Editorial junio-septiembre 2014

En los últimos años, y como consecuencia de la extensa normativa que se ha venido aprobando por los distintos ejecutivos de cara a ordenar y regular las profesiones en nuestro país, muchos de los esfuerzos del Consejo General de la Psicología han debido orientarse, necesariamente, a proteger los intereses de los miles de psicólogos que venían desarrollando, con enorme eficiencia y entrega, su actividad profesional en el ámbito de la salud. Ha sido así como preservar las funciones y legalidad que nos son propias, tanto en el ámbito sanitario como, más específicamente, en el clínico, se ha constituido durante largo tiempo en prioridad de la organización colegial.

La lucha ha sido dilatada, y no siempre ha estado claro que fuéramos a tener éxito en este camino, sin embargo, todos los esfuerzos han merecido la pena puesto que, resultado de la intensa labor y numerosas gestiones del COP, de un lado, en 2013 se aprobó, gracias a las acciones conjuntas desarrolladas con la Conferencia de Decanos, el Máster en Psicología General Sanitaria –con el que se reconocía el carácter sanitario de la profesión- y, de otro, en 2014, se han aprobado por fin legalmente los derechos adquiridos por los psicólogos que, en la actualidad, desarrollan su labor en el ámbito sanitario y se encuentran acogidos a la regulación transitoria dispuesta en la Ley de Economía Social, lo que les permitirá continuar realizando actividades sanitarias sin necesidad del cursar el Máster, pasado el periodo transitorio marcado por Ley (6 de octubre de 2014), y habiéndose consolidado todo ello al conseguir que la profesión figure en el el Real Decreto 640/2014, de 25 de julio, por el que se regula el Registro Estatal de Profesionales Sanitarios.

En lo relativo a esta área, la atención del Consejo está centrada actualmente en que se mejoren las condiciones en las que los licenciados con ejercicio profesional acceden al Máster en Psicología General Sanitaria, para lo que se ha contactado con el Ministerio de Educación solicitando que se arbitren medidas especiales que permitan a los licenciados que acrediten el suficiente ejercicio profesional, el reconocimiento de la totalidad de los créditos prácticos del Máster, facilitando que puedan cursarlo.

Así las cosas, podemos sentirnos satisfechos con los avances obtenidos y entender que se está cerrando una etapa, lo que abre una ventana a reforzar áreas tan importantes como la educativa, donde, además de haberse constituido ya la División, se están tratando de sentar las bases para una futura introducción de la figura del psicólogo educativo en los entornos escolares y de trabajar, como viene haciéndose en los últimos dos meses, por el reconocimiento de la profesión a escala europea.

En este sentido, el Consejo viene colaborando con los Ministerios implicados en las tareas relacionadas con el ejercicio de transparencia para un conjunto de profesiones, entre las que se encuentra la de Psicólogo, que se derivan de la transposición de la Directiva Europea 2013/55 de modificación de la Directiva 2005/36 de reconocimiento de cualificaciones profesionales. Para ello, la Comisión Europea ha encargado a los Gobiernos de los diferentes países miembros proceder a la evaluación de la necesidad y justificación de que las diferentes profesiones se encuentren reguladas, para lo que está contado con esta organización colegial.

Me gustaría, en último lugar, agradecer la paciencia y confianza que los colegiados continúan depositando en el trabajo que esta Junta está realizando.