Programa de Educación Emocional para personas con Síndrome de Down
28 Jun 2024

La educación emocional es un proceso que permite desarrollar una serie de competencias emocionales con las personas con síndrome de Down (esto es, autoconciencia, regulación de las emociones, empatía y habilidades sociales). De este modo, si aprenden a gestionar sus emociones, lograrán mejorar su pensamiento, salir de su zona de confort, conocer qué origina un sentimiento y actuar de la manera más adecuada.

Así lo indica la Federación Española de Síndrome de Down (Down España), en su Programa de Educación Emocional, una herramienta práctica para trabajar la educación emocional con personas con Síndrome de Down, con el fin de contribuir a su inclusión plena en la sociedad y a la mejora de su calidad de vida.

Tal y como señalan sus autores, la Educación Emocional “ayuda a mejorar la comunicación y las relaciones con otras personas, adaptarse a las diferentes situaciones de la vida, lograr una mayor capacidad de concentración, aprender a pensar antes de actuar y a reconocer el por qué de las emociones”.

Educar en emociones, afirman, «es un proceso diario que se puede reforzar con actividades y actos cotidianos a lo largo de la vida«.

Educación Emocional para Síndrome de Down

Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 28/06/24

Cualquier intervención (por pequeña que sea) influye en las habilidades emocionales de las personas con discapacidad cognitiva

De acuerdo con el documento, hay evidencia en torno al impacto positivo de cualquier intervención (por pequeña que sea) en las habilidades emocionales de las personas con discapacidad cognitiva, sin importar su edad. A este respecto, se plantean una serie de recomendaciones para mejorar la eficacia de la intervención, entre ellas, utilizar un enfoque metodológico globalizado y de forma transversal en las diferentes actuaciones educativas, uso de metodologías lúdicas y cooperativas, adaptadas a las necesidades y características de las personas, confiriéndoles un papel activo para lograr aprendizajes emocionales significativos y funcionales que estén en su vida cotidiana.

En este sentido, la guía recoge una serie de actividades para realizar dentro del programa, como, por ejemplo, actividades de identificación de emociones (tarjetas de emociones, juegos de emparejamiento…), diarios emocionales (con dibujos, registro de eventos…) o juegos de roles y narración, entre otras.

A lo largo de sus páginas, se abordan cuatro aspectos fundamentales que son el pilar de la educación emocional:

  • 1. Conocer las propias emociones: trabajando la percepción, comprensión y expresión emocional.
  • 2. Gestionar las emociones: la regulación emocional es una habilidad vital hacia el bienestar emocional. Se enseña aquí a gestionar las emociones de forma eficaz.
  • 3. Conocer las emociones de los demás: se trabaja aquí la empatía, la percepción y expresión emocional.
  • 4. Gestionar las relaciones: la facilitación emocional es esencial para cultivar relaciones saludables y enriquecedoras. Aquí se brindan pautas y herramientas para fortalecer laos emocionales con los demás.

Todo ello, detallado de forma específica en función de la edad de la persona con síndrome de Down: infancia (hasta los 11 años), adolescencia (entre 12 y 18 años) y adultos (a partir de 18 años).

Asimismo, como con cualquier acción educativa, la intervención en educación emocional precisa de una evaluación adecuada para optimizarse y constatar sus resultados, así como comprender el impacto en el desarrollo de las habilidades emocionales de los participantes. Con este propósito, se incluyen sugerencias para el diseño de una evaluación integral.

Se puede acceder al documento completo desde la página Web de DOWN España o bien directamente aquí:

Programa de Educación Emocional

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