El papel de la edad de inicio en el consumo problemático de alcohol: ¿Artefacto o efecto de cohorte?
25 Abr 2022
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El consumo de alcohol ha sido tradicionalmente un motivo de preocupación en materia de salud pública, especialmente cuando sucede en el sector de la población más joven. La Organización Mundial de la Salud señala que el 26,5% de los jóvenes con una edad comprendida entre los 15 y 19 años consumen alcohol actualmente, lo que puede acarrear importantes consecuencias negativas para su salud física y psicológica (World Health Organization [WHO], 2018). En concreto, las tasas de prevalencia del consumo de alcohol son más elevadas en Europa (43,8%), seguida por la Región de las Américas (38,2%), siendo Ecuador uno de los países en los que se está experimentando un aumento del consumo excesivo de dicha sustancia (21,3%) por parte de la población general con edades iguales o superiores a 15 años (WHO, 2018).
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Existen diferentes factores de riesgo relacionados con el uso y abuso de sustancias (incluyendo el alcohol), tales como la influencia de los iguales, problemas de salud mental (por ej., ansiedad, depresión), baja autoestima o consumo de sustancias por parte de los padres, entre otros. En particular, la edad de inicio representa un predictor crucial del consumo problemático de alcohol en la adolescencia, dado que una edad más temprana de inicio del consumo se ha relacionado tradicionalmente con una mayor severidad de los problemas derivados de la ingesta de esta sustancia, así como con una mayor probabilidad de que aparezcan trastornos por consumo de alcohol (por ej., véase Hingson et al., 2006; Ohannessian et al., 2015). Sin embargo, varios autores han señalado que esta variable se trata de un artefacto poco fiable dado que representa una medida autoinformada influida por el fenómeno denominado en inglés forward telescoping o, lo que es lo mismo, la tendencia de las personas encuestadas a retrasar la edad de inicio a medida que aumenta su edad (Golub et al., 2000; Shillington et al., 2012). Con la finalidad de superar esta controversia, la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador), en colaboración con diferentes universidades españolas (Universidad Pública de Navarra, Universidad de Sevilla y Universidad de Santiago de Compostela), ha desarrollado un estudio cuyo objetivo ha sido analizar si la edad de inicio es una medida aproximativa de la edad o una variable predictora del consumo de alcohol por sí misma. Como objetivo secundario se ha explorado si la edad de inicio y el control parental median la relación entre la edad y el consumo de alcohol, así como si el sexo modera este efecto. Para ello, se ha contado con la recogida de información en una muestra amplia de estudiantes ecuatorianos con edades comprendidas entre los 14 y 18 años (en total, 759 estudiantes de las ciudades de Loja y Zamora; 56,8% hombres; edad media de 15,67 años; edad media de inicio de consumo de alcohol de 13,5 años). Los principales resultados de este estudio muestran una tendencia a incrementar el consumo de alcohol a medida que aumenta la edad, siendo este consumo progresivamente superior en los hombres en comparación con las mujeres a medida que se produce dicho incremento. Por otro lado, también se produjo una propensión a la precocidad en el inicio del consumo de alcohol, hallándose una edad de inicio ligeramente, pero significativamente, retrasada para las chicas en comparación con los chicos. Además, los datos revelaron que la edad de inicio parece predecir mayores tasas de consumo de alcohol independientemente del sexo, por lo que fue posible confirmar el papel de la edad de inicio como predictor significativo del consumo de alcohol en los adolescentes ecuatorianos, en lugar de considerarse un artefacto. Los resultados referentes al control parental revelaron una disminución significativa de dicha variable para sucesivas cohortes de estudiantes de sexo femenino, hecho que no sucedió en el caso de los estudiantes de sexo masculino. En otras palabras, la aparente falta de diferencias entre cohortes de chicos indica que los jóvenes de 14 años experimentan el mismo nivel de control parental que aquellos de 17 años, mientras que en el caso de las chicas, aquellas de 14 años ya experimentan un menor control parental que las chicas de 17 años. Este resultado es muy relevante dado que un control parental reducido puede facilitar la precocidad en el inicio del consumo de alcohol. Finalmente, los resultados de nuestra investigación también demostraron que la edad de inicio y el control parental son variables mediadoras del efecto de la edad en el consumo posterior de alcohol, existiendo además un efecto de moderación del sexo. Las conclusiones de esta investigación son relevantes dado que este es el primer análisis que examina si la edad de inicio media la relación entre la edad y el consumo de alcohol en una muestra de adolescentes ecuatorianos. Los resultados encontrados respaldan que la edad de inicio no es un artefacto, sino que se puede considerar un predictor significativo del consumo de alcohol en la población adolescente ecuatoriana. Además, se concluye que el primer contacto con el alcohol ocurre antes en las nuevas generaciones a medida que disminuye el control parental (especialmente para las mujeres), por lo que los programas preventivos deberían incluir estas variables como parte de las intervenciones destinadas a reducir los problemas relacionados con el consumo de alcohol. Por tanto, retrasar la edad de inicio del consumo, así como promocionar el control parental, son estrategias claves que ejercen una labor fundamental en la prevención del consumo de alcohol durante la adolescencia. El artículo completo puede encontrarse en: Aguilar, M. P. O., Palomera, P. R., Núñez, C. L., Maroño, C. T., Gallegos, S. V., Cabrera, N. J. P., & Deus, J. E. R. (2022). The Role of Age of Onset in Problematic Alcohol Consumption: Artefact or Cohort Effect?. Clinical and Health, 33(1), 11-17. | ||||
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