La complejidad de las intervenciones psicológicas con refugiados

17 Abr 2015

Un refugiado es una persona que “debido al temor de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera de su país y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país» (ACNUR, 2014b). Este desplazamiento forzado de la patria de uno a un país de acogida, es un problema mundial. El Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde su creación, se ha encargado de brindar protección, asistencia y ayuda humanitaria a los refugiados en todo el mundo.

Según las cifras que maneja ACNUR, desde 2013 hubo más de 10 millones de refugiados en todo el mundo, de los cuales más de la mitad procedían de Afganistán, Irak y Somalia.

Los informes sobre las experiencias de los refugiados de todo el mundo son tajantes sobre el impacto psicosocial que resulta de las condiciones de vida que tienen, llegando a desafiar la supervivencia. Dada la importancia de las consecuencias de esta situación y su extensión, Juneau Gary y Neal S. Rubin, representantes de la APA en la ONU, han querido reflejar en este artículo la realidad de la vida de los refugiados mediante un relato en primera persona, así como las respuestas de los psicólogos para las necesidades de esta población.

De esta forma, Suzanne Kawmieh, narra en este artículo su experiencia en el campo de refugiados de Zaatari en Jordania. En un espeluznante relato cuenta cómo es la vida en este campo de refugiados y las penurias de sus gentes. Falta de comida, de higiene, violaciones por las que las chicas son repudiadas por sus familias e incluso venta de personas, son algunas de las cosas que cuenta Suzanne.

De esta historia, se pueden sacar muchas cuestiones psicosociales de gran interés para los psicólogos: efectos de la detección involuntaria dentro de los campos de refugiados, de la falta de oportunidades de participar en las actividades del país de acogida (por ejemplo, empleo o educación), la ansiedad, el suicidio, la depresión, las consecuencias de las violaciones…

Según los estudios sobre este tema, el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), es el más frecuente, y casi omnipresente, en los campos de refugiados de guerra. Es la consecuencia de presenciar o experimentar situaciones tan traumáticas como: la exposición repetida a la guerra, violencia, violaciones, atentados, torturas, muertes, desapariciones, así como una reubicación involuntaria en un sitio sin alimentos y condiciones insalubres.

Las intervenciones psicológicas como la desensibilización centrada en el trauma de la TCC y la terapia EMDR, han demostrado ser eficaces en personas de occidente que han experimentado traumas. Sin embargo, la eficacia de las intervenciones para los refugiados todavía se está empezando a investigar. En general, intervenciones multicomponente centradas en el trauma, adaptadas cultural y lingüísticamente, están resultando eficaces con refugiados con TEPT especialmente complicado.

En este artículo tampoco se olvidan de las evaluaciones e intervenciones necesarias para facilitar el reasentamiento de los refugiados. Cuando algunos de ellos logran salir del campo de refugiados para instalarse de forma permanente en un país, pueden surgir otros factores de estrés que dificultan su adaptación. Se recomienda que los profesionales evalúen los recursos personales y familiares de cada uno de los refugiados para una correcta integración social, cultural y económica; examinen la motivación para la adaptación que incluye la adquisición de la nueva lengua y estilo de vida; valoren la resolución de problemas y habilidades de afrontamiento; e identifiquen las capacidades para encontrar empleo.

Además de esta exhaustiva evaluación, para facilitar el reasentamiento de un refugiado se deben poner en marcha tratamientos psicológicos adaptados cultural y lingüísticamente, centrados en los síntomas del TEPT, ayudar a entender las costumbres, leyes y recursos del país de acogida, facilitar el acceso al sistema jurídico, educativo y de salud, así como facilitar la localización de una vivienda adecuada.

Se puede consultar el artículo completo en el siguiente enlace:

A first person account of the refugee experience: Identifying psychosocial stressors and formulating psychological responses

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