Con estas palabras terminó su exposición, Fernando Chacón, vocal adjunto a la presidencia del Consejo General de la Psicología (COP), durante su intervención en la Comisión de Sanidad del Senado en el marco de la Ponencia sobre la Salud Mental y la Prevención del Suicidio, constituida en el seno de la Cámara Alta, con el objetivo de confeccionar un Plan Nacional de Prevención del Suicidio.
El Senado, a iniciativa del Partido Popular, ha abierto sus puertas a la comparecencia de responsables políticos y expertos de diferentes organizaciones, entre ellas la organización colegial, para realizar un diagnóstico y plantear las necesidades concretas que se observan en este ámbito.
Fernando Chacón, vocal adjunto a la presidencia del COP, durante su intervención en el Senado.
La primera de estas necesidades afirmó Chacón, debiera ser, sin duda, que “este interés se materialice en acciones concretas, con implicaciones prácticas de desarrollo de políticas públicas (como el Plan Nacional de Prevención del Suicidio, la mejora de los especialistas formados en salud mental o campañas de concienciación)” pero también, expuso el responsable del COP, “con el diseño de instrumentos presupuestarios que desarrollen estos proyectos”.
Tras hacer un análisis pormenorizado de la situación de la salud mental en España aquejada de una “falta de recursos y de accesibilidad a los mismos”, y maniatada por “una excesiva dependencia de los psicofármacos y la escasez de recursos humanos, fundamentalmente especialistas en Psicología Clínica”, insuficientes “para atender la conducta suicida”, el responsable del COP enumeró algunas líneas de actuación para abordar de forma eficaz el grave problema del suicidio.
Como medidas generales y compartidas por los distintos grupos que han participado en esta ponencia, el COP también apuesta por:
- Impulsar un Plan nacional de prevención del suicidio, en el que se integren los diferentes agentes (sanidad, educación, prensa, sistema judicial, servicios sociales…).
- Incrementar, de manera sustancial, el número de plazas de formación de los profesionales de la salud mental, tanto médico interno residente (MIR) de psiquiatría y psiquiatría infantil y de la adolescencia, enfermero interno residente (EIR) de salud mental y psicólogo interno residente (PIR).
- Promover campañas de información para dar a conocer la realidad del suicidio y que el servicio de emergencias del 112 garantice una atención especializada del suicidio a nivel nacional.
- Impulsar campañas de sensibilización sobre salud mental y el drama social del suicidio que contribuyan a la concienciación sobre la necesidad de tejer lazos comunitarios y cohesionar nuestros municipios, regiones y comarcas frente al aislamiento, la soledad no deseada y el abandono.
El vocal adjunto a la presidencia del COP añadió, además, estas otras más específicas, focalizadas en la prevención:
- Una prevención universal que facilite el acceso a recursos de atención a la salud mental, a tiempo (lo que implica una dotación suficiente de recursos que eviten las listas de espera y el tiempo entre consultas).
- Prevención selectiva dirigida a grupos vulnerables (cuidadores de personas muy dependientes a los que se les diagnostica una enfermedad terminal, afectados por enfermedades discapacitantes o con pronóstico…), estrategia en la que se incluiría, por ejemplo, los Servicios de ayuda específicos, como las líneas telefónicas, que deben contar con profesionales con la debida cualificación y una formación específica.
- Prevención indicada dirigida a personas específicas vulnerables, que incluiría el seguimiento tras las altas hospitalarias por intento de suicidio, o de las personas con planificación suicida, así como la formación del personal de salud en la evaluación y gestión de conductas suicidas, la mejora de las estrategias y protocolos de identificación del riesgo en personas con problemas de salud mental y/o abuso de sustancias, dolores crónicos o trastorno emocional agudo.
Para finalizar su intervención, el responsable de los psicólogos añadió, que tan importantes son esas medidas, como que “una adecuada prevención debe incluir sensibilización a la población, no tanto sobre el suicidio, que también, sino sobre los factores de riesgo y la necesidad de pedir ayuda”.
Las motivaciones para quitarse la vida, concluyó, “son muy diversas y, por tanto, las medidas preventivas tienen adecuarse a cada una de ellas”.