El pasado mes de enero de 2024, el Parlamento Europeo acogió un seminario de políticas sobre salud mental en agricultores/as, organizado por SafeHabitus, un proyecto de seguridad agrícola de la Unión Europea (UE) conformado por un equipo internacional de expertos en seguridad agrícola, investigadores, organizaciones representativas de agricultores y trabajadores agrícolas, cuyo objetivo es mejorar las condiciones laborales de las personas que desarrollan su labor en el campo, mediante la mejora de su salud y su seguridad.
Este primer Seminario de Políticas SafeHabitus reunió a responsables políticos, partes interesadas en políticas, asociaciones (entre ellas, la EFPA), así como profesionales e investigadores, para apoyar el desarrollo de un informe de políticas con recomendaciones para mejorar la salud mental ocupacional y el bienestar de los/as agricultores/as, y compartir de forma conjunta conocimientos y propuestas sobre cómo la UE y las políticas de agricultura, sanitarias y sociales, pueden marcar la diferencia en las vidas de los 8,7 millones de personas que trabajan en este sector y viven de él.
Según ha señalado recientemente la EFPA, la importancia de este encuentro radica en que se consideran “los desafíos únicos que enfrenta la comunidad agrícola”. Esto incluye la imprevisibilidad de sus circunstancias económicas y ambientales, el riesgo del aislamiento espacial y ocupacional, y el contexto social y político actual, que se encuentra en constante cambio. Toda una amalgama de desafíos que “pueden contribuir a un mayor estrés y problemas de salud mental”.
La agricultura es una ocupación con múltiples factores estresantes
Tal y como desvela el informe desarrollado por SafeHabitus, la visión idílica de la agricultura como una vida relajante y saludable al aire libre en medio de la naturaleza “no es una representación fiel de la agricultura contemporánea”. En este sentido, advierte de los riesgos de salud y seguridad que experimentan los/as agricultores/as y trabajadores/as agrícolas en el trabajo, incluidos los desafíos psicológicos y sociales. Estos incluyen la incertidumbre relacionada con las condiciones climáticas y la viabilidad económica, las largas jornadas laborales, el aislamiento, las preocupaciones sobre la sucesión y la renovación generacional, etc. Estos factores estresantes pueden afectar al bienestar general de algunos/as agricultores/as.
Hasta la fecha, se han realizado pocas investigaciones comparativas sobre la salud mental, los problemas de salud mental o el bienestar de las personas que trabajan en la agricultura en toda la UE. La evidencia disponible se extrae de una variedad de estudios transversales nacionales, regionales o locales. Los datos de los que se dispone destacan una variación significativa en las experiencias y resultados de salud mental de los agricultores y, por lo tanto, “no es posible extrapolar los hallazgos de estos estudios a todos los agricultores”.
No obstante, la investigación respalda ampliamente la opinión de que la agricultura es una ocupación con múltiples factores estresantes, que provocan que las personas agricultoras experimenten estrés en niveles elevados o durante períodos prolongados. Según indica el informe, varios estudios han llamado la atención sobre las diferencias en las experiencias de los agricultores con diferentes tipos de empresas agrícolas. Investigaciones realizadas en Irlanda, Noruega y Finlandia muestran que los agricultores con empresas ganaderas -en particular lecheras-, tienen más probabilidades de experimentar estrés en comparación con otros tipos de empresas.
El estrés puede impactar en el bienestar mental, por ejemplo, al afectar en los sentimientos hacia los demás, en la toma de decisiones, en los mecanismos de afrontamiento y en la concentración. El estrés también puede generar mayores riesgos para la salud física y lesiones en la granja. Algunos agricultores y trabajadores agrícolas experimentan problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.
SafeHabitus alerta de un pequeño número de estudios que indican que la muerte por suicidio es mayor entre los/as agricultores/as en comparación con otros grupos ocupacionales. A este respecto, las cifras correspondientes a Francia apuntan a una tasa de suicidio más alta entre los agricultores, un 20% por encima de la tasa de suicidio nacional promedio de otras profesiones. Estos mismos datos también apuntan a otras características personales y empresariales para explicar la diferencia en la tasa de suicidio, entre ellas, operar en una empresa unipersonal en comparación con una sociedad; ser agricultor a tiempo completo; cultivar entre 20 y 49 hectáreas frente a tener una sociedad agrícola de más de 200 hectáreas, etc.
La UE insta a sus Estados miembros a crear conciencia sobre los problemas de salud mental en los/as agricultores/as
El documento pone de relieve que las personas que viven en zonas rurales o remotas, como los agricultores y agricultoras, tienen problemas de salud mental particulares asociados con el riesgo de desconexión y la falta de acceso a los servicios de salud mental.
De acuerdo con sus autores, los fondos de la Política Agrícola Común (PAC) de la UE pueden apoyar actividades de sensibilización, también en el ámbito de la salud mental, por ejemplo, a través de servicios de asesoramiento agrícola. Asimismo, se pueden movilizar otros fondos, como el Fondo Social Europeo+ o el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, para mejorar las inversiones en los servicios de apoyo social en zonas rurales y remotas, garantizando así que sean accesibles para los/as agricultores/as y trabajadores/as agrícolas que lo necesiten, independientemente de su lugar de residencia.
A través de este informe, se alienta a los Estados miembros a crear conciencia sobre los problemas de salud mental de las personas que trabajan en la agricultura y viven de ella, así como de las poblaciones de las zonas rurales, y se insta a desarrollar e implementar políticas y mejores prácticas para centrarse en la prevención y fortalecer la resiliencia de los/as trabajadores esenciales, incluidos los profesionales de la salud, el personal docente y los/as agricultores/as. Para ayudar a los Estados miembros, la Comisión Europea garantizará que la EU-OSHA elabore un informe que aborde los riesgos psicológicos y sociales en el sector agrícola.
Es clave centrarse en la reducción de riesgos psicológicos y sociales
Precisamente, el informe del Parlamento Europeo sobre salud mental respalda este llamamiento a la acción. A la luz del creciente volumen de investigaciones internacionales y del reconocimiento cada vez mayor de los desafíos relacionados con el entorno de trabajo psicológico y social y la salud mental de los agricultores y agriculturas, este informe apoya la propuesta de la Comisión Europea de centrarse en las personas que viven en zonas rurales o remotas, como los agricultores, focalizando fondos de forma adaptada a sus necesidades y exige la presentación de propuestas específicas.
Como parte de la Estrategia, la Comisión se ha comprometido a emprender varias acciones para reducir la aparición de riesgos psicológicos y sociales, incluidas acciones implementadas a través de la campaña Lugares de trabajo saludables de la EU-OSHA.
El informe de SafeHabitus concluye exponiendo una serie de proyectos de la UE e iniciativas -tanto en la Unión Europea como fuera de ella-, cuyo objetivo es el abordaje y mejora de la salud mental en el colectivo de agricultores y agricultoras y sus familias.
Se puede acceder al documento completo a través de la página Web de SafeHabitus o bien directamente aquí: