Los pacientes piden apoyo una vez finalizado el tratamiento en salud mental, durante el proceso de retirada de los antidepresivos. A este respecto, se quejan de que no se les explica cómo iniciar la retirada de los antidepresivos que están tomando ni se les informa de los síntomas de abstinencia que conlleva este proceso. Así lo confirma un estudio publicado en la revista Journal of Psychiatric Research, elaborado por John Read, Joanna Moncrieff y Mark Abie Horowitz de Reino Unido.
La prescripción de antidepresivos a nivel mundial se ha multiplicado en los últimos años. El tratamiento farmacológico con antidepresivos suele prolongarse durante meses, además. En concreto, según informan los autores del estudio, la mayoría de los pacientes consumen antidepresivos durante más de dos años y casi la mitad durante al menos cinco años.
Asimismo, la interrupción o suspensión del uso de antidepresivos se ha relacionado con síntomas de abstinencia en un 56% de los pacientes que lo han intentado. De ellos, cerca de la mitad describen estos síntomas como graves, de acuerdo con los estudios mencionados en la publicación. Y entre estos síntomas de abstinencia se encuentran ideas suicidas, malestar físico similar a la gripe, ansiedad, problemas gastrointestinales o insomnio grave, entre otros.
Según los autores, una de las razones que puede explicar el elevado consumo de antidepresivos son estos síntomas de abstinencia. Al volver a experimentar un aumento del malestar físico y mental tras la retirada del fármaco, el paciente puede retomar el consumo con el objetivo de aliviar este malestar. A su vez, debido al desconocimiento de estos síntomas de abstinencia, muchos profesionales de la salud confunden estos síntomas de abstinencia con una recaída de la depresión, por lo que vuelven a recetar antidepresivos, alargando el consumo de esta medicación.
Dada la gravedad de los síntomas de abstinencia y su impacto en el funcionamiento diario, el Colegio Profesional de Psiquiatría de Reino Unido recomienda que se informe a los pacientes de estos riesgos al abandonar el consumo de antidepresivos. Esta misma organización ha elaborado una guía sobre la suspensión de antidepresivos, en la que recomienda un plazo de retirada de dos meses o más, según se recoge en el artículo.
¿Estas recomendaciones se están aplicando en la práctica médica diaria? ¿Los pacientes están recibiendo un apoyo e información adecuada en este proceso de retirada o suspensión del tratamiento con antidepresivos? ¿Cómo se puede mejorar la práctica asistencial a este respecto? Con el objetivo de conocer el estado de la cuestión, Read y cols. (2022) realizaron una encuesta a gran escala con usuarios de servicios de salud mental pertenecientes a 49 países. El estudio contó con la participación de un total de 1.276 pacientes que habían tomado antidepresivos.
De acuerdo con los resultados del estudio:
- El 71% de los participantes consideró “inútiles” los consejos que les proporcionaron sus médicos con respecto a cómo suspender el consumo del antidepresivo que estaban tomando.
- El 57% los consideró “muy poco útiles”.
Asimismo, las causas más frecuentes de esta percepción fueron que el facultativo:
- Les “recomendó un proceso de reducción demasiado rápido”.
- “No estaba lo suficientemente familiarizado con los síntomas de abstinencia de la retirada de antidepresivos”.
- Les indicó que “suspender los antidepresivos no causaría síntomas de abstinencia”.
Por otro lado, uno de cada tres pacientes reconoció que no buscó el consejo de su médico cuando decidió abandonar el consumo de antidepresivos. La razón que señalaron fue que sentían que su médico no les iba a apoyar en esta decisión (58%). Otro de los argumentos fue que sentían que su médico no tenía experiencia suficiente para prestar un apoyo adecuado (51%).
En relación con los pacientes que pidieron asesoramiento a su médico, estos informaron que les «sugirió un protocolo de retirada rápido» (56%). Asimismo, señalaron que «no apoyó ni ofreció orientación” sobre cómo retirar el antidepresivo (27%).
En cuanto a los períodos para la retirada del antidepresivo propuestos por los facultativos, el 23% señaló que les indicaron un mes y un 19% señaló que su médico le indicó que retirara el antidepresivo en dos semanas.
Los participantes del estudio también señalaron que la percepción de falta de apoyo les obligó a buscar asesoramiento a través de grupos de internet. Al preguntarles sobre las posibles medidas para mejorar la atención proporcionada, los encuestados señalaron la importancia de que las farmacéuticas diseñen tabletas de fármacos con dosis más pequeñas para poder hacer esta retirada de manera gradual. Asimismo, los participantes indicaron que hubiera sido de gran ayuda disponer de un servicio de atención telefónica de 24 horas para llamar en caso de complicaciones y poder consultar dudas.
En definitiva, se trata de la encuesta internacional más amplia realizada hasta la fecha sobre esta cuestión. El estudio pone de manifiesto la dificultad que experimentan los pacientes para abandonar el consumo de antidepresivos. Esta circunstancia repercute negativamente en su proceso de recuperación, aumentando la probabilidad de alargar innecesariamente el tratamiento farmacológico. Los autores remarcan la necesidad urgente de disponer de servicios especializados para ayudar a las personas a reducir las dosis de antidepresivos de manera segura. Asimismo, insisten en la necesidad de mejorar el conocimiento y habilidades de los facultativos para poder brindar una atención adecuada a los pacientes.
Fuente:
Read, J., Moncrieff, J., & Horowitz, M. (2023). Designing withdrawal support services for antidepressant users: Patients’ views on existing services and what they really need. Journal of Psychiatric Research, (161), 298-306. https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2023.03.013 (Link)