La salud mental de los padres es un factor de riesgo clave para el bienestar de los hijos. Así lo concluye un estudio, a gran escala, publicado en la revista Australian & New Zealand Journal of Psychiatry.
Numerosos estudios han demostrado que una peor salud mental de los padres está estrechamente relacionada con un mayor malestar psicológico en los hijos e hijas. Así, se han propuesto diferentes explicaciones de esta transmisión intergeneracional de riesgo: la herencia de factores de riesgo genéticos y la exposición a factores estresantes ambientales. Entre estos últimos, los procesos de aprendizaje social, incluyendo los estilos y prácticas de crianza, desempeñan un papel significativo, según señalan los autores del estudio.
Para profundizar en este conocimiento, los autores llevaron a cabo un análisis exhaustivo de las comorbilidades de trastornos de salud mental en padres. Igualmente, analizaron cómo la presencia de problemas de salud mental puede afectar al desarrollo emocional y conductual de sus hijos e hijas durante la primera infancia.
Para ello, Watkeys y cols. (2022) analizaron datos de 66,154 niños de 5 años y sus padres. La información de los trastornos de salud mental paterna y materna se obtuvo de registros sanitarios. Asimismo, la vulnerabilidad de los hijos e hijas se evaluó mediante una escala de madurez emocional que identifica 4 categorías: riesgo generalizado, riesgo generalizado leve, riesgo de mala conducta, sin riesgo.
Tal y como muestra el análisis de los datos, se observa:
- Una elevada comorbilidad de trastornos de salud mental de los padres. El 39.21% de los padres y el 30.38% de las madres experimentaban más de un trastorno de salud mental.
- Además, los datos muestran la vulnerabilidad infantil. Los hijos de padres con tres o cuatro trastornos mentales presentaban:
- De 1.54 a 1.86 veces más probabilidades de presentar comportamiento ansioso y temeroso.
- De 1.60 a 2.19 veces más probabilidades de ser vulnerables en el comportamiento agresivo.
- De 1.67 a 2.01 veces más probabilidades de ser vulnerables en la hiperactividad y falta de atención.
- Impacto de diagnósticos paternos y maternos en el nivel de riesgo infantil. Pertenecer a una de las tres clases de riesgo, en comparación con la clase sin riesgo, se asoció significativamente con un mayor número de diagnósticos maternos y paternos.
En conclusión, el estudio pone en evidencia que la salud mental de los padres es un factor fundamental. Esta variable está relacionada directamente con el bienestar y desarrollo emocional de los menores. En concreto, los datos aportados muestran cómo el número de trastornos mentales en los padres aumenta la probabilidad de problemas de desarrollo emocional y conductual en sus hijos de 5 años, siendo los menores con padres con tres o más trastornos mentales los de más alto riesgo.
De acuerdo con los autores, la salud mental de los padres debería ocupar un lugar central en los programas de intervención y de prevención de problemas de salud mental. Asimismo, se debería prestar una mayor atención a los hijos e hijas cuyos padres presentan en ambos casos problemas de salud mental o cuando presentan varios problemas comórbidos.
Fuente:
Watkeys, O. J., O’Hare, K., Dean, K., Laurens, K. R., Harris, F., Carr, V. J., & Green, M. J. (2022). Early childhood developmental vulnerability associated with parental mental disorder comorbidity. Australian & New Zealand Journal of Psychiatry, 00048674221116806.