Con respecto al género, más mujeres que hombres indicaron haber sufrido acoso.
Las formas de acoso más comunes, de acuerdo con los y las participantes de la encuesta son: comentarios indeseados sobre su cuerpo o miradas lascivas (en el 60% de los casos), seguido de contacto físico no deseado (41%), invasión del espacio personal (37%) y peticiones constantes para salir o atención romántica indeseada (34%).
Según los datos, más de la mitad de los acosados fue víctima de un solo acosador, y un tercio citó a dos o tres.
En el 70% de los casos, el acosador fue otro médico, la mayoría de género masculino. El 9% mencionó al personal de enfermería.
En la mitad de las situaciones, el acosador se encontraba en una posición igual al médico acosado, y en un tercio de las ocasiones, en una posición superior.
Con respecto a las consecuencias, el 80% reveló haber sentido malestar ante esta situación de acoso sexual. Los comentarios sexuales, los tocamientos no deseados y la invasión del espacio personal fueron señalados como los que más han impactado sobre su bienestar.
Los lugares más comúnmente citados donde se dio esta conducta, son los pasillos, las áreas administrativas inaccesibles para los pacientes y fuera de las instalaciones del centro de trabajo.
El 43% admite haberse enfrentado a sus acosadores. Sin embargo, en el 74% de los casos no se denunció el acoso; en los que sí se realizó denuncia, un 12% lo hizo ante su supervisor directo o jefe de departamento y un 11% con un colega de profesión.
Previamente al incidente de acoso, el 40% de los encuestados tenía una impresión positiva del autor del mismo. Tras sufrir esta situación, más de la mitad de los médicos acosados ha tenido que seguir interactuando con su acosador como parte de sus responsabilidades laborales.
En lo referente al desempeño laboral, la mitad de los médicos y las médicas afirma que su trabajo se ha visto afectado negativamente. Un 32% evitaba trabajar con colegas específicos siempre que fue posible, un 15% se planteó renunciar a su trabajo y un 14% presentaba dificultades para concentrarse. Asimismo, el 84% de los encuestados y las encuestadas considera que el acoso sexual afecta negativamente a la calidad de la atención que se da a los y las pacientes.
En el 31% de los casos, el acosado adoptó hábitos y conductas negativas para hacer frente a su situación, como aislarse de los demás (14%), dormir más horas (6%), utilizar fármacos prescritos (5%), darse atracones (5%) o ingerir comida basura (3%) y fumar (3%).
En cuanto a las políticas en el lugar de trabajo, solo un 15% de los médicos y las médicas conoce los procedimientos de queja y un 65% confía en que los encargados de llevar a cabo investigaciones de acoso sexual en el centro laboral han sido capacitados y son investigadores competentes.
Con relación a los casos en que los médicos y las médicas afirman haber sido acosados por pacientes, aproximadamente la mitad denuncia una conducta manifiestamente sexual por parte de los mismos, peticiones de cita en un 36% de las veces y tocamientos indeseados en un 18%.
El porcentaje de médicos acosados por especialidad es variado; las especialidades con mayor probabilidad de sufrir acoso por parte de un o una paciente, son psiquiatría (25%), seguido de oncología médica (24%) y neurología (23%).
En respuesta a este tipo de acoso, solo uno de cada diez médicos despide al/a la paciente de la consulta.
