Es fundamental promover la concienciación sobre las tendencias peligrosas de los retos de la red TikTok y proporcionar psicoeducación a las familias sobre el uso seguro y responsable de las redes sociales, lo que debe incluir alentar a los padres a hablar con sus hijos e hijas sobre las redes sociales y supervisar el contenido al que estos/as acceden a través de ellas.
Así lo advierten investigadores de la División de Psiquiatría Infantil y Adolescente, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee (EE.UU.), en un artículo publicado en la revista JAMA Psychiatry, a través del cual abordan los riesgos que entraña la red social TikTok, especialmente, entre los niños/as y adolescentes, y ponen de relieve la importancia de fomentar un uso seguro y responsable de las redes sociales.
Tal y como señalan los autores, los desafíos de TikTok se hicieron patentes durante la pandemia de la COVID-19. En este período, se registraron ingresos en emergencias y hospitalizaciones de niños/as y adolescentes debido a lesiones, “incluidas experiencias cercanas a la muerte”, que se atribuyeron a desafíos de TikTok que habían salido mal.
Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 12/11/24
Tras la relajación de las normas de confinamiento por la pandemia, siguieron observándose casos de esta índole. Aunque actualmente hay una escasez de datos epidemiológicos relacionados con lesiones o muertes no intencionales asociadas con los desafíos lanzados en esta red social, sí hay algunos informes de casos publicados relacionados con desafíos específicos. Los autores de este artículo pretenden generar conciencia entre los y las profesionales de la salud, impulsando a la acción para investigar en profundidad este tema.
Definiendo las lesiones no intencionales como “aquellas lesiones infligidas por un individuo o por otros, para las cuales no hay evidencia de intención predeterminada” y los intentos de suicidio como “un comportamiento autoinfligido, potencialmente dañino con la intención de morir”, destacan el aumento de consultas recibidas en su institución para la evaluación de niños/as y adolescentes después de ‘presuntos intentos de suicidio’, algunos/as de los/as cuales, han reconocido haber participado en desafíos de TikTok, negando cualquier intención de autolesionarse.
Los autores muestran su preocupación ante la gravedad de algunos de estos desafíos, tales como el desafío del desmayo, en el que los/as participantes intentan ahogarse hasta desmayarse, el ‘desafío Benadryl’ (difenhidramina), que implica tomar grandes cantidades de este antihistamínico para drogarse e inducir alucinaciones o el “desafío del fuego”, que consiste en verter un líquido inflamable sobre una superficie del cuerpo y prenderle fuego.
Resulta preocupante la gravedad de algunos de los desafíos expuestos en TikTok así como la cantidad de menores que participan en ellos
Igual de preocupante es la amplia demografía de la población de menores que participan en ellos: tanto niños como niñas, desde educación primaria hasta educación secundaria, independientemente de la etnia y la raza, así como del nivel socioeconómico.
En estos casos, advierten de que las condiciones de salud física de los niños y niñas, y el impacto en sus familias son devastadoras, a veces, requiriendo hospitalización prolongada, siendo crucial determinar si un incidente de esta naturaleza debe clasificarse como un intento de suicidio o una lesión no intencional. En este sentido, recuerdan que todo paciente merece un tratamiento y disposición adecuados, así como las intervenciones necesarias para prevenir lesiones repetidas involuntarias o intentos de suicidio.
Asimismo, inciden en que la exposición a un evento traumático, particularmente en el contexto de factores de riesgo biopsicosociales, aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno depresivo mayor: “hasta un 38% de los y las pacientes lesionados desarrollan depresión a los 6 meses, y entre un 10% y un 22% de ellos/as cumplen los criterios de diagnóstico para el trastorno de estrés postraumático”. Ante esto, consideran de gran importancia identificar a los/as pacientes que han experimentado una respuesta de estrés traumático y brindar una intervención de salud mental temprana.
No obstante, independientemente de si una lesión es no intencional o atribuible a un intento de suicidio, recuerdan que “el papel de los desafíos a través de TikTok como factor precipitante de una experiencia cercana a la muerte, es profundamente inquietante y debe evaluarse”. Asimismo, es necesario tener en cuenta que algunos de estos niños y niñas pueden no buscar el apoyo que necesitan debido a múltiples factores, incluido el acceso deficiente a la atención, factores culturales, estigma y preferencia familiar.
Ante esto, plantean de qué modo se pueden mantener seguros a los/as niños/as y adolescentes. Como primer paso, señalan la relevancia de promover la concienciación sobre las tendencias peligrosas de los retos de TikTok y proporcionar psicoeducación de rutina a las familias sobre el uso seguro de las redes sociales, lo que debe incluir alentar a los padres a hablar con sus hijos sobre las redes sociales y supervisar el contenido de sus hijos en las redes sociales.
Es imprescindible abordar siempre las evaluaciones de salud mental con empatía y una perspectiva centrada en el/la paciente, entrevistando a la altura de los ojos, escuchando activamente y adoptando una postura sin prejuicios. Deben hacerse preguntas abiertas, pero también preguntar sobre el uso de las redes sociales, los desencadenantes y los eventos antecedentes. Es vital también considerar los factores de riesgo, incluidos los factores intrapersonales (es decir, biológicos, psicológicos, socioculturales y espirituales) y ambientales. Obtener información colateral puede arrojar luz sobre las circunstancias y señales de advertencia como declaraciones suicidas, notas de despedida y conflictos recientes.
Para los autores, el papel de los desafíos a través de TikTok debe reconocerse como un problema de salud pública emergente
Igualmente importante, como responsabilidad ética, es que “se debe realizar una evaluación del riesgo de suicidio utilizando instrumentos apropiados para niños”. Debe considerarse la hospitalización atendiendo a una serie de aspectos, entre ellos, si un/a paciente tiene un riesgo inminente de suicidio; se observa una conducta impredecible (p. ej., historia inconsistente, alucinaciones, impulsividad); hay condiciones comórbidas (p. ej., depresión con psicosis), o cuando la falta de supervisión y apoyo es evidente.
Los autores concluyen manifestando que, “para reducir y evitar la mortalidad infantil, así como las lesiones intencionales y no intencionales relacionadas con los desafíos de TikTok (y las de plataformas de redes sociales similares) deben reconocerse como un problema de salud pública emergente”, señalando además, la necesidad de impulsar las investigaciones que demuestren el rol que desempeñan dichos desafíos como posibles factores desencadenantes de lesiones intencionales y no intencionales, conductas suicidas y muertes en la población infanto-juvenil.
Fuente: Ataga, O., y Arnold, V.K. (2024, 6 de noviembre). TikTok Challenges-Unintentional Injuries vs Suicide Attempts. JAMA psychiatry. Publicado Online. doi:10.1001/jamapsychiatry.2024.3522