La soledad emocional: un problema cada vez más prevalente, según un estudio

La soledad es un problema relevante para toda la población, especialmente para las personas mayores, si bien es una cuestión de la que se habla poco, que se disfraza y se diluye en la vida cotidiana.

Esta es una de las conclusiones del último informe publicado por Obra Social “La Caixa”, fruto del estudio llevado a cabo en el marco del programa Siempre Acompañados, desarrollado con el fin de abordar las situaciones de soledad en ese colectivo.

Los resultados del informe se basan en los datos de una encuesta realizada a principios del pasado año 2018, para conocer la red social de las personas mayores y profundizar en el fenómeno de la soledad, analizar ideas y estereotipos de las relaciones sociales y la soledad, estudiar la red social de amigos y familiar de las personas encuestadas, entender las características fundamentales de la misma (tamaño, confianza y cercanía emocional), profundizar en el fenómeno de la soledad social y la emocional, e investigar la relación de la soledad con varios aspectos sociodemográficos.

A continuación, presentamos las principales conclusiones extraídas del estudio:

• La aceptación del deterioro físico y mental como algo propio de la vejez y la infantilización de las personas mayores son dos estereotipos que todavía perviven. Estos estereotipos provocan que el colectivo de las personas mayores sea más vulnerable ante situaciones de aislamiento y fragilidad, lo que puede dar lugar -entre otras consecuencias- a un trato inadecuado hacia estas personas.

• Hay un alto riesgo de aislamiento social en todas las edades, un riesgo que es especialmente evidente en las personas mayores (65-79 años) y muy grande (80 años o más) por la disminución de la red social de amigos, mientras que la red familiar continúa aportando apoyo a los individuos.

• Existe más riesgo de aislamiento en los hombres que en las mujeres: en el primer caso, el riesgo de aislamiento aumenta desde la edad adulta y en el segundo, crece más a partir de la entrada en los escenarios de la vejez.

• El riesgo de aislamiento incide más en las personas con un nivel educativo más bajo: los aspectos subjetivos de la red social (la cercanía emocional y la confianza) son los más comprometidos.

• Con independencia del género y la edad, las personas encuestadas opinan que la soledad es un problema relevante, pero especialmente importante en el caso de las personas mayores. En cambio, cuando se les pregunta sobre si conocen a personas en situación de soledad, los resultados señalan un desconocimiento generalizado.

• De acuerdo con los datos, se observa un aumento de la soledad a medida que aumenta la edad. La soledad prevalece de forma importante en diferentes edades y es más elevada en los hombres que en las mujeres. Asimismo, se detecta una prevalencia mayor de la soledad emocional que de la soledad social. Esta última es similar entre las mujeres y los hombres. Empero, la soledad emocional es un 5% mayor en los hombres que en las mujeres.

Los autores concluyen recordando que las trayectorias vitales tienen importancia en el fomento de la red social y en la disminución de la soledad, por lo que ponen de relieve la importancia de la sensibilización ante el valor de las relaciones sociales, «que son sinónimo de salud y calidad de vida». Igualmente, instan a estar alerta ante un nivel elevado de soledad y una red social que, a causa de factores demográficos, sufrirá en los años próximos.

Para acceder directamente al informe completo pincha el siguiente enlace:

Soledad y riesgo de aislamiento social en las personas mayores