Los Trastornos Adaptativos (TA) se definen como una reacción de desajuste (inadaptación) ante uno o más acontecimientos estresantes. Estos trastornos constituyen un importante problema de salud por las implicaciones personales, sociales y económicas que conllevan. Tienen una alta prevalencia y provocan un elevado coste económico (asociado a bajas laborales y disminución del rendimiento en el trabajo). Sin embargo, actualmente no existen tratamientos protocolizados basados en la evidencia para estos trastornos.

Nuestro grupo ha desarrollado un programa de tratamiento (cognitivo-comportamental) que incluye estrategias de Psicología Positiva y que utiliza técnicas de realidad virtual (RV), cuyo objetivo es ayudar a la persona no sólo a superar el acontecimiento estresante y las consecuencias que ha tenido en su vida, sino también a aprender de lo sucedido, de forma que salga fortalecida de esta situación (Botella, Baños y Guillén, 2008).

Tradicionalmente, la Psicología y la Psiquiatría han centrado su atención en las debilidades del ser humano y han tendido a considerar a la persona que sufre una experiencia negativa como una víctima que potencialmente puede desarrollar un trastorno. Sin embargo, en los últimos años, el foco de atención está cambiando y se considera a la persona como un ente activo y fuerte, que cuenta con capacidad natural de resistir y rehacerse, a pesar de vivir adversidades.

Algunos estudios, incluso, indican que un porcentaje de personas, tras acontecimientos «traumáticos», «crecen» y «aprenden» de esta experiencia. En esta línea, se considera que la terapia constituye un contexto adecuado para explorar también los cambios positivos después de acontecimientos adversos y se plantea la necesidad de desarrollar intervenciones específicas, cuyo objetivo sea promover el bienestar y las emociones positivas y fortalecer las cualidades positivas de las personas.

La idea es que la intervención psicológica no sea sólo un contexto donde se traten los problemas y debilidades, sino que también sea un espacio en el que se construyan fortalezas. Como señalan Seligman y Csikszentmihalyi (2000), «el tratamiento no es sólo arreglar lo que se ha roto, sino cultivar lo mejor de la persona» y «los clínicos han de reconocer que mucho del mejor trabajo que hacen ya en sus consultas es amplificar las fortalezas, más que reparar las debilidades de sus clientes». Creemos que los TA pueden ser un ejemplo paradigmático de lo que se puede lograr trabajando las características positivas o «virtudes» que muestran los seres humanos y que nos protegen de las adversidades y de los problemas.

Esos escenarios virtuales no se pueden utilizar con pacientes que hayan sufrido experiencias diferentes. Si necesitamos tratar situaciones estresantes diversas (p.ej., abuso, acoso, agresiones, etc.) entonces necesitamos escenarios virtuales más flexibles, capaces de evocar sucesos diferentes.

Una manera de hacer esto es utilizar símbolos que representan el acontecimiento adverso. Este es el acercamiento que ha utilizado nuestro equipo. Así, hemos desarrollado un sistema de RV que permite disponer de ambientes clínicamente significativos para cada participante, atendiendo al significado específico que tiene el trauma para cada persona, sin intentar reproducir o simular las características físicas del acontecimiento.

Este software de RV, llamado El mundo de EMMA, se desarrolló dentro de un proyecto de investigación del V Programa Marco de la Unión Europea (EMMA, IST-200-39192). La eficacia de esta aplicación ha sido estudiada en personas diagnosticadas de TEPT, de Duelo Patológico y de TA.

El mundo de EMMA es un «dispositivo emocional», que pretende favorecer el desarrollo de «narrativas vitales» que tengan impacto emocional y que puedan resultar útiles en terapia psicológica. En este software se pueden usar símbolos y aspectos que representen el acontecimiento traumático o estresante, que evoquen reacciones emocionales que ayuden a alcanzar el procesamiento emocional del mismo. De esta manera, El mundo de EMMA permite las ventajas de los sistemas virtuales tradicionales, especialmente el hecho de que la terapia se oferte en un ambiente protegido para el paciente.

Por otra parte, el objetivo de El mundo de EMMA es proporcionar un «contexto seguro y atemporal», donde la persona pueda afrontar la situación adversa y aprender a manejar y regular las emociones negativas asociadas con ella. Se pretende no sólo que la persona logre superar el acontecimiento estresante y las consecuencias que ha tenido en su vida, sino también que aprenda de lo sucedido, y que salga fortalecida de esta situación.

Concluyendo, el tratamiento que se porpone para los TA considera las dificultades de la persona para hacer frente al estrés, evaluando y promoviendo sus capacidades personales y sus «fortalezas», e intentando brindar un contexto de apoyo y seguridad, donde se pueda facilitar la expresión emocional y enfatizar las diversas significaciones del acontecimiento estresante.

Botella, C., Baños, R.M., y Guillén, V. (2008) Una propeusta de tratamiento para los trastornos adaptativos: creciendo en la adversidad. En C.Vázquez y G.Hervás (eds.) Psicología Positiva Aplicada. Bilbao: DDB.

Seligman, M.E. y Csikszentmihalyi, M. (2000). Positive psychology: An introduction. American Psychologist, 55: 5-14.

El artículo en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Apuntes de Psicología: Baños, R. M., Guillén, V., Botella, C., García, A., Jorquera, M., y Quero, S. (2008). Un programa de tratamiento para los trastornos adaptativos: un estudio de caso. Apuntes de Psicología, Vol. 26 (2), 303-316.