En la intervención con personas sin hogar que consumen drogas se debe trabajar proporcionando vivienda estable y desde un enfoque de reducción de daños y de prestación de servicios integrados. Así lo establece la guía Homelessness and drugs: health and social responses de la EMCDDA.
El sinhogarismo se considera una forma grave de exclusión social que tiene efectos negativos en la salud física y mental, la calidad de vida y el acceso al empleo y otros servicios. Según señala la EMCDDA, existen diferencias en la definición de la condición sin hogar, lo que dificulta evaluar su prevalencia y compararla entre países. En general, el sinhogarismo incluye a personas que carecen de una vivienda estable y aceptable, así como de los recursos y capacidad para obtenerla.
La relación entre el sinhogarismo y el consumo de drogas es compleja y varía entre grupos de personas. Hay una intersección clara entre la falta de vivienda a largo plazo y recurrente y el consumo de drogas de alto riesgo. Sin embargo, el consumo de drogas de alto riesgo no parece ser más común entre las personas sin hogar en comparación con la población general.
La guía subraya que los problemas de salud mental también son comunes entre las personas sin hogar. Asimismo, su gravedad tiende a aumentar con el nivel de falta de vivienda. De esta manera, las personas sin hogar que consumen drogas enfrentan riesgos sociales, mentales y de salud física que aumentan su morbilidad y mortalidad.
Debido a su alto riesgo, las personas sin hogar crónicas, con consumo de drogas y trastornos mentales, son un grupo en el que se suelen enfocar las intervenciones. Representan aproximadamente el 20% de todas las personas sin hogar. Admeás, suelen presentar períodos prolongados de situación sin hogar en la calle o en refugios de emergencia. Así, se observa un «reforzamiento mutuo» entre la falta de vivienda, el consumo de drogas, los trastornos mentales graves y una peor salud física.
En contraste, las experiencias breves de sinhogarismo, conocidas como situación sin hogar transitoria, no suelen estar asociadas con el consumo de drogas. No obstante, los problemas sociales, mentales y de salud física a los que están expuestas las personas sin hogar pueden aumentar los riesgos asociados con el consumo problemático de drogas.
Según la EMCDDA, existen tres principios rectores clave para brindar servicios efectivos a las personas sin hogar con problemas de drogadicción. Estos principios son: vivienda estable, reducción de daños e implementación de estrategias integradas.
- La vivienda estable se considera fundamental en la respuesta al sinhogarismo. La falta de vivienda se correlaciona con comportamientos de riesgo y daños mayores. Proporcionar vivienda es la primera respuesta y se combina con apoyo holístico para satisfacer las necesidades individuales y facilitar la reintegración social. El enfoque Housing First, que brinda vivienda como primera respuesta, se ha mostrado prometedor en varios países europeos y se adapta a las necesidades de personas con alto riesgo de consumo de drogas y enfermedades mentales.
- La reducción de daños es esencial en la prestación de servicios para personas sin hogar. Se brinda en servicios de acceso rápido y adaptado. Incluye programas de intercambio de agujas, salas de consumo de drogas, tratamiento farmacológico para el trastorno por uso de sustancias y provisión de naloxona para sobredosis de opioides. Estos servicios han demostrado ser eficaces para mejorar la salud y el bienestar de las personas sin hogar que consumen drogas.
- Las estrategias integradas forman una red de apoyo interrelacionada para abordar la falta de vivienda y las necesidades complejas de las personas sin hogar con problemas de drogadicción. Incluyen la reducción de daños, el tratamiento, la educación, el empleo, el alojamiento temporal y permanente, todo funcionando como una red integrada. Los servicios se adaptan a las necesidades individuales y la respuesta al consumo de drogas de alto riesgo se aborda de manera integrada y estratégica.
La guía proporciona un resumen de la evidencia sobre las intervenciones para las personas sin hogar y analiza la situación en el entorno europeo, proporcionando recomendaciones para la elaboración de políticas y prácticas en este sector.
Puedes consultar la guía en la Web de la EMCDDA. Para consultar otras guías de la EMCDDA ver aquí.