¿El personal sanitario presenta un mayor riesgo de suicido que otros profesionales? Esta fue la pregunta de investigación de un estudio a gran escala publicado en la revista JAMA.
La pandemia sanitaria ha tenido un impacto significativo en el personal sanitario en todo el mundo. El riesgo de infección, unido a la presión emocional, al aumento de la carga de trabajo y al estrés psicológico, ha dado lugar a un agotamiento profesional de este sector. No obstante, la incidencia de los problemas de salud mental y del riesgo de suicidio varía entre los estudios. Con el objetivo de determinar si los profesionales del ámbito sanitario enfrentan un riesgo de suicidio significativamente mayor en comparación con aquellos no vinculados al sector de la salud, los autores llevaron a cabo un estudio a gran escala.
Para ello, recogieron los datos de una encuesta realizada en 2008 a nivel nacional en EE.UU. En concreto, analizaron una cohorte representativa de aproximadamente 1.84 millones de adultos empleados desde 2008 hasta 2019. Los autores seleccionaron específicamente a profesionales de la medicina y enfermería, así como a técnicos de salud, personal de apoyo y otros profesionales de la salud. Los autores vincularon estos datos con los registros del Índice Nacional de Defunción hasta el 31 de diciembre de 2019.
Los resultados revelaron cifras impactantes. Las tasas de suicidio, ajustadas por edad y sexo, se calcularon anualmente por cada 100,000 personas. Entre los trabajadores de la salud, se observaron tasas más elevadas en comparación con los no relacionados con la salud. Las cifras más notables incluyeron 21.4 para el personal de apoyo en salud. Por otra parte, la tasa fue de 16.0 para personal de enfermería y 15.6 para técnicos de salud, en comparación con 12.6 para aquellos no vinculados a la salud.
Al profundizar aún más en los datos, se encontró que el riesgo de suicidio era significativamente mayor para los trabajadores de la salud en general (HR ajustada, 1.32), con un aumento particularmente pronunciado para el personal de apoyo en salud (HR ajustada, 1.81), personal de enfermería (HR ajustada, 1.64) y técnicos de salud (HR ajustada, 1.39).
Curiosamente, no se observó un aumento significativo en el riesgo de suicidio para profesionales de la medicina, trabajadores sociales, de salud conductual u otros profesionales sanitarios. Según los autores, esta variabilidad en los riesgos sugiere la necesidad de enfoques diferenciados en la prevención del suicidio dentro del campo de la salud.
En definitiva, los resultados subrayan la gravedad del problema y apuntan a una realidad alarmante: los profesionales de la salud, particularmente profesional de enfermería, técnicos y personal de apoyo, enfrentan un riesgo sustancialmente mayor de suicidio. En respuesta, los autores señalan la necesidad urgente de intervenciones integrales para proteger la salud mental de estos trabajadores dentro del sistema de salud.
Fuente:
Olfson M, Cosgrove CM, Wall MM, Blanco C. (2023). Suicide Risks of Health Care Workers in the US. JAMA, 330(12):1161–1166. doi:10.1001/jama.2023.15787