El 70% de los españoles utiliza Internet para buscar información sobre salud, siendo, principalmente, X (anteriormente denominado Twitter) una de las redes sociales más utilizadas para ello, por su capacidad de brindar información de forma rápida y sencilla.

Así lo afirma un estudio publicado en la Revista Española de Comunicación en Salud, cuyo objetivo es identificar los principales temas de salud tratados en X, los usos de esta red social para comunicar sobre estos temas y el impacto asociado con cada uno de ellos.

Tal y como señalan sus autores, las redes sociales brindan espacios donde se pueden desarrollar relaciones interpersonales y, simultáneamente, puede buscar información y crear contenidos y compartirlos con los usuarios. Actualmente, las redes sociales desempeñan un papel cada vez más crucial en diversos campos, entre ellos, el de las ciencias de la salud, convirtiéndose en uno de los principales canales de comunicación sanitaria entre los exponentes de la Salud 2.0, las diferentes herramientas de la Web 2.0 para distribuir información sobre salud.

A este respecto, tanto los y las pacientes, como los/as profesionales y las organizaciones sanitarias suelen aprovechar las características de las plataformas de redes sociales para difundir o compartir información de interés, contactar con otros usuarios, discutir temas de salud o buscar consejo.

De igual modo, los autores destacan el papel de las redes sociales como una de las principales fuentes de información sobre salud: el 70% de los españoles utiliza Internet con este fin. De hecho, la medicina y los temas relacionados con la salud son los que más interesan a los ciudadanos (68%), y un tercio de la población recurre a las redes sociales en busca de información sobre estos dos ámbitos.

Teniendo en cuenta el enorme potencial que tienen las redes sociales en el ámbito sanitario, el informe destaca la red social X, como una de las más utilizadas, dada su capacidad para llegar de forma rápida y sencilla a diversos grupos de interés, ofrecer información sobre la respuesta del público a un determinado mensaje y ayudar a implementar campañas de información sanitaria. A este respecto, X se considera hoy en día “la red social de referencia en salud”, utilizada el doble que otras redes (como Instagram), por parte de instituciones y profesionales sanitarios.

Con el fin de conocer el uso que se hace de esta red social en temas de salud y las características de los tweets en este sentido, los autores de este estudio han llevado a cabo una revisión sistemática de la literatura sobre X y el tipo de comunicación sobre salud que realiza, profundizando en las características que la diferencian de otras redes en cuanto a usos, perfiles de usuarios analizados y áreas de salud, entre otros aspectos. Para ello, han seguido las directrices PRISMA en las bases de datos (Web of Science y Pubmed), seleccionando 610 artículos, de los cuales, 83 cumplían con los criterios de inclusión.

El análisis de datos identifica cinco usos principales de X, recogiendo el valor positivo y negativo de cada uno de ellos, tal y como muestra la siguiente tabla:

El compromiso y la conversación son los usos más comunes de X en la comunicación sobre salud

Uso de X	Valor positivo	Valor negativo
Información	Proporciona una fuente fiable de información sobre salud.	Requiere más intervención por parte de profesionales de la salud para difundir información de mejor calidad.
Conversación	Fomenta la comunicación fluida y bidireccional (sanitario/paciente, paciente/paciente) y el debate público en situaciones de salud excepcionales.	Mensaje unidireccional que no fomenta el diálogo entre diferentes actores o el debate ante una situación sanitaria excepcional.
Prevención	Contribuye eficazmente a la promoción de conductas saludables.	No contribuye a la promoción de conductas saludables.
Concienciación	Contribuye a aumentar la visibilidad o la sensibilización sobre problemas o prevalencias de salud específicos.	Continúa infrarrepresentando o invisibilizando problemas o prevalencias de salud específicos.
Compromiso	Permite evaluar acciones de comunicación a través de Twitter e identificar las características de los mensajes más efectivos.	Twitter no es una herramienta útil para evaluar la eficacia de las acciones.

De los cinco anteriores, el compromiso y la conversación son los usos más comunes de X en la comunicación sobre salud.  

En relación con la conversación, la mayoría de las investigaciones destacan su valor positivo, ayudando a fomentar el debate público y permitiendo la identificación de temas de interés y nuevas narrativas sobre problemas de salud. Otro uso positivo en este contexto, es el de mejorar la comunicación en emergencias sanitarias o situaciones excepcionales de salud. De manera similar, a través de la plataforma X se podría mejorar la comunicación paciente-proveedor o paciente-paciente, mediante la creación de redes de apoyo.

Sin embargo, en ocasiones, se menciona un uso negativo de estos mensajes, al no fomentar el diálogo. De acuerdo con el estudio, esto revela “un uso diferente de X según si el perfil del usuario o no contribuye a mejorar la comunicación en situaciones sanitarias”.

Por su parte, las investigaciones sobre compromiso destacan el valor positivo de X, y están centradas en identificar las principales características de los tweets con mayor impacto, para proponer futuras estrategias de comunicación en salud, replicando el tono o características de los mensajes más virales y maximizando así la efectividad de las acciones.

Según indican los autores, la principal diferencia en el uso de X a la hora de brindar información sobre salud, es “si dicha información puede considerarse fiable o si es necesaria una intervención profesional adicional para mejorarla”.

Destaca la efectividad de X para medir el impacto de campañas de salud e identificar mensajes y acciones más eficaces

Por otro lado, se observa que la mayoría de las investigaciones se centran en el público en general y, las que están dirigidas a un público específico, éste suele ser, principalmente, el colectivo de los/as profesionales de la salud, mientras que el de los pacientes es el grupo que menos atención recibe.

El contenido más analizado en las distintas investigaciones son los tweets, aunque algunas analizan también las cuentas de X y las opiniones de sus usuarios y usuarias, siendo los principales temas de salud estudiados la Salud Pública, las Enfermedades Infecciosas y la Oncología. Les siguen, aunque en menor porcentaje, la Medicina Conductual y la Psiquiatría (temas relacionados con anorexia, trastorno bipolar, depresión, abuso de drogas, emociones, marihuana, salud mental, enfermedad obsesivo-compulsiva, esquizofrenia, uso de estimulantes y suicidio).

Esta revisión sistemática considera significativo que las enfermedades con mayor mortalidad, como las cardiovasculares y pulmonares, “estén subrepresentadas”. Asimismo, manifiesta, pese a la considerable diversidad de temas de salud, los relacionados con “tratamientos controvertidos, como los cigarrillos electrónicos o las vacunas, son los más recurrentes”. A juicio de sus autores, esto indica que las investigaciones sobre Twitter en este ámbito “se han centrado en su uso como herramienta de seguimiento de este tipo de cuestiones para identificar necesidades de información”.

Si bien los principales hallazgos resaltan la utilidad de X para fomentar la comunicación bidireccional y el debate público, también evidencian la necesidad de una mayor intervención por parte de los y las profesionales de la salud, para mejorar la calidad de la información difundida. Para los autores, esto implica que X “puede ser una herramienta útil, menos como fuente de información sobre temas de salud y más para identificar inquietudes sociales y necesidades de información sobre un tema específico”.

Aunque no hay consenso sobre la utilidad de X como herramienta de información o de generación de debate, los resultados sí destacan su efectividad para medir el impacto de las campañas de salud e identificar los mensajes y acciones más eficaces.

El estudio concluye señalando como una línea potencial de investigación futura el análisis de tesis doctorales sobre comunicación sanitaria y la red X, recogiendo a su vez, una serie de sugerencias, tales como: desarrollar más investigaciones sobre las emociones, percepciones, preocupaciones y comportamientos de las personas usuarias; explorar con mayor profundidad los perfiles de usuarios de X (edad, sexo, etc.); o realizar estudios adicionales que presenten análisis comparativos de dos o más grupos (pacientes, profesionales, instituciones u organizaciones), entre otras.

Fuente: Díaz-Campo, J., Cambronero-Saiza, B., Chaparro-Domínguez, M.A. (2023). Use of twitter for health communication: a systematic review. Revista Española de Comunicación en Salud, vol. 14, n.º 1, 95-105