| |||
La violencia en las relaciones de pareja es un fenómeno de gran preocupación para la sociedad actual. En los últimos años, los estudios epidemiológicos realizados en la población general sobre el uso de comportamientos agresivos en las relaciones de pareja destacan la elevada frecuencia de este tipo de comportamientos y la naturaleza bidireccional de las agresiones (Archer, 2000; Capaldi & Langhinrichsen-Rohling, 2012; Kimmel, 2002; Langhinrichsen-Rohling, Selwyn, & Rohling, 2012), es decir, perpetrada por mujeres y hombres en las discusiones o en los conflictos de relación si bien, en nuestro país este aspecto se ha estudiado en menor medida. De acuerdo con Kelly y Johnson (2008), este tipo de violencia denominada violencia situacional predomina en la población general y se caracteriza porque tiende a ser ocasional, no se basa en dinámicas de coerción y control, es menos grave y puede ser perpetrada tanto por hombres como por mujeres. | |||
En el artículo Prevalencia de agresión física y psicológica en las relaciones íntimas de pareja en Madrid: un análisis diádico publicado en el último número de la revista Psicothema, nos planteamos la posibilidad de analizar los comportamientos agresivos de los individuos dentro de la pareja para determinar la naturaleza bidireccional de la agresión física y psicológica mediante la Escala de Tácticas para el Conflicto (CTS-2; Graña, Andreu, Peña, & Rodríguez, 2013), en una muestra de 3.578 parejas adultas heterosexuales pertenecientes a la Comunidad de Madrid. La importancia del estudio radica en que es el primero en nuestro país que ofrece una visión objetiva del fenómeno de la agresión física y psicológica de tipo bidireccional. El estudio fue diseñado para dar respuesta a una serie de cuestiones críticas relacionadas con la investigación previa sobre este tipo de agresión, además de profundizar en un fenómeno tan complejo como es la agresión en las relaciones íntimas de pareja. Para llevar a cabo el estudio, en primer lugar, estimamos las prevalencias de agresión psicológica y física en hombres y mujeres, ¿existen diferencias entre hombres y mujeres como agresores y víctimas? En segundo lugar, analizamos los tipos diádicos de agresión en la pareja: bidireccional, mutua y recíproca, ¿la agresión bidireccional es el tipo de agresión más frecuente? Por último, examinamos la influencia de la edad y del tiempo de relación en la agresión psicológica y física de tipo bidireccional, ¿las parejas más jóvenes son más agresivas? y ¿cómo influye el tiempo de relación? Los resultados del estudio confirmaron la tendencia observada en la investigación previa sobre la elevada frecuencia de la agresión psicológica frente a la agresión física. En resumen, aproximadamente un 60% de los participantes reconocieron haber perpetrado y sufrido algún acto de agresión psicológica de sus parejas, mientras que un 11% reconocieron haber perpetrado y sufrido algún acto de agresión física (tratándose fundamentalmente de actos de tipo leve), no observándose diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres en las escalas de agresión física, lesiones y agresión psicológica grave. La misma tendencia se observó cuando estimamos la prevalencia de agresión psicológica de tipo bidireccional (parejas en las que hombres y mujeres se han declarado perpetradores y/o víctimas) que representó un 80% frente a la agresión física que representó un 25%, resultado que es coincidente con los de anteriores investigaciones y confirman la elevada prevalencia de este tipo de agresión en las relaciones de pareja en adultos. En nuestro estudio conceptualizamos e incluimos las prevalencias de agresión mutua psicológica (46%) y física (4%), y agresión recíproca psicológica (41%) y física (3%), porque difieren de las prevalencias de agresión bidireccional. Consideramos la agresión recíproca como un caso especial de agresión bidireccional, ya que incluye aquellas parejas en las que hombres y mujeres se han declarado perpetradores y víctimas y, por tanto, su prevalencia es menor y difiere de aquellas parejas en las que hombres y mujeres se declararon perpetradores (agresión mutua).
Estos resultados aportan datos objetivos sobre la elevada prevalencia de agresión bidireccional en muestras comunitarias de parejas casadas y que conviven. De acuerdo con Langhinrichsen-Rohling, Selwyn, & Rohling (2012), este tipo de agresión no sólo es la más frecuente en muestras comunitarias, sino también en todo tipo de muestras (poblacional, clínica, forense) si bien, como sostienen los autores, puede suceder en diferentes días, puede implicar diferentes actos de agresión y puede variar entre los miembros de la pareja y, por consiguiente, su presencia no implica necesariamente simetría de género. Asimismo, observamos que la edad y el tiempo de relación tuvieron una influencia significativa, siendo las parejas más jóvenes y las que llevaban menos años de relación las que más agreden, si bien hace falta más investigación en este sentido. El presente estudio ofrece una imagen objetiva del fenómeno de la agresión psicológica y física en las parejas españolas y representa un importante punto de referencia para contrarrestar las creencias erróneas que consideran la agresión en la pareja predominantemente masculina. A nivel práctico, destacamos la importancia de examinar el informe de agresión de la pareja, no sólo en el ámbito terapéutico para hacer frente a intervenciones terapéuticas más eficaces, sino también en el ámbito forense para realizar informes psicológicos más objetivos, así como en futuras investigaciones que examinen este tipo de agresión. El artículo completo puede encontrarse en la Revista Psicothema:Graña, J. L. y Cuenca M. L. (2014). Prevalence of psychological and physical intimate partner aggression in Madrid (Spain): A dyadic analysis. Psicothema, 26 (3), 343-348. | |||
| |||
|