Es fundamental controlar que las personas con lesión medular mantienen una adecuada salud mental, así como de su entorno, ya que, sin esto, no será posible avanzar en sus objetivos de rehabilitación ni tener una buena calidad de vida.
Así lo afirma un documento editado por la Federación Nacional ASPAYM (asociación sin ánimo de lucro referente en la atención sociosanitaria a las personas con lesión medular y otras discapacidades físicas), a través del cual se recogen múltiples recomendaciones y recursos para mejorar las competencias de los y las profesionales que trabajan en la atención a personas con Lesión Medular y otras discapacidades físicas, en distintas materias y niveles de atención.
La guía, subvencionada por el Ministerio De Derechos Sociales y Agenda 2030, ha contado con la participación de distintos profesionales sociosanitarios del tejido asociativo ASPAYM, entre ellos/as, psicólogas, con el fin de ofrecer una perspectiva interdisciplinar en aras de mejorar la intervención del personal que actúa con personas con discapacidad física y optimizar la atención que reciben.
Es prioritario realizar una evaluación de necesidades psicológicas y un apoyo psicológico temprano
Tal y como señala el documento, la aparición de una lesión medular es una situación que conlleva un alto estrés y puede considerarse “como un suceso vital mayor dentro de la categoría de estrés crónico continuo”. Cuando la lesión es fruto de un accidente, el estrés de haber vivido “un suceso potencialmente traumático”, se añade al alto estrés que ya de por sí conlleva el presentar un problema de esta índole, lo que “dificulta su proceso de aceptación y confrontación de la lesión medular”.
A este respecto, se pone de relieve la trascendencia de garantizar una adecuada salud mental, tanto a las personas con lesión medular como a sus familiares, dado que, “sin esto, no será posible avanzar en sus objetivos de rehabilitación ni tener una buena calidad de vida”. En este sentido, considera prioritaria una intervención inicial y un seguimiento posterior para hacer una valoración médica psiquiátrica inicial, que detecte problemas de salud mental potencialmente tratables, además del “apoyo psicológico temprano, necesario para que el paciente y su familia comprendan y asuman la discapacidad residual”.
Las estrategias centradas en resolución de problemas son fundamentales en Psicología de la rehabilitación
En este sentido, bajo la perspectiva de la Psicología de la Rehabilitación, la guía recoge una serie de estrategias en el ámbito de la salud mental de las personas con lesión medular y discapacidad grave. De acuerdo con el texto, desde el modelo cognitivo del estrés las funciones de las estrategias de afrontamiento ante las situaciones estresantes son la resolución de problemas y el control emocional. Estos objetivos, señala, “se pueden conseguir clarificando y reevaluando cognitivamente el suceso perturbador o potenciando la capacidad de observar la situación de una forma más amplia, atendiendo selectivamente a aspectos positivos de uno mismo o del entorno”. Para ello, es esencial realizar evaluaciones multidimensionales que analicen “las respuestas conductuales y fisiológicas de la persona para poder comprobar su capacidad de afrontamiento”.
A este respecto, el documento apunta a la depresión como el indicador de adaptación más frecuente en Psicología de la rehabilitación y el más utilizado en el estudio del afrontamiento de la lesión medular. Así, mientras que hay una asociación entre el fatalismo, el escape y la evitación con una mayor depresión y estrés percibido en las personas con discapacidad y una menor sensación de control de la situación, por el contrario, la búsqueda de información y el apego a la vida están relacionadas con una mayor adaptación, siendo fundamentales en la rehabilitación las estrategias centradas en la resolución de problemas y las estrategias cognitivas con alto componente de acción.
¿Cuáles son los objetivos de la intervención psicológica en personas con lesión medular y discapacidad física?
En esta línea, los objetivos de la intervención psicológica son reestructurar las cogniciones distorsionadas y modificar los aspectos atencionales, disminuir la ansiedad y aumentar la percepción de control (relajación, biofeedback), reducir las conductas de dolor y aumentar las conductas incompatibles y llevar a cabo una intervención familiar para disminuir las conductas contingentes que puedan reforzar el dolor.
Con relación a esto, la guía recoge y detalla las técnicas de autocontrol emocional que mejor funcionan con personas con lesión medular, tales como, la respiración y la relajación progresiva, el entrenamiento en imaginación, la detención de pensamientos negativos, el rechazo de ideas irracionales o el entrenamiento asertivo.
El documento incluye también un apartado donde aborda las diferencias en variables psicológicas según la perspectiva de género en las personas con lesión medular, subrayando la enorme necesidad de la aplicación de la perspectiva de género en los estudios, en la sociedad y en el campo de trabajo y atención al colectivo, para poder abordar la situación de estas personas “de una forma más integral, transversal y poderles acompañar en su camino al bienestar”.
Se puede acceder a la guía completa desde la página Web de ASPAYM o bien directamente aquí: