El papel de la Psicología en las enfermedades cardíacas, según la APA
7 Jul 2016
Las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo. Así lo afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa. En nuestro país, concretamente, las cifras del INE sitúan a las Enfermedades Cardiovasculares entre las primeras causas de muerte en España. La OMS indica que este tipo de enfermedades podrían prevenirse actuando sobre factores de riesgo comportamentales, tales como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol, etc. Sin embargo, según señala la APA (American Psychological Association-Asociación Americana de Psicología), si bien estos hábitos poco saludables elevan el riesgo de presión arterial alta, de aparición de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y/u otros problemas cardiovasculares, no podemos minimizar el papel que juegan los pensamientos, actitudes y emociones en las Enfermedades del corazón. | |||
Asimismo, recuerda que un estilo de vida saludable es beneficioso en tanto que ayuda a aquellas personas que han sido diagnosticadas con una enfermedad cardíaca y puede prevenir el riesgo de desarrollarla. A este respecto, la Asociación reconoce la dificultad que entraña introducir cambios en nuestra vida diaria así como la disciplina personal que se requiere para instaurar los nuevos hábitos saludables. Por otro lado, las situaciones vitales estresantes pueden contribuir a un incremento de la tensión arterial y circulatoria. Algunos estudios indican que el modo de afrontar el estrés puede mediar la respuesta del sistema cardiovascular, constituyendo un importante factor de riesgo mayor que el tabaco, la presión arterial alta o un elevado colesterol-, de padecer una enfermedad cardíaca o sufrir un infarto. La APA recoge también datos relativos al papel que juega la depresión en el incremento del riesgo de enfermedades del corazón, indicando que las personas con diagnóstico de depresión clínica tienen más del doble de probabilidades de desarrollar una enfermedad coronaria o de sufrir un ataque cardíaco. Empero, también se da la otra cara de la moneda: la depresión puede sobrevenir tras sufrir un accidente cardíaco y complicar gravemente la recuperación posterior a un infarto (de acuerdo con el NIMH [National Institute of Mental Health-Instituto Nacional de Salud Mental], hasta un 65% de los pacientes coronarios con historial de ataques cardíacos experimentan diversas formas de depresión). Si bien la enfermedad cardíaca es una condición grave que requiere vigilancia constante, la Asociación enumera una serie de acciones que pueden llevarse a cabo con el fin de reducir el riesgo de problemas cardiovasculares y vivir una vida plena y activa, y que recogemos a continuación:
Fuente: APA |