“La idea es que el informe sirva de impulso y referencia para hacer algo que parece fundamental para cuidar de la salud mental en nuestro país”-Entrevista Carmelo Vázquez, Catedrático de la Facultad de Psicología de la UCM

6 Jul 2021

Implementar la Psicología Clínica en Atención Primaria, reforzar la integración del cuidado de la salud mental en la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud incorporando “procedimientos escalonados de intervención psicológica que vayan desde las intervenciones de baja intensidad hasta intervenciones que requieran de servicios especializados en salud mental”, mejorar la satisfacción laboral de la ciudadanía impulsando un trabajo más saludable y modificando la legislación de prevención de riesgos laborales para actualizar el catálogo de enfermedades profesionales e incorporar el tratamiento y prevención del estrés, la ansiedad y otras alteraciones de la salud mental de los trabajadores o introducir en los planes educativos competencias de tipo socioemocional, son algunas de las propuestas establecidas en el informe “España 2050: Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo”, un documento de prospectiva estratégica impulsado por la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia del Gobierno de España con el objetivo de mejorar la comprensión de los desafíos y las oportunidades sociales, económicas y medioambientales que, según se prevé, afrontará España en las próximas décadas, y generar, a partir de un diálogo multiactor, una Estrategia Nacional de Largo Plazo, que permita establecer prioridades, coordinar esfuerzos y garantizar el bienestar de la población en el futuro. 

Foto: Carmelo Vázquez

Este importante documento ha sido elaborado por más de 100 investigadores/as y académicos de reconocido prestigio pertenecientes a diversas disciplinas, entre ellos, Carmelo Vázquez, Catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid-, y ha contado con el apoyo de organismos como la AIReF, el Banco de España o el Joint Research Centre de la Comisión Europea.

Precisamente, para conocer más sobre todos los aspectos relacionados con la Psicología incluidos en la Estrategia, Infocop Online ha querido entrevistar a Carmelo Vázquez, quien nos hablará en detalle sobre su contribución en este ámbito.

Carmelo Vázquez es Catedrático de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid. Autor de más de 200 publicaciones internacionales. Becario Fulbright postdoctoral en Northwestern University y Profesor visitante en la Universidad de California en San Diego, San Diego State University, y Harvard University. Presidente de la International Positive Psychology Association (IPPA) (2013-15). Miembro del Panel SH4-Cog “The human mind and its complexity” del European Research Council (ERC) y, desde Junio de 2018, Presidente del Área de Psicología de la Agencia Estatal de Investigación (AEI).

ENTREVISTA

Sabemos que ha participado en la elaboración de la “Estrategia España 2050”, ¿podría explicarnos brevemente cómo surgió la idea de elaborar este documento? ¿Cuáles son los objetivos del mismo y qué lo diferencia de otros informes similares publicados hasta la fecha?

La idea de este proyecto procede de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia, un nuevo órgano ligado a Presidencia del Gobierno y que surge siguiendo el modelo de oficinas similares en otros países (Canadá, Austria, Alemania, Finlandia, Reino Unido, y Francia entre otros). Este tipo de oficinas dedicadas al pensamiento estratégico y prospectivo es también normal en grandes instituciones como la OCDE, la Comisión Europea o Naciones Unidas, pero en España era inexistente hasta ahora.

Crear el documento tenía como meta poder pensar el futuro que queremos para nuestro país en asuntos clave. Los gobernantes se mueven por plazos muy cortos, ligados a periodos electorales, y menos por proyectos de más alcance, que sobrepasen sus mandatos. ¿Qué educación, qué servicios sociales, qué sistema sanitario, qué tipo de sistema productiva deseamos tener? La respuesta a estas preguntas no puede estar a merced de impulsos electorales cortoplacistas. Así que los objetivos del informe son ofrecer un diagnóstico objetivo y realista de la situación actual en determinadas áreas estratégicas en nuestro país, basada estrictamente en los mejores datos disponibles. Y, a partir de ahí, reflexionar qué metas podríamos proponernos colectivamente, también cuantificadas y basadas en estrategias concretas de acción.

Esa tarea surge promovida inicialmente por la Oficina Nacional y para ello contactaron con 100 académicos de instituciones nacionales e internacionales, con el fin de elaborar un informe no partidista. Fue un trabajo muy intenso, gratuito, elaborado con intensas reuniones online, que comenzó a gestarse en Enero de 2020. Justo cuando finalmente arrancó surgió la pandemia, por lo que cualquier prospección sobre el futuro quedaba en suspenso o seriamente comprometida. Pero esto no nos detuvo, sino que hizo que en todos los capítulos del informe el papel de la pandemia se tenga en cuenta respecto a los escenarios posibles y predicciones de futuro. Todo esto culminó con la presentación pública del Informe España 2050 hace un mes y disponible gratuitamente en Internet. Es un informe de casi 700 páginas con más de 1500 referencias bibliográficas y con una recopilación escrupulosamente seleccionada de indicadores objetivos.

Se trata de un estudio de prospectiva haciendo algo que me parece muy importante colectivamente. Por cierto, si sabemos que la falta de perspectiva de futuro, es un síntoma clave de desesperanza y depresión, por analogía podríamos pensar que no tener la capacidad de reflexionar e imaginar el futuro, como país, es un síntoma de atonía emocional y de incapacidad de controlar nuestra vida como nación.

Concretamente, usted ha colaborado en el desarrollo de este importante informe de prospectiva estratégica junto con investigadores y académicos de otras disciplinas, por ej., la economía, ¿cuál ha sido su contribución desde el ámbito de la Psicología? ¿Cuáles son las áreas de mayor interés que se abordan en este sentido?

Creo que ha habido pocos psicólogos y es probable, aunque no estoy del todo seguro, que sea el único. Esto me ha hecho sentirme algo responsable de poder transmitir en mi grupo de trabajo la necesidad de incluir lo psicológico en este primer informe de prospectiva. Y creo que eso está plenamente conseguido y, lo que también quiero resaltar, ha sido posible porque durante los meses de gestación del informe consulté con muchos colegas expertos en las áreas que particularmente me interesaban. El informe se diseñó desde el principio como 9 capítulos independientes, cada uno escrito por un comité diferente de expertos, y libres de cualquier injerencia de la oficina sobre sus contenidos. A mí se me incluyó en un grupo en el que, junto con una serie de acreditados académicos de la Sociología y Economía (Ada Ferrer i Carbonell, Juana Lamote, Atilano Pena y Mariano Rojas) con la coordinación de la Oficina de Prospectiva (me gustaría citar aquí a Sara Baliña), debíamos tratar algo que nos parecía asombroso que se planease desde una instancia gubernamental: la felicidad del país. Hablar del bienestar individual y colectivo parece más bien un empeño de países nórdicos o protestantes y personalmente me pareció tan valiente, por parte de quienes diseñan el informe, como importante para la Psicología, que se nos diese la oportunidad de pensar sobre la felicidad o el bienestar que queremos realistamente alcanzar para nosotros y nuestros descendientes y que quedase reflejado en un informe de alcance nacional.

Nuestro capítulo necesariamente dialoga con los restantes, que tratan de asuntos tan centrales como el sistema educativo, el cambio demográfico, la productividad económica, el cambio climático, o la reducción de pobreza y desigualdad. Como psicólogo creo que, si esas mejoras materiales no conducen a una mejora de la salud mental y a una mejor vida de la población, esos esfuerzos de prosperidad del país son relativamente baldíos y, en buena medida, carecen de sentido.

A la hora de establecer las recomendaciones a largo plazo que hacen referencia a la Psicología, ¿se han contemplado los posibles obstáculos o necesidades para su puesta en marcha? ¿Considera posible que en España se puedan implementar estas propuestas? ¿Qué mejoras serían necesarias?

El capítulo sobre bienestar se titula “Ampliar las bases de nuestro bienestar futuro”. Ahí damos mucha información sobre series de datos de bienestar de la ciudadanía en las últimas décadas y vemos que muchas de las fluctuaciones habidas están ligadas a asuntos tan importantes como la precariedad económica, o la desprotección de los vulnerables en momentos de crisis. Mejorar el bienestar material de los más vulnerables económicamente (por ejemplo, la infancia y las mujeres) es una vía indirecta de mejorar el bienestar mental. De modo que es una tarea colectiva en la que intervienen muchos agentes sociales y exige pactos de cuidado de los demás y de dignificación de nuestras vidas.

De modo más concreto, en lo que atañe a la Psicología, en el informe se hacen dos propuestas marco. En primer lugar, desde un punto de vista preventivo, la implementación de programas e iniciativas en el cuidado de la salud emocional en la infancia y juventud. En segundo lugar, el Informe España 2050 propone la ampliación de la asistencia psicológica en el ámbito de la atención primaria. Naturalmente estas propuestas encajan con iniciativas que ya se están efectuando en algunas Comunidades Autónomas pero la idea es que el informe sirva de impulso y referencia para hacer algo que parece fundamental para cuidar de la salud mental en nuestro país. Todo esto exigirá cambios estructurales, legislaciones ad hoc, y financiación. Pero, desde mi punto de vista, y eso es nuestra humilde aportación al informe, son dos elementos imprescindibles en el diseño de la potenciación del bienestar en España.

Una vez publicada la “Estrategia España 2050”, ¿podría adelantarnos cuáles son las líneas futuras de acción que se contemplan en los próximos meses?

Creo que hay un plan de difusión nacional e internacional del informe y se desarrollarán diferentes actividades de difusión en medios tradicionales de comunicación como en medios sociales. Igualmente se va a fomentar que el Informe no sea letra muerta sino uno documento vivo, modificable, cambiable y objeto de debate. Y sería ideal que tenga continuidad en informes posteriores más específicos, en el haya un diálogos con otros estamentos sociales, organizaciones científicas y académicas, e iniciativas ciudadanas. El documento es solo un germen para una diálogo nacional transversal, aunque comprendo, vistas algunas reacciones viscerales negativas que se produjeron por parte de algunos políticos al ver la publicación del informe, que será una carrera llena de obstáculos. Tenemos el derecho y la obligación de reflexionar sobre el país que queremos construir sin que se instrumentalice políticamente. Pero quizás peco de optimista.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún comentario más?

Simplemente que creo que es una buena oportunidad para entender que la Psicología tiene un papel muy importante, dada su madurez profesional y académica, para contribuir al desarrollo de ideas realizables y basadas en la mejor evidencia científica posible, para que tengamos una mejor vida no solo como individuos sino como país. Queda un largo camino para estas ideas fructifiquen, pero espero que los colegas que promueven valiosas iniciativas en esta dirección encuentren en el Informe 2050 un respaldo y referencia a su trabajo. Y me gustaría que este documento sea solo el comienzo de un diálogo institucional, apartidista, y fuera del ardor del combate político estrecho de miras, para poder pensar nuestro futuro colectivo. 

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