Propuestas para la mejora del cuidado de la salud mental perinatal
19 Jun 2023

La sensación de culpa de las madres deprimidas o que padecen otras formas de sufrimiento perinatal, en un momento supuestamente tan feliz, y la rigidez de las clasificaciones de los manuales generales de diagnóstico, dificulta la correcta detección y diagnóstico de la clínica puerperal. Esto es especialmente grave, si atendemos a que actualmente existe un infradiagnóstico (50-75%) en la depresión postparto, siendo la patología con mayor incidencia (12%) sobre otras de tipo físico (hipertensión, 4%; nacimientos prematuros, 7-9%; diabetes, 3%.), para las que se cuenta con más recursos de atención.

Así lo advierte el documento “Mejorar el Cuidado de la Salud Mental Perinatal. Fundamentos, Propuestas y Peticiones”, elaborado por profesionales de diferentes disciplinas pertenecientes a entidades que forman parte de la Alianza Hispanohablante por la Salud Mental Perinatal y de la Familia “Conecta Perinatal”, y apoyado por todas las entidades que la componen, entre ellas, el Consejo General de la Psicología (representado en dicha Asociación por Dolores Cañossantos Escalante Ojeda, coordinadora de la Subdivisión de Infanto-Juvenil y Salud Perinatal del COP).

Propuestas para mejora de la salud mental perinatal
Fuente: freepik. Autor: onlyyouqj. Fecha: 13/06/23
El documento establece una serie de orientaciones para avanzar en salud mental perinatal en España

Conecta Perinatal se encuentra integrada en la Global Alliance for Maternal Mental Health y desarrolla sus acciones en asociación especial con la Alliance Francophone pour la Santé Mentale Périnatale, con la Maternal Mental Health Alliance UK, con la Alliance Canadienne y con las Alianzas internacionales que puedan ir constituyéndose, así como con aquellas instituciones internacionales cuyos objetivos coinciden con los de la Alianza Hispanohablante, y que son favorecer de manera continuada una auténtica priorización de las políticas públicas relacionadas con el periodo perinatal y, especialmente, de su dimensión psíquica.

El documento, presentado el pasado viernes 16 de junio, contextualiza los avances en salud mental perinatal a conseguir en España en el marco de nuestro sistema de salud, aportando evidencias basadas en el conocimiento científico y describiendo los recursos necesarios para la atención a la salud mental perinatal, según las experiencias exitosas de diferentes países europeos e hispanoamericanos, con una clara apuesta por la formación y coordinación de profesionales e implementación de los recursos necesarios.

Tal y como señalan sus autores, el cuidado de la salud mental perinatal requiere de redes interdisciplinares psiperinatales de proximidad, suficientemente formadas en salud mental perinatal y psicopatología perinatal, que deben estar bien coordinadas y disponer de suficientes recursos sanitarios-sociales y educativos adaptados a las necesidades de las familias.

Durante el embarazo y el posparto pueden aparecer problemas de salud mental

Según datos del informe “The costs of perinatal mental Health, realizado por la London School of Economics (LSE, 2014), por encargo de la Maternal Mental Health Alliance, en el embarazo un 7% de las mujeres sufre depresión y entre el 11 y el 15% trastornos de ansiedad. En el postparto un 14% sufre depresión, un 8% ansiedad y un 0,2 % presenta psicosis. Estos datos se elevan al tener en cuenta otros trastornos que también pueden ocurrir en el periodo perinatal (consumo de sustancias adictivas, trastornos alimentarios, trastornos de personalidad, etc.). Asimismo, si bien un 10% de los padres padecen depresión postparto, existe poca divulgación y muy poca atención sobre el sufrimiento perinatal del padre, lo que pone en riesgo la salud del padre, de la madre y la del bebé, así como la de otros hijos.

De acuerdo con el documento de Conecta Perinatal, desde el inicio de la gestación existen ciertos factores de riesgo para la aparición de psicopatología materna, entre ellos, la falta de redes de apoyo, ausencia de una pareja o enfermedad de la misma, historia de abusos o violencia intrafamiliar, antecedentes personales de problemas de salud mental, embarazo no deseado, abortos previos, etc. También hay otros factores de riesgo para el propio embarazo, tales como, la hipertensión arterial, la diabetes, infección por VIH, obesidad, problemas de tiroides, renales, autoinmunes, complicaciones obstétricas, la edad materna, problemas relacionados con hábitos poco saludables (por ej., fumar, beber alcohol), etc.

La no detección de problemas de salud mental perinatal, o un abordaje inadecuado, pueden conllevar “una evolución negativa del embarazo y el parto, un impacto negativo en el desarrollo del bebé, del niño y la niña, distorsiones y alteraciones en el vínculo maternofilial y, por lo tanto, en la vida de pareja y familiar”.

Los costes que conllevan estos problemas ponen de relieve la importancia de invertir en promoción de la salud mental

Asimismo, y según se desprende del informe de la LSE, los problemas de salud mental perinatales conllevan un gasto económico “extremadamente alto de recursos sanitarios, sociales y judiciales en algunos casos, a corto, medio y largo plazo, donde el 28% de los costes adicionales en tratamientos de los trastornos psíquicos perinatales requerirá ser destinado a la atención de la madre y el 72% a los hijos de estas madres a lo largo de todo su desarrollo”.

Los datos cifran los costes a largo plazo de la depresión, los trastornos de ansiedad y las psicosis en 8,1 mil millones de libras por cada cohorte de nacimientos en un año. De estos, 1,7 mil millones serían a cargo del sector público, “costando los casos de depresión y ansiedad 10.000 libras/caso y 25.000 libras los casos de psicosis perinatales”.

Para Conecta Perinatal, estas cifras sobre el gasto en servicios y atención especializada en salud mental durante la crianza y en la primera infancia, ponen de relieve la trascendencia de invertir en políticas activas de promoción de la salud mental desde antes de la concepción hasta los primeros años de vida, con intervenciones universales, selectivas e indicadas, con sensibilización y formación interdisciplinar de profesionales, planificación e implementación de servicios y recursos especializados.

Es clave una atención integral y multidisciplinar en la etapa perinatal

En la misma línea, recuerda en su documento que el buen cuidado de la salud mental de la madre desde la gestación, y de su pareja, protege de problemas de salud mental tanto a la madre, como al bebé y a la familia, y permite que todos tengan un óptimo desarrollo psicológico y social.

A este respecto, establece la necesidad de que el tratamiento de la depresión y de la psicosis puerperal (entre otros padecimientos como son las pérdidas perinatales pre y postparto, los partos traumáticos, las experiencias psicosociales que elevan el riesgo de vulnerabilidad emocional, etc.), se constituya como un eje principal de la intervención en la asistencia sanitaria pública. De igual modo, para que la prevención y la detección precoz se lleven a cabo adecuadamente, destaca la relevancia de brindar una atención integral y multidisciplinar en esta etapa, a través de la coordinación y colaboración entre los sectores de salud mental, salud pública y otros del ámbito social.

Es necesario desarrollar procedimientos de detección y protocolos de intervención

Sin embargo, lamenta la escasez de recursos preventivos y asistenciales en salud mental perinatal: “el miedo al estigma por parte de la madre y el padre, el temor a actuaciones institucionales y, a menudo, la falta de formación especializada de los profesionales hace que, generalmente, las pacientes no pidan ayuda y traten de no manifestar sus problemas emocionales, por lo que sólo se diagnostica una minoría de casos”. Por este motivo, subraya la trascendencia de desarrollar procedimientos de detección sistemática, así como protocolos de intervención en red de cuidados sanitario-sociales, coordinados entre diferentes niveles de prevención y atención y por diferentes profesionales.

A este respecto, el documento aborda, a lo largo de sus páginas, una serie de recomendaciones aplicadas en diversos contextos y situaciones que pueden ser una fuente de sufrimiento parental y del bebé y afectar gravemente a la salud mental de todos ellos, y en las que considera fundamental el apoyo y la atención psicológica, entre ellas, el parto prematuro, el ingreso del bebé en la unidad de cuidados intensivos, la pérdida perinatal, pre o postnatal, la separación forzada o el hecho de perder la custodia de los hijos/as, la gestación y/o crianza en entornos de alto riesgo psicológico y social (por ej., centros penitenciarios), etc.

Con relación al ámbito educativo, y en aras de prevenir la psicopatología perinatal, sus autores establecen la importancia de incorporar en centros educativos de secundaria y bachillerato diversos programas psicosociosanitarios de educación prenatal dirigidos a adolescentes, al ser “potenciales futuros padres y madres”.

Algunos países cuentan con experiencias de buenas prácticas en el ámbito

Exponiendo los distintos avances en atención a la salud mental perinatal en varios países, -como los programas de los primeros 1000 días en países de latinoamérica, o el de 1001 días de Reino Unido-, y alertando de la falta de especialización en España en psicopatología perinatal e infantil temprana y de formación en psicoterapia de la díada madre-bebé y de la triada padre-madre-bebé (“lo que conlleva una falta de detección y asistencia psicoterapéutica muy temprana”), la guía establece los recursos necesarios para avanzar en nuestro país en la mejora de la salud mental perinatal, infantil y de la familia, enmarcándose en los programas de atención a la salud mental de la infancia “para que, desde ahí, se asegure un contexto asistencial preciso, se dote de los recursos humanos necesarios y se asegure la formación especializada en salud mental perinatal”.

Este tipo de formación debe incluirse en el currículum formativo de la especialidad Psiquiatría de la infancia y la adolescencia, así como “en una futura especialidad de Psicología clínica de la infancia y la adolescencia, además del desarrollo de las posibles ACE (Áreas de Capacitación Específi ca) de Psiquiatría y Psicología clínica perinatal que se pudieran desarrollar en un futuro”.

La formación en salud mental perinatal a los equipos multidisciplinares es una medida esencial

Entre sus recomendaciones, el documento establece la creación de una comisión de salud mental perinatal (“Comisión de los primeros 1000 días”) constituida por un grupo de expertos interdisciplinares acreditados en salud mental perinatal e infantil, y la elaboración de un plan nacional en salud mental perinatal, invirtiendo a su vez en planes y políticas de prevención que implicarán un ahorro de costes.

Asimismo, considera necesaria la coordinación y formación en salud mental perinatal de los equipos y las redes interdisciplinares regionales y de proximidad (que incluyen, entre otras figuras profesionales, a la matronería, ginecología-obstetricia, neonatología, enfermería, pediatría, fisioterapia, trabajo social, educación comunitaria, educación 0-3, y a los profesionales de la psiquiatría y de la psicología clínica debidamente especializados en salud mental perinatal, además de aquellos profesionales especializados en psiquiatría o psicología clínica infanto-juvenil y del ámbito de los adultos sensibilizados con la salud mental perinatal).

Se puede acceder al documento desde la página Web de la Asociación para la Salud Mental Infantil desde la Gestación (ASMI) o bien directamente aquí:

Mejorar el cuidado de la salud mental perinatal. fundamentos, propuestas y peticiones

Puede verse el vídeo de la presentación aquí: PRESENTACIÓN DOCUMENTO DE CONECTA PERINATAL – YouTube

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