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Mañana, día 29 de abril, se celebra el Día Europeo de la Solidaridad y Cooperación entre Generaciones, que se instauró a propuesta de la presidencia eslovena de la Unión Europea en la conferencia celebrada en Brno (Eslovenia) los días 28 y 29 de abril del 2008. En esta conferencia se acordó que el 29 de abril del 2009 sería el primer Día Europeo de la Solidaridad y Cooperación entre Generaciones para así, repitiendo esta celebración anualmente, sensibilizar y dar impulso a las relaciones intergeneracionales como factor potenciador del envejecimiento activo y positivo. Este es un objetivo prioritario para la sociedad española, cuya esperanza de vida destaca entre las más altas del mundo, tan sólo por debajo de Japón, Suiza o Singapur. En este sentido, la disciplina de la Psicología demuestra que las personas mayores que participan en programas y actividades intergeneracionales experimentan multitud de beneficios, como son la disminución del sentimiento de soledad y aislamiento, el mayor interés por aprender y estimular las propias capacidades de aprendizaje, la optimización de sus habilidades y recursos personales, un modo más positivo de percibirse y valorarse a sí mismos, mayor tolerancia a la frustración o mejor afrontamiento de situaciones estresantes. Todos estos beneficios de las prácticas intergeneracionales en los mayores repercuten de una manera clara en una mayor satisfacción vital, así como en mejores niveles de bienestar físico, cognitivo, emocional y social. Además, las generaciones previas también reciben beneficios de la participación de estos programas y actividades intergeneracionales. En concreto, niños, niñas y jóvenes implicados en estas actividades tienen la oportunidad de tener relación con personas de una edad diferente a la suya, de la que pueden recibir guía, consejo, sabiduría, apoyo y amistad. Además, en esta relación reciben valores de convivencia y tolerancia hacia otras culturas generacionales, se promociona su solidaridad y el aprendizaje intercultural e intergeneracional, aumentando su responsabilidad y participación social. Estas generaciones tienen así la oportunidad de mejorar el conocimiento, aprecio y respeto por la vejez, a la vez que disminuyen el rechazo, la indiferencia y el temor por la misma. Ahora bien, lo que encontramos en las prácticas intergeneracionales actuales es que no todas comparten el mismo nivel de interacción entre las generaciones. Según Judith MacCallum y colegas (en el informe Community building through intergenerational exchange programs) existirían cuatro tipos de prácticas intergeneracionales, que se ordenan de menor a mayor nivel de interacción entre las generaciones:
Además de la importancia de fomentar prácticas intergeneracionales que impliquen un nivel de interacción máximo, es decir, que impliquen relación real entre las generaciones, no solo que se reúnan o estén juntos, Sally Newman y Mariano Sánchez en el documento Programas intergeneracionales. Hacia una sociedad para todas las edades añaden algunas características más que deben cumplir los programas intergeneracionales para que realmente consigan beneficios. Entre dichas características de los buenos programas intergeneracionales consideramos importante destacar las siguientes: que los programas intergeneracionales respondan a necesidades reales que existen allí donde se realizan, contar con la colaboración de diversas entidades de la zona (trabajar en red), que cada persona participante tenga un rol que desempeñar en el programa, por tanto, habrá que realizar una buena preparación de las personas que vayan a participar y, por supuesto, que los programas tengan una financiación suficiente para llevarlos a cabo con los criterios de calidad que se conocen. En definitiva, actualmente sabemos que las prácticas intergeneracionales promueven en generaciones de jóvenes y mayores diversos beneficios psicológicos, reduciendo los estereotipos que los más jóvenes tienen de los mayores y éstos últimos de los jóvenes. Por ello, desde el Consejo General de la Psicología creemos necesario:
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Los Consejos Generales de Psicología, del Trabajo Social y de Educación Social, abordan en el Ministerio de Economía la regulación de las profesiones de la Intervención Social
Ayer martes, 3 de septiembre, el Consejo General de la Psicología (COP), el Consejo General del Trabajo Social y el Consejo General de Colegio de Educadoras (…)