembro en «actividades de educación médica». Tal y como manifiestan los firmantes de la declaración conjunta, esta nueva sección es controvertida, dado que explicita que los miembros de la EFPIA pueden participar en la educación médica, bien financiando la llamada «educación médica independiente» (aunque falta una definición de lo que se entiende por independiente), bien organizando y aportando información sobre el contenido de las «actividades de educación médica». A este respecto, lamentan que no se incluyan descripciones relativas a las diferencias entre ambos tipos de educación, lo que, a su juicio, hace que el uso de dichos términos esté abierto a interpretación y confusión, tanto para médicos como para proveedores. Asimismo, aunque el Código indica que «el contenido (proporcionado por la industria) debe ser justo, equilibrado y objetivo, y diseñado para permitir la expresión de diversas teorías y opiniones reconocidas», no establece quién determinará tal objetividad, ni existe referencia alguna a la acreditación formal. Según afirma la declaración conjunta, la industria no debe influir en el contenido, la presentación, la elección de los docentes o la publicación de resultados, pues únicamente los eventos que respetan este principio clave, entre otros, pueden reconocerse para fines de educación médica continua/desarrollo profesional continuo; sin embargo, la realidad actual muestra que una parte sustancial de la educación médica está financiada actualmente por las industrias farmacéutica y de dispositivos médicos, una práctica que, a juicio de las organizaciones firmantes, conlleva un riesgo significativo para la salud pública y personal, especialmente, si no está adecuadamente protegida por un alto nivel de acreditación. En este sentido, explican que las industrias farmacéuticas y de dispositivos pueden influir en los eventos educativos, favoreciendo la presentación de nuevos productos terapéuticos fabricados por ellos o minimizando la eficacia de otro tipo intervenciones alternativas a la medicación (terapias no farmacológicas). Esto se puede lograr, por ejemplo, reduciendo la gama de temas cubiertos en los programas educativos, y presentando la evidencia y el contenido de una manera sesgada que beneficie los intereses comerciales de los organismos financieros. Como consecuencia de lo anterior, la declaración conjunta señala que las interferencias de la industria en la educación médica pueden influir indebidamente en los juicios profesionales. Un efecto, según indica, es que los médicos que asisten a eventos educativos patrocinados por la compañía tienden a tener actitudes más positivas y una mayor inclinación a recetar medicamentos de la marca de los financiadores, incluso si otros pueden ser más eficaces, más seguros y menos costosos. Paralelamente, se observa que los profesionales de la salud que reciben beneficios como el acceso a la educación médica de las compañías farmacéuticas, suelen tomar decisiones en línea con el interés de estas compañías, con mayor frecuencia. Todo ello, alertan, puede poner en peligro la seguridad de los usuarios y pacientes. Esta misma advertencia ya fue realizada por la organización Mental Health Europe, mediante un informe publicado a principios de 2019, a través del cual abordaba la naturaleza y el impacto de la interacción entre la industria farmacéutica con la Comunidad médica, y establecía una serie de recomendaciones en pro de la transparencia en este tipo de relaciones. De acuerdo con el informe de MHE, dicha influencia puede perjudicar la calidad de la atención médica, derivando en conductas prescriptivas inadecuadas, sobremedicación y/o uso no indicado de medicamentos, resultados sesgados en las investigaciones y en las Pautas de Práctica Clínica, conflictos de intereses, decisiones de reembolso sesgadas, etc. De forma específica, señalaba que el sector de la salud mental está particularmente afectado por la falta de transparencia (al limitar el apoyo disponible para los usuarios de estos servicios), y ponía de relieve la contribución de esta problemática, a un exceso de confianza en el modelo puramente biomédico, lo que se traduce, hoy en día, en una medicación excesiva y una dependencia preocupante de las drogas como la principal forma de tratamiento en salud mental, junto con la toma de decisiones no éticas y parciales en este ámbito de la salud. En este sentido, aportaba datos que apuntan a la visita de representantes farmacéuticos como uno de los factores de mayor impacto en las conductas de prescripción de los médicos. Concretamente en salud mental, las cifras revelaban que la tasa de recetas aumenta después de que los psiquiatras hubieran visto a un representante o recibido muestras gratuitas. Atendiendo a la problemática expuesta, las organizaciones firmantes recogen una serie de puntos críticos que transcribimos a continuación:
Se puede acceder al documento desde la página Web de Mental Health Europe, o bien directamente a través del siguiente enlace: |