Los psicólogos cognitivos saben cada vez más sobre el funcionamiento de la mente humana y creen que ese conocimiento que han obtenido en el laboratorio en las últimas décadas debe trasladarse al aula, a través de técnicas sencillas para luchar contra el nuevo analfabetismo, el funcional.
Así lo destacaron hoy, en conferencia de prensa, los catedráticos Helio Carpintero, Juan Antonio García Madruga y Manuel de Vega, quienes participan en la novena edición de la Escuela de Psicología de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Manuel de Vega, catedrático de psicología básica de la Universidad de La Laguna, recordó que el Informe Pisa, realizado en 31 países de la OCDE, sitúa a España en una posición ‘bastante mediocre’, por debajo de la media, especialmente en cuanto a la comprensión lectora de los alumnos.
La compresión lectora, destacó, requiere un conjunto de habilidades complejas y una actividad cognitiva elevada y aunque España es un país alfabetizado, un porcentaje ‘muy alto’ de su población puede considerarse analfabeta funcional.
Los psicólogos, dijo, no tienen ‘soluciones mágicas’, pero existen grupos de investigadores que han estudiado la destreza lectora en adultos y han descubierto que existen diferencias importantes entre unos y otros.
A partir de esos conocimientos, otros grupos de trabajo han desarrollado procedimientos sistemáticos que permiten entrenar la comprensión lectora en quienes presentan ‘un nivel muy bajo’.
En su opinión, para mejorar el aprendizaje en las aulas españolas no es necesario que se hagan ‘grandes reformas educativas, que ya se han hecho muchas’, sino introducir ciertas técnicas en todos los niveles, en primaria, en secundaria e incluso en la Universidad.
Para Manuel de Vega, hay que abordar la comprensión lectora en toda su complejidad porque ‘no podemos conformarnos con una alfabetización técnica’.
Según este psicólogo, en el aula se pueden aplicar técnicas eficaces y tan sencillas como las lecturas comentadas y también es fundamental valorar las diferencias individuales de cada alumno para dedicar un tratamiento especial a aquellos que más lo necesiten.
‘La mente se puede entrenar con procedimientos que no requieren tecnologías caras’, subrayó.
Según Juan Antonio García Madruga, catedrático de psicología educativa y evolutiva de la UNED, una sociedad que quiera ser avanzada tiene que dedicar más recursos a la educación y a la formación y que esos recursos se utilicen de la manera más adecuada, a partir de los conocimientos científicos de los que se dispone.
De lo que se trata, en su opinión, es de que los alumnos tengan mentes activas y eso implica también una serie de factores sociales y familiares y la necesidad de recuperar valores como el esfuerzo.
‘Una mente activa tiene unas posibilidades infinitas y una mente pasiva es un cacho de tejido neuronal que no produce nada’, agregó.
Para Helio Carpintero, quien dirige el seminario de la UIMP junto a José Luis Pinillos, hay que tener en cuenta que España es un país en el que figuras importantes que aparecen en las primeras planas de los periódicos afirman que nunca han leído un libro y que la lectura es algo que no les interesa nada.
En su opinión, lograr mentes reflexivas es más difícil en una sociedad que no estimula la idea de que quien sabe y se esfuerza tiene éxito en la vida.