La salud mental es una prioridad en el ámbito laboral, según la OCU
18 Dic 2023

La salud mental y el bienestar son necesarios en cualquier situación, tanto fuera del trabajo como dentro. En este entorno tan cambiante en el que vivimos y desarrollamos la vida laboral, los riesgos son muchos y amenazan al trabajador y a la organización. Con esta introducción, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) presenta un artículo a través del cual aborda el tema de la salud mental en el ámbito laboral, indicando los riesgos psicológicos y sociales que impactan negativamente en la misma y recogiendo una serie de recomendaciones orientadas a prevenirlos.

Tal y como señala en su texto, en los últimos años, la salud mental “está cobrando especial relevancia”, y esta mayor concienciación “llega también al mundo laboral”. A este respecto, recuerda que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), instan a atender la salud mental y bienestar en el ámbito laboral, teniendo en cuenta que todos los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a contar con un lugar de trabajo seguro y saludable.

La OCU subraya la importancia de la prevención de riesgos laborales, cuya función es la protección de la salud y seguridad de los trabajadores, teniendo en cuenta los múltiples riesgos a los que pueden estar expuestos en función del tipo de trabajo que realicen (a saber, físicos, químicos, biológicos, ergonómicos y psicológicos y sociales).

Fuente: freepik. Foto: master1305. Fecha: 04/12/23.
Riesgos psicológicos y sociales en el trabajo y sus consecuencias

Concretamente, pone de relieve los riesgos de naturaleza psicológica y social, relacionados con el diseño y desarrollo de la tarea, y que “según la OMS, suelen afectar más a las mujeres”, entre ellos, la carga de trabajo, la exigencia y presión laboral, la falta de apoyo laboral, el componente emocional de la tarea que se realiza o las expectativas del trabajador o trabajadora.  

Las consecuencias de no prevenir la aparición de tales riesgos y de desatender la salud y el bienestar del personal laboral son múltiples: desde la aparición de síntomas de ansiedad, depresión, insomnio o estrés, hasta el aumento de las bajas laborales y el absentismo, la reducción de la productividad del trabajador y de la organización en general, con pérdidas económicas importantes para esta última.

Entre los diferentes tipos de problemas que se relacionan con la salud laboral, la OCU destaca los siguientes:

Estrés laboral

De acuerdo con la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, aproximadamente la mitad de los trabajadores europeos revela que “el estrés es algo común en sus trabajos”. Esta respuesta de estrés puede surgir cuando el trabajador o trabajadora se siente incapaz de responder antes las demandas o las tareas que le impone su entorno. Específicamente,  en el ámbito laboral, “se produce cuando siente que los recursos técnicos, materiales, físicos o el tiempo del que dispone no son suficientes para hacer frente a su trabajo”.

En este punto, la OCU recuerda la importancia de prestar especial atención si el estrés se intensifica o llega a interferir en la vida diaria de la persona.

El síndrome del trabajador quemado o burnout

Puede llegar a aparecer cuando el estrés laboral es muy elevado y se mantiene a lo largo del tiempo: el/la trabajador/a “está agotado mental y emocionalmente con su propio trabajo”, sintiendo frustración por las expectativas no cumplidas, irritabilidad, impotencia o un bajo estado de ánimo. En estos casos, pueden aparecer también síntomas fisiológicos como problemas de sueño o de apetito, entre otros.

Acoso laboral

Este tipo de situaciones se da cuando el empleado o empleada recibe “un trato vejatorio, hostil o, incluso, agresivo” por parte de sus compañeros, subalternos o superiores, pudiendo estar motivado “por temas relacionados con el trabajo (por ej., forzar un cese voluntario), u otros aspectos de la esfera privada de la persona”. 

La OCU recuerda que el acoso laboral es un grave problema que afecta no sólo al trabajador o trabajadora sino también a su propio entorno (compañeros/as, familia, pareja…), con importantes consecuencias en la víctima, como el desarrollo de estrés y síntomas de ansiedad y/o depresión, problemas de insomnio o alimentación, etc. En función de la intensidad del acoso laboral, advierte, “algunas personas incluso pueden llegar a tener dificultades para reintegrarse con normalidad en un puesto de trabajo”.

La prevención de los riesgos psicológicos y sociales es clave

Dado el impacto de los riesgos para la salud y la seguridad en el trabajo, tanto en el personal laboral como en la organización, la OCU incide en la trascendencia de que todas las partes se impliquen en su prevención. De forma específica, recuerda, “las empresas están obligadas a proteger la salud de sus trabajadores”.

A este respecto, señala la conveniencia de “desarrollar medidas preventivas que eviten los posibles problemas”, tales como gestión de equipos, formación en manejo del estrés, o promoción de actividades dirigidas a mejorar el clima laboral. En la misma línea, recoge una serie de recomendaciones orientadas al autocuidado, entre ellas, identificar las posibles necesidades o carencias en materia de seguridad o confort en el ámbito de trabajo e informar de ello, informar si se están produciendo -o se están sufriendo- problemas de relación o acoso en el trabajo, o mantener un equilibrio entre la vida profesional y personal, tratando de desconectar del trabajo con otro tipo de actividades que ayuden a “rebajar el estrés y la sobreactivación”.

Fuente: OCU

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