Hubo acuerdo unánime entre todos los ponentes e invitados a la Jornada ‘40 Años de Psicología Forense en la Administración de Justicia: una regulación profesional necesaria’ sobre el objeto de la misma.

El ejercicio de la Psicología forense requiere una regulación que lleve a su especialización.

Este campo de la Psicología cumple 41 años desde que comenzara a andar, allá por 1983. Sin embargo, y a pesar de algunos avances, los psicólogos y psicólogas forenses también se ven afectados por el intrusismo y la precariedad en el ejercicio diario de su profesión.

Así se expuso en esta jornada que arrancaba con un mensaje de agradecimiento del presidente del Consejo General de la Psicología de España (COP), Francisco Santolaya, al medio millar de profesionales del área que están en activo.

Francisco Santolaya, presidente del COP, en un momento de la jornada

La Psicología Forense, expresó el máximo responsable del COP, “sigue adelante gracias a vuestro esfuerzo. Y es gracias, también a vosotros, el reconocimiento grande de que disfruta”.

Santolaya criticó la falta de apoyo por parte de las administraciones para regular esta área. Una regulación, por otro lado, necesaria, porque, aseguró, “la especialidad ayuda, primero a proteger al ciudadano, segundo, aumenta la calidad de la intervención, y al estar regulada es un reconocimiento a la labor que hacen los psicólogos forenses”.

Ramón Vilalta, coordinador de la División de Psicología Jurídica del COP, volvería a insistir en este punto inmediatamente después de dar por iniciada la jornada.

Ramón Vilalta, coordinador de la División de Psicología Jurídica del COP, durante su intervención.

Lo hizo durante la primera mesa redonda, ‘Situación de la Psicología Forense en la Administración de Justicia en España’, en la que enumeró las leyes que postulan la formación y la regulación de la Psicología Forense, cuyo origen está en la aprobación de la Ley 30/1981 de 7 de julio por la que se modifica la regulación del matrimonio en el Código Civil y se determina el procedimiento a seguir en las causas de nulidad, separación y divorcio, más conocida como Ley del Divorcio.

Esta norma marcaría el inicio del recorrido que, hasta el día de hoy, han venido realizando los profesionales de este campo. Así lo recordó María José Catalán Frías, vocal de la División de Psicología Jurídica del COP, en esta misma mesa, moderada por Ismael Pérez, vocal también de la División.

En la actualidad, señaló Catalán, hay 508 psicólogos y psicólogas forenses en España, siendo la distribución de profesionales en el país muy dispar dependiendo de las Comunidades Autónomas. Canarias y Baleares son, con diferencias, las peor dotadas en número de profesionales.

Mesa redonda ‘Situación de la Psicología Forense en la Administración de Justicia en España’

¿Cuál es el recorrido que debe hacer un psicólogo o psicóloga si quiere especializarse en este campo?

La vía más adecuada para la especialización, según afirmó Raquel Domínguez Segura, vocal de la División, sería la realización de un Máster en Psicología Forense con habilitación sanitaria. Así lo cree un alto número de colegiados y colegiados, más de un 37%, que respondieron a una encuesta que, sobre esta materia, ha elaborado el área.

Todos los operadores jurídicos, ponentes de la segunda mesa, ‘Utilidad de la Psicología Forense para los actores jurídicos’, moderada por Nazareth Martínez, vocal de la División, coincidieron en este último punto. La importancia de una especialización para garantizar unos informes periciales adecuados y de calidad.

Mesa redonda ‘Utilidad de la Psicología Forense para los actores jurídicos’

“La utilidad de los informes psicológicos es trascendental y esencial. El resultado de estos informes nos va a servir para aportar datos en los que se va a sustentar muchas veces la toma de decisiones…del juez o del magistrado”, expuso Alicia González Timoteo, magistrada Jefe de Sección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).  

Jesús José Tirado Estrada, fiscal de Sala Jefe de lo Contencioso Administrativo, valoró, no solo el trabajo que realizan los psicólogos y las psicólogas forenses, sino también como de fundamentales son “sus dictámenes”, tanto en el área de familia como en lo contencioso administrativo, donde ejerce, “para casos de acoso sexual, laboral, burnout…”.

La vicedecana del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid, Isabel WinKels Arce, explicó que el informe psicológico “es la pieza estrella de los juzgados”, aunque también insistió en que “la especialización es necesaria, así como la formación continua, porque actuamos con materias que afectan a la vida de las personas”.

Marta Ramírez, una de las primeras psicólogas forenses ejercientes en España, puso, acompañada por José Antonio Luengo, decano del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, el punto y aparte a esta jornada recordando algunos de los problemas que aún afectan a la profesión, como la alta precariedad, y reprochando “la falta de un reconocimiento institucional al colectivo de psicólogos forenses”.

Con el mensaje “larga vida al colectivo y que no haya que esperar otros 40 años para ciertos avances”, finalizó su intervención.

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