En este contexto, afirman, los sentimientos y las necesidades del personal laboral en el mundo actual están cambiando rápidamente, por lo que es imperativo que las empresas conozcan y comprendan los factores que impulsan este cambio y su impacto potencial, de cara a poder atraer y retener talento para crear organizaciones más fuertes y resistentes. Por ello surge este informe, cuyos resultados se basan en los datos obtenidos en una encuesta realizada a más de 32.000 trabajadores pertenecientes a 17 países de todo el mundo -entre ellos, España-, durante el año posterior a la pandemia. Las principales conclusiones del documento señalan lo siguiente: De acuerdo con diversos estudios, la salud mental de adultos/as y jóvenes ha empeorado desde marzo de 2020. Además de la ansiedad provocada por la incertidumbre y los miedos relacionados con la salud y de los problemas derivados de los confinamientos, la infección de la Covid-19 en sí misma puede aumentar el riesgo de que se desarrollen problemas de salud mental, todo ello, en un contexto de pandemia en que los servicios de salud mental se interrumpieron en muchos países. Esta situación ha puesto a las personas bajo una intensa presión, impactando en la calidad del trabajo que realizan. A este respecto, es fundamental que las organizaciones permanezcan atentas a esta crisis de salud.
Los datos de este informe señalan que el 67% de los trabajadores y las trabajadoras encuestados/as experimentan estrés en el trabajo al menos una vez a la semana (un 62% ya lo sufría antes de la pandemia), y uno/a de cada siete admite sentirse estresado/a todos los días. Para quienes hacen frente al estrés, la causa mencionada con más frecuencia (en el 41% de los casos) es el aumento de responsabilidades como resultado de la pandemia, que también contribuye en gran medida a la insatisfacción laboral. Otras fuentes clave de estrés son la duración de la jornada laboral (para el 28% de los/as empleados/as), los problemas con las tecnologías (para el 26%), las preocupaciones sobre la seguridad laboral (para el 25%), las preguntas relacionadas con la vacuna de la Covid-19 (para el 9%) y el tener que compartir el espacio de trabajo con otros/as personas (para el 8%). Para los autores del documento, este es un tema complejo a tener en cuenta por los empleadores si quieren minimizar los desencadenantes del estrés y tratar de aliviar la carga de su personal laboral. El informe alerta de que un 53% considera que su trabajo se está viendo afectado negativamente por la mala salud mental, una situación, claramente insostenible. No obstante, los datos indican que muchas empresas son conscientes de los riesgos y se esfuerzan por encontrar nuevas formas de apoyar la salud mental de su personal laboral: un 70% de los/as trabajadores/as se sienten respaldados por sus jefes con respecto a la salud mental en el trabajo y un 75% se sienten apoyados/as por sus compañeros/as. Solo un 13% señala que su empresa no está haciendo nada para promover una salud mental positiva en el trabajo. A este respecto, las empresas de Asia parecen ser las más comprometidas y proactivas con el bienestar psicológico de sus empleados: solo un 9% de ellos afirma que en sus organizaciones no toman ninguna medida en este sentido. Sin embargo, entre los trabajadores europeos este porcentaje se eleva, con un 29% manifestando que sus empresas no están haciendo nada para promover una salud mental positiva. Las principales acciones llevadas a cabo por las empresas para fomentar una salud mental positiva en el trabajo son: comunicarse más con sus empleados/as (33%), permitir días libres de bienestar (31%) y brindar descansos para el control del estrés -como acceso a una sala de relajación, actividades de bienestar, clases de meditación o descansos adicionales- (30%), ofrecer acceso a orientación especializada (25%), implementar actividades de formación de equipos o vinculación (24%) y respetar el derecho a desconectarse de los mensajes después del horario laboral (22%). Sin embargo, los autores del informe se muestran tajantes: a menos que se identifiquen y aborden las causas del estrés, el impacto de todos estos objetivos bien intencionados, podría verse socavado.
La pandemia ha puesto el bienestar personal y la vida fuera del trabajo en una perspectiva aún más clara, intensificando el deseo de mejorar las condiciones laborales, incluyendo una mayor flexibilidad, posibilidad de trabajar online o una mejor cultura organizacional. Los/as trabajadores/as están cada vez más interesados en la ética y los valores de una empresa.
A este respecto, un 71% ha pensado durante este año en realizar un cambio importante en su carrera laboral. Por su parte, un 76% afirma que consideraría el buscar un nuevo trabajo si descubriera que su empresa tiene una brecha salarial de género injusta o no tiene una política de diversidad e inclusión.
Los trabajadores y las trabajadoras son optimistas con sus puestos laborales y sus expectativas futuras. Así, un 90% dicen sentirse algo satisfechos y satisfechos en su empleo actual; más de seis de cada 10 trabajadores/as ha anticipado un incremento salarial el próximo año y tres de cada cuatro están dispuestos/as a pedir un aumento si sienten que lo merecen.
Cumplir con las demandas salariales puede no ser suficiente para retener el talento: cada vez hay más empleados/as que se plantean buscar empresas que podrían resistir al impacto de una recesión económica.
Si bien el salario es visto como un factor importante en un trabajo, los/as empleados/as siguen regalando el equivalente a más de un día laboral (8,5 horas) en horas extras no remuneradas cada semana (menos que en 2021, pero aún más horas que antes de la pandemia).
Aunque el salario es una prioridad, alrededor de la mitad aceptaría un recorte salarial si eso supusiera una mejora en su conciliación familiar y laboral o garantizase la flexibilidad horaria, incluso si mantuvieran su horario laboral. De hecho, a un 71% de los/as trabajadores/as encuestados/as les gustaría tener más flexibilidad en su horario laboral (por ejemplo, condensando las horas en una semana de cuatro días).
Se puede acceder al informe desde la página Web del Instituto ADP o bien directamente aquí: People at Work 2022: A Global Workforce View |