Se calcula que se necesitarían 1.829 psicólogos/as clínicos más en el Sistema Nacional de Salud (SNS) español, para cumplir con los estándares de calidad de atención psicológica en la infancia y la adolescencia.
Esta es una de las conclusiones recogidas en un artículo publicado en la revista Clínica Contemporánea, a través del cual se revisan y analizan los datos existentes, a partir de fuentes oficiales desde 2009, sobre el número de Psicólogos/as Especialistas en Psicología Clínica que trabajan con infancia y adolescencia en nuestro sistema sanitario y la cifra estimada que haría falta para brindar una atención psicológica de calidad en esta población.
La revisión, elaborada por psicólogos/as clínicos del SNS y miembros de la Sección de Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP), advierte del aumento en la incidencia y gravedad de los problemas de salud mental en niños/as y adolescentes, especialmente, desde la irrupción de la pandemia por COVID-19, registrándose, a su vez, un incremento en la demanda de servicios de salud mental y en las listas de espera para recibir este tipo de atención.
Fuente: freepik. Autor: freepik. Fecha: 04/09/23
Es fundamental que los equipos de salud mental del SNS infanto-juveniles cuenten con un n.º suficiente de PEPCs
Tal y como recuerda el artículo, la atención a la salud mental infanto-juvenil dentro del SNS español “se realiza, fundamentalmente, por la red de salud mental de cada Comunidad Autónoma”, siendo tanto las unidades ambulatorias de salud mental infanto-juveniles (USMI-J o CSM-IJ), como los centros de hospitalización parciales (hospitales de día infanto-juveniles, HD-IJ) y las unidades de hospitalización total o unidades de hospitalización breve infanto-juveniles (UHB-IJ), los principales dispositivos en los que se lleva a cabo.
Asimismo, señala la existencia de otros recursos específicos (por ej., unidades de atención a los trastornos de la conducta alimentaria, las unidades de media estancia y programas de interconsulta y enlace pediátricos), y destaca la atención que se da a trastornos por consumo de sustancias en la infancia y la adolescencia, brindada a través de “una red paralela a la red de salud mental que, con frecuencia, orgánicamente depende de servicios sociales o tiene una dependencia mixta socio-sanitaria”.
Dadas las consecuencias negativas de no abordar de forma temprana estos problemas de salud mental (entre otras, el perjuicio en su salud física y mental y la restricción de sus posibilidades de llevar una vida plena en el futuro), sus autores consideran fundamental realizar una atención psicológica eficaz y de calidad. Para ello, se pone de relieve la trascendencia de que los equipos de salud mental del SNS cuenten con un número suficiente de profesionales “debidamente capacitados, que trabajen en lugares accesibles y que puedan ofrecer intervenciones eficaces”, siendo el Psicólogo/a Especialista en Psicología Clínica (PEPC) “uno/a de los profesionales responsables de abordar y atender los problemas de salud mental de niños, niñas, adolescentes y sus familias en el SNS”.
Se estima que hay aproximadamente 543 psicólogos/clínicos/as trabajando con menores en el SNS
Sin embargo, actualmente no se dispone de información estimada en torno a la cifra de PEPCs que atienden a esta población dentro de nuestro sistema sanitario. Por ello, los autores de esta revisión pretenden ofrecer orientación sobre la cifra, porcentaje y ubicación de profesionales especialistas en Psicología Clínica que trabajan con infancia en el SNS y establecer tanto las necesidades actuales de atención psicológica de estos/as usuarios como las respuestas más adecuadas a las mismas.
De acuerdo con los datos de la revisión, se estima que el SNS cuenta con, aproximadamente, 543 Psicólogos/as Clínicos/as que trabajan con menores (que suponen el 19% del total de PEPC), principalmente incorporados a los equipos de salud mental en todas las CCAA, “es decir, en la atención especializada ambulatoria (469 en atención ambulatoria) y, también, en las unidades y servicios de hospitalización parcial o total de la mayoría de ellas, lo que coincide con estudios previos”.
A este respecto, sus autores destacan la importancia de tener en cuenta que en estos datos no se incluyen aquellos/as que llevan a cabo su intervención en adicciones con adolescentes, ya que, según afirman, “la red de atención a personas con drogodependencias es un circuito paralelo a la de salud mental en la mayor parte de las CCAA y hay una evidente falta de transparencia en los recursos humanos de esta red en los planes autonómicos”.
Existen diferencias entre CCAA en el acceso a los servicios de salud mental infanto-juvenil y con respecto al número de PEPC
Se detectan “considerables diferencias” entre los territorios en cuanto a las variaciones en el número de PEPC en los respectivos servicios sanitarios, con ratios que se triplican en algunas CCAA frente a otras, una situación que evidencia la importancia de emprender medidas para evitar que los y las menores experimenten inequidades de acceso y disponibilidad a los servicios de Salud Mental en función del lugar donde viven. Una de ellas, sería contar con un plan nacional o estrategia de salud mental infanto-juvenil específica, que permita establecer y mejorar las prioridades en la atención a la salud mental y garantizar la equidad entre comunidades autónomas.
Asimismo, se observan en España diferencias geográficas en la asignación de recursos y en el acceso a los servicios de salud mental, que se encuentran sobrecargados. En este sentido, los autores estiman una ratio de 1 Psicólogo Clínico/100.000 habitantes en el SNS español, una proporción que, a su juicio, “se encuentra muy por debajo de la ratio de 5 PEPC por 100.000 habitantes totales hechas por el Royal College of Psychiatrists (2013) (referencia tomada de la British Psychological Society (2001)), para proporcionar una atención psicológica de calidad” (recomendación de 2 psicólogos/as clínicos/as por cada 100.000 habitantes para atención ambulatoria, 2 profesionales para hospitalización y 1 profesional para programas de interconsulta y enlace pediátricos).
Serían necesarios, al menos, 1.829 psicólogos clínicos más en el SNS para mejorar la atención en salud mental a niños/as y adolescentes
A este respecto, de acuerdo con la evidencia, para poder dar una respuesta adecuada a las necesidades de atención de los usuarios y las usuarias infanto-juveniles desde el SNS, se calcula que serían necesarios “al menos, 1.829 PEPC más en el SNS en el conjunto del país, tomando como referencia la población española en el primer trimestre de 2020 (INE, 2020)”, siendo clave que todas las CCAA se comprometan a aumentar la ratio de profesionales de la Psicología Clínica para cubrir adecuadamente la atención a la salud mental infanto-juvenil.
Tal y como advierte el artículo, la actual situación de sobrecarga e infradotación de recursos en salud mental -denunciada en múltiples ocasiones por la comunidad científico-profesional y por el defensor del Pueblo-, impacta de forma negativa en tanto en la labor de los profesionales, derivando en estrés y preocupación por la calidad del servicio que brindan, como en los pacientes y personas usuarias que “pueden sentirse frustradas por lo que perciben como una atención inadecuada, por tiempos largos de espera y baja frecuencia de citas”.
Es prioritaria la creación de una especialidad sanitaria en Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia
Teniendo en cuenta la evidencia en torno a la validez y eficacia de los tratamientos psicológicos en la infancia y adolescencia y su recomendación como primera línea de intervención, sus autores reiteran no solo la importancia de aumentar el número de PEPC en el SNS para la atención psicológica de niños/as y adolescentes, sino también la mejora y especialización de la propia red de salud mental infanto-juvenil, así como una mejor formación y reconocimiento de su especificidad como profesión sanitaria.
En relación con esto último, teniendo en cuenta que en España, los programas del grado y posgrado de Psicología y la formación sanitaria especializada en Psicología Clínica “tienen unos contenidos muy limitados en infancia y adolescencia”, consideran prioritaria la creación de una especialidad sanitaria de Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia, contribuyendo, de este modo, a una adecuada planificación del número de plazas de esa formación especializada, dado el actual “déficit profundo de profesionales de la Psicología Clínica en el SNS que cuiden la salud mental infanto-juvenil”.
Fuente: Cuéllar-Flores, I., Martínez, J.C.D., Torres, D.P., Elizo, A.I., de Salazar Arboleas, A.M., Soler, C.L., y Pérez, A.M. (2022). Psicología Clínica Infanto-Juvenil en el Sistema Nacional de Salud: datos, insuficiencias y horizontes para mejorar. Clínica Contemporánea, 13(2), e12.