El trabajo de prestación de cuidados a personas mayores puede tener consecuencias negativas para la salud y bienestar de los cuidadores, derivados de determinados factores de riesgo como la alteración de la vida social y familiar, la dificultad para desconectar, la fatiga, el estrés, el agotamiento emocional, los accidentes, etc. Así lo advierte la guía, titulada Cuidadora, ¿te cuidan?, publicada por el Instituto de Salud y Seguridad en el Trabajo y el Ministerio de Trabajo, y en la que se abordan los riesgos psicológicos y sociales en las actividades de cuidado de personas mayores.
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Tal y como se explica en la publicación, en las tareas de cuidados a personas dependientes se debe considerar el contenido específico del trabajo, la carga y el ritmo de trabajo, el tiempo de trabajo, la oportunidad para el desarrollo profesional, la participación del trabajador en la organización de tareas, las funciones asignadas, la relaciones personales entre compañeros de trabajo y otros factores ergonómicos, para poder establecer una adecuada evaluación de los riesgos psicológicos en estos casos. Asimismo, existen factores que están presentes si esta labor se realiza desde el domicilio particular de la persona mayor que pueden afectar a la salud y bienestar del trabajador, tales como la disponibilidad de ayudas técnicas o no en el domicilio, el acondicionamiento del espacio físico, los desplazamientos, los cambios frecuentes de horarios, la realización de tareas domésticas o el trabajo en solitario. La guía ofrece una clasificación de los posibles factores de riesgo psicológico y social y una serie de recomendaciones para reducir su impacto en este tipo de tareas. Se puede acceder a la guía en el siguiente enlace: | ||||
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