Los psicólogos españoles del campo sanitario y clínico de la Comunidad de Madrid hacen uso de las nuevas herramientas que la tecnología ofrece para potenciar su trabajo en la práctica terapéutica. Esto lo consiguen prioritariamente con una Web informativa (51%) y con la cuenta de Linkedin (43%), donde publicitan sus servicios tanto de terapia psicológica online, como sobre los cursos que imparten. En menor medida tienen una página de Facebook orientada a la psicología (31%), se inscriben en otras Webs de tipo directorio o Páginas Amarillas (26%), o tienen un Blog donde publican artículos sobre psicología (26%). Sin embargo, por el momento, los psicólogos españoles apenas utilizan vídeos promocionales en  YouTube ni implementan las Apps móviles (3%) para dar y recibir información con sus pacientes/clientes.

Internet permite al psicólogo interactuar con potenciales clientes/pacientes para  contestar sus dudas y preguntas (50%), para concertar citas o cambiarlas (por el 49%), para recibir registro de datos de clientes o cuestionarios (24%). En el 2015, el 21% de los psicólogos españoles no utilizaban Internet en ningún caso.

A mediados de 2015 sólo el 26% de los psicólogos españoles realizaban terapia psicológica online, aunque el 60% se pronunciaba a favor de su uso en un futuro, frente al 13% que descartaba trabajar con este medio. La videoconferencia a través de una aplicación específica es el medio más utilizado (91%) por los psicólogos en sus terapias online, seguido a gran distancia por la comunicación telefónica (37%) y la comunicación escrita en diferido, como el correo electrónico o similares, (30%). El primer año, referenciado por los psicólogos españoles, en el inicio de la teleterapia es el 2000, aunque con una muy baja proporción (1%); será en el año 2010 cuando se aprecié un aumento significativo (12%) y el 2013 cuando podemos considerar el despegue de la terapia psicológica online (26%) en nuestro país.

Las sesiones de terapia psicológica online que realiza un psicólogo representa un 10% del total de las sesiones que realizan con sus clientes/pacientes para un 17% de psicólogos, un 2% para un 15% de psicólogos y un 5% para el 13%. El número más elevado de sesiones de teleterapia que cada psicólogo realiza al mes es de 4 (para el 21% de los psicólogos), seguido de 2 sesiones (para el 11%) y 8 para el 11% de psicólogos. En cuanto la sistematicidad a la hora de combinar la terapia presencial con la teleterapia, el 41% de los psicólogos sólo combina con algunos clientes las sesiones presenciales y las sesiones de teleterapia, el 26% siempre hace al menos una sesión presencial con los clientes/pacientes con los que trabaja en videoconferencia, y el 13% nunca combina sesiones presenciales y teleterapia con los mismos clientes/pacientes. Es probable que la teleterapia sea más aceptada por los psicólogos cuando se integra dentro de las modalidades existentes en el tratamiento, más que reemplazando la terapia tradicional, (Mora, Nevid y Chaplin, 2008). Estos datos representan un uso incipiente de la terapia psicológica online frente a países como Canadá en donde más de la mitad de los psicólogos utilizan la videoconferencia en su trabajo (Simms, Gibson y O’Donnell, 2011).

En España, al igual que en los países pioneros en teleterapia, como USA, Canadá o Australia, los psicólogos encuestados se han iniciado en la terapia online por demanda de sus clientes/pacientes (35%) cuando por cambio de residencia se resisten a perder el trabajo con su psicólogo. También los psicólogos españoles comienzan a ofrecer la terapia online como complemento a las terapias que realizan, en caso de que su paciente viaje o se traslade (34%) de forma esporádica, o con el objetivo de llegar a mayor número de clientes/pacientes (14%). Las tarifas aplicadas en la terapia online son las mismas que en la terapia presencial para un 67% de psicólogos. Un 24% reconoce que la teleterapia es hasta un 20% más barata que la presencial, mientras que un 7% dice que es al rededor del 20% inferior a la presencial. Todo esto nos hace ver que el factor crematístico no está impulsando el uso de la terapia psicológica online, sino más bien la demanda de los pacientes/clientes.

El hecho de que el psicólogo se encuentre con la necesidad de utilizar la videoconferencia en su trabajo clínico y no cuente con un soporte instrumental, metodológico y deontológico, propicia que sea consciente de sus lagunas en éstas áreas. Sus mayores preocupaciones son la pérdida de captación de información proporcionada por la interacción y el contacto personal con el cliente que le falta cuando la terapia se realiza de forma online (28%); las dudas de que, en la terapia online, se pueda conseguir un buen rapport (28%) (Glueck, 2013); y aquellas referidas a aspectos técnicos: el riesgo en la confidencialidad (un 10%), y los posibles cortes en la comunicación (un 9%). Los psicólogos manifiestan también, en menor medida, inquietud por la evidencia científica de la terapia a distancia (7%), la cobertura legal en nuestro país o con clientes/pacientes ubicados en el extranjero (5%), la falta de manejo tecnológico (4%) y conocimiento de la metodología a distancia del psicólogo (3%), y la falta de manejo tecnológico del paciente (4%), así como los problemas legales por trabajar con clientes en el extranjero (2%).

Cuando diferenciamos entre psicólogos que realizan la terapia online y los que quieren en algún momento hacerlo, observamos como estas preocupaciones se polarizan, siendo para los psicólogos que cuentan con práctica clínica online las cuestiones técnicas las que más les preocupan, mientras que para los psicólogos sin experiencia en la terapia online, son las dudas sobre la metodología psicológica en la practica online lo que les genera más malestar.

El artículo completo puede encontrarse en la Revista Clínica y Salud:

González-Peña, P., Torres, R., Del Barrio, V., y Olmedo, M. (2017). Uso de las nuevas tecnologías por parte de los psicólogos españoles y sus necesidades. Clínica y Salud , 28, 81-91.