El consumo recreativo de drogas con fines sexuales (Chemsex) constituye un problema de salud pública, con repercusiones negativas en la salud física y psicológica de las personas que lo practican, tales como aumento de transmisión de infecciones (VIH, VHC, sífilis y gonorrea), daños relacionados con prácticas de riesgo como el consumo por vía venosa (SLAM) y sobredosis. Así lo recoge el Informe Chemsex 2021/2022, publicado por el Instituto de Adicciones de Madrid. En el estudio se analiza el perfil sociodemográfico y clínico de las personas atendidas en los servicios de salud de esta región que practicaban chemsex, así como sus prácticas y otras cuestiones relacionadas con las características de la atención recibida. | | Autor: cottonbro studio Fuente: Pexels Fecha descarga: 20/01/2023 |
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Algunos de los resultados del informe muestran que:. - Del total de personas atendidas el 99,1% eran hombres.
- La media de edad de estos pacientes fue 39 años, siendo el rango de edad de 36 a 45 años el más común, presente en el 40% de la muestra.
- El 60% eran españoles y el 33% procedentes del continente americano, principalmente, Latinoamérica. .
- Con relación al nivel educativo, el 54% tenían estudios superiores, un 40% estudios secundarios y solo un 6% no tenían finalizados ningún tipo de estudios.
- El perfil clínico de estos pacientes se caracteriza por la alta prevalencia de problemas comórbidos, tales como enfermedades infectocontagiosas (59,8% tienen un diagnóstico de VIH positivo, el 20% un diagnóstico de VHC y el 75,5% habían sufrido algún tipo de infección de transmisión sexual).
- La experiencia de violencia relacionada con delitos de odio estuvo presente en el 31% de la muestra, seguida de la violencia intrafamiliar (14%), la violencia de pareja (12%) y la violencia sexual (11%). Un 27,6% de los casos habían sufrido algún tipo de violencia durante la infancia o adolescencia.
- Los problemas de salud mental están presenten en la mitad de los pacientes, siendo los trastornos del estado de ánimo los más prevalentes (40%), seguidos de los trastornos de ansiedad con un 34%.
- La historia de violencia y la presencia de enfermedades infecciosas fue más prevalente en las personas que presentaban problemas de salud mental.
- De las personas en tratamiento, casi el 10% habían realizado al menos un intento autolítico y un porcentaje similar declaró haber ejercido la prostitución en algún momento de su vida.
- El consumo de mefedrona está presente en el 77% de las personas en tratamiento, el GHB en el 41,7% y las anfetaminas en el 29,5%.
- La mayor parte de los pacientes atendidos (64%) presentaban policonsumo.
- La edad media de inicio en el consumo fue de 32,2 años, y la mayor parte a través del consumo con amigos (78,8%).
- El 82% utilizó apps en relación con la práctica de chemsex.
- La media de tiempo desde que comienzan el consumo hasta que solicitan tratamiento es de 5,7 años, siendo esta inferior en comparación con otras adicciones con sustancia.
Los datos muestran que el fenómeno del Chemsex es una práctica que requiere unas estrategias específicas para su prevención y tratamiento y que presenta una serie de problemas asociados que la sitúan como un serio problema de salud pública Se puede acceder al informe en ela Web del Plan Nacional sobre Drogas y en el siguiente enlace: Chemsex 21-22 2021 |