Una de cada cuatro mujeres manifiesta haber sido maltratada alguna vez por su pareja, tal y como se desprende de un estudio elaborado por la Escuela Andaluza de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, y cuyos resultados se han dado a conocer hace unas semanas.
En la investigación, que lleva por título Variabilidad geográfica de la violencia contra las mujeres en España, han participado un total de 11.475 mujeres de toda España, entre 18 y 70 años (alrededor de 600 mujeres por cada comunidad autónoma). La obtención de la muestra se realizó a través los servicios de Atención Primaria de las diferentes Comunidades Autónomas, donde se entrevistó a las mujeres que acudieron a estos dispositivos durante 2006 y 2007, por cualquier motivo de consulta. Así mismo, se entrevistó a un total de 605 profesionales pertenecientes a 547 centros de salud de España. |
Respecto a los resultados de la investigación, destacan los altos índices de violencia de género detectados (en concreto, el 24,8% de las mujeres entrevistadas), sobre todo en las comunidades autónomas de Ceuta y Melilla (40,2%) e Islas Baleares (32,5%), y que suponen unos niveles más altos que los proporcionados por el Instituto de la Mujer. Además, la edad media de inicio de los malos tratos, tal y como han informado las mujeres entrevistadas, se sitúa en torno a los 25 años, y la duración media del mantenimiento de esta situación en 7 años, -alcanzando los 13 años de media en algunas comunidades como Castilla-La Mancha-.
Las mujeres participantes en el estudio también informaron de haber sufrido violencia fuera del ámbito de la pareja (15,2%). Este otro tipo de violencia fue ejercida mayoritariamente por parte de otros familiares, generalmente varones (7 de cada 10 agresiones).
El estudio realiza una comparación por Comunidades Autónomas, situando a las regiones de Ceuta y Melilla e Islas Baleares como las de mayor prevalencia de violencia de género (con un 19,8% y un 20,8% respectivamente), frente a Cantabria, que presenta los niveles más bajos (6,7%). Estos datos muestran una asociación con el número de denuncias registradas en estos territorios, aunque, sin embargo, no están asociados con los índices de mortalidad derivados de violencia contra las mujeres en dichas comunidades.
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