Depresión Posparto Paterna: los hombres también pueden desarrollar este trastorno afectivo
22 Mar 2021
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Entre el 9-56% de las mujeres pueden desarrollar depresión posparto, lo que se considera un auténtico problema de salud pública. La depresión posparto en mujeres se relaciona con alto riesgo de suicidio y filicidio. Por otro lado, la depresión posparto paterna (DPP-P) puede afectar al 25% de los hombres tras el nacimiento de su bebé. La DPP-P está asociada a factores psicosociales como la angustia y el estrés. Esta enfermedad puede afectar hasta al 50% de los hombres cuyas parejas tuvieron depresión posparto. Entre las características de la DPP-P están un desconocimiento del trastorno, represión de emociones de tristeza, sentirse abrumado, resentimiento y odio hacia el bebé y sentimientos de abandono y olvido. |
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Se han definido como factores de riesgo de Depresión Posparto Paterna una disminución o falta de apoyo de la pareja y de la satisfacción con la relación, así como predictores de riesgo biológicos y ecológicos. Como factores de riesgo biológicos destacan los bajos niveles de cortisol, lo cual es especialmente llamativo, pues altos niveles de cortisol durante el embarazo son predictores de depresión posparto materno. Entre los factores de riesgo ecológicos, la depresión posparto materna aparece como el factor de riesgo principal de DPP-P. Para evaluar la Depresión Posparto Paterna la escala Male Depression Scale (GMDS) es la única que ha sido desarrollada para la evaluación específica de la depresión posparto paterna. Al igual que en DPP materna, pueden usarse los criterios de depresión del DSM-5, así como el uso de medidas como el Patient Healthcare Questionnaire-2 (PHQ-2), Patient Healthcare Questionnaire-9 (PHQ-9), el Center for Epidemiological Studies Depression Scale (CES-D), Beck Depression Inventory (BDI) y el ampliamente usado Edinburgh Postnatal Depression Scale (EPDS). En cuanto a los criterios diagnósticos de depresión del DSM-5, destacar la presencia de un estado de ánimo triste, gran disminución de interés por actividades de la vida diaria, alteración del patrón de sueño y sentimientos de inutilidad, siempre y cuando la sintomatología descrita no se deba al consumo de alguna sustancia o a alguna enfermedad médica. Las consecuencias negativas de la Depresión Posparto Paterna son una mala comunicación y dificultades con la pareja, agresividad, violencia de género y un aumento del consumo de alcohol y/o drogas de abuso. Por otro lado, aquellos padres que desarrollan DPP-P tienen un riesgo elevado de suicidio, trastornos de ansiedad y episodios maníacos. La DPP-P puede incidir en la interacción padre-bebé y a la cantidad y calidad de tiempo que los padres invierten en la crianza de sus hijos e hijas. Se ha demostrado que una alta implicación de los padres mejora el bienestar materno e incide de manera positiva en el desarrollo cognitivo y emocional infantil. La DPP-P se ha relacionado con consecuencias negativas sobre el desarrollo de la descendencia, aumentando el riesgo de trastornos psicopatológicos, ansiedad, depresión, trastornos de la alimentación, trastornos por déficit de atención y retraso en el lenguaje. Los efectos negativos en bebés se extienden a problemas en el crecimiento del cerebro, alteración de la maduración orbito-frontal de la corteza cerebral y del sistema inmunológico del neonato, así como impacto negativo sobre el establecimiento de un apego seguro. Además, los efectos en la descendencia pueden ser a largo plazo, aumentando el riesgo de suicidio infantil. En cuanto a la intervención para la prevención de la Depresión Posparto Paterna, aparentemente, la mejor fórmula para prevenir la DPP-P es el apoyo social, incluido el apoyo de la pareja. También el reparto de tareas domésticas con los padres en el cuidado y crianza del bebé Como conclusión, la DPP-P es una entidad muy poco conocida desde la investigación como desde el ámbito clínico. Sentimientos de tristeza y de resentimiento hacia el bebé suelen ser los más destacados de la DPP-P. Los padres cuya pareja haya sido diagnosticada de depresión posparto tienen un mayor riesgo de desarrollar DPP-P. En cuanto a la evaluación de esta entidad se recomienda la aplicación de los criterios del DSM-5 para la depresión, así como el uso de instrumentos psicológicos como la escala Male Depression Scale (GMDS) y el Patient Healthcare Questionnaire-2 (PHQ-2). Además, programas preventivos en padres, como el Proyecto Mamás y Bebés podrían ayudar en la prevención de la DPP-P. Un incremento del apoyo social recibido y la implicación paterna en el cuidado del recién nacido pueden ser herramientas de utilidad para reducir las cifras de DPP-P. Finalmente, para promover una mejoría de la sintomatología y de las consecuencias negativas de la Depresión Posparto Paterna, deberían llevarse a cabo medidas de intervención psicológicas centradas en el padre, la pareja, la familia. El artículo completo puede encontrarse en Clínica y Salud: Caparrós-González, R. A., & Rodríguez-Muñoz, M. D. L. F. (2020). Depresión posparto paterna: visibilidad e influencia en la salud infantil. Clínica y Salud, 31(3), 161-163. | ||||
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