La mayoría de los europeos desconoce los problemas de salud atribuibles al consumo de alcohol
09 Abr 2024

En la UE, que registra los niveles de consumo de alcohol más altos del mundo, el cáncer constituye la principal causa de muertes atribuibles al alcohol. Sin embargo, la mayoría de los europeos y las europeas no conocen qué tipos de cáncer pueden ser causados por el consumo de esta sustancia, siendo especialmente escaso este conocimiento en relación con el cáncer de mama femenino. Este desconocimiento sobre los problemas de salud atribuibles al consumo de alcohol evidencia la necesidad de emprender más esfuerzos de sensibilización y prevención en este sentido.

Estas son algunas de las principales conclusiones recogidas en un informe publicado en BMC Research Notes, a través del cual se recogen los resultados de una encuesta europea realizada a personas adultas que consumen alcohol, con el fin de analizar su conocimiento sobre los problemas de salud atribuibles al alcohol, centrándose, especialmente, en el vínculo con el cáncer.

problemas de salud alcohol
Fuente: freepik. Foto: Racool_studio. Fecha: 25/03/24
En la UE, el 75% de todas las muertes atribuibles al alcohol se deben a ENT, siendo el cáncer la principal causa

Tal y como señalan los autores, actualmente, las enfermedades no transmisibles (ENT) siguen siendo la mayor carga sanitaria: matan a 41 millones de personas al año, lo que equivale al 74% de todas las muertes a nivel mundial. Del total de muertes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer representan la mayor parte, con una proporción del 44% y el 23%, respectivamente.

Concretamente, el consumo de alcohol supone un factor de riesgo importante para las ENT y es causa de más de 200 enfermedades y lesiones en la Clasificación Internacional de Enfermedades. Según señalan, dos tercios de las muertes atribuibles al alcohol a nivel mundial, son muertes por ENT, una proporción que se eleva aún más en la Unión Europea (UE), donde el consumo de alcohol es el más alto y “donde el 75% de todas las muertes atribuibles al alcohol se deben a ENT, siendo el cáncer (29%) la principal causa”.

Sin embargo, advierten, a pesar de que el “etanol en las bebidas alcohólicas” fue clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como carcinógeno del grupo 1 hace más de tres décadas, “este conocimiento todavía no ha entrado en la conciencia pública generalizada en la mayoría de los países”.

Por este motivo, han llevado a cabo este estudio, cuyo objetivo es averiguar el conocimiento que existe la población en torno al vínculo entre el consumo de alcohol y diversos daños a la salud, incluido el cáncer.

Sólo la mitad de los participantes asocian el cáncer con el consumo de alcohol

El estudio se ha realizado como parte de un proyecto más amplio, que se centra en el desarrollo de evidencia para respaldar la implementación de advertencias sanitarias efectivas en las etiquetas de bebidas alcohólicas en la UE. Los datos se han recabado a través de una encuesta online implementada en 14 países con diversos patrones de consumo de alcohol (a saber, Austria, Bélgica, Estonia, Francia, Alemania, Irlanda, Letonia, Lituania, Países Bajos, Noruega, Portugal, Eslovenia, España y Suecia), y realizada por un total de 19.601 personas mayores de 18 años (excepto en Lituania, donde la edad mínima legal para beber es 20+) que habían consumido alcohol en los últimos 12 meses.

Como parte de la evaluación inicial, se ha valorado el conocimiento de los y las participantes sobre los daños a la salud atribuibles al alcohol y condiciones asociadas a su consumo, como el cáncer (especificando el tipo), las enfermedades cardíacas, hepáticas y respiratorias.

Los principales resultados de la evaluación de conocimientos previa a la intervención indican que, si bien la mayoría de los y las participantes (90%) asociaron correctamente la enfermedad hepática con el consumo de alcohol, esta proporción fue considerablemente menor en el caso de las enfermedades cardíacas (68%), mientras que sólo la mitad seleccionó el cáncer (53%).

A aquellos/as que seleccionaron el cáncer, se les presentó una lista de diferentes tipos de cáncer, de la cual, el más seleccionado fue el cáncer de hígado , seguido por el de colon y el de boca, mientras que una proporción menor seleccionó el cáncer de mama femenino.

Únicamente el 15% relaciona el consumo de alcohol con el cáncer de mama femenino

Al calcular las tasas de respuesta de todos los encuestados para resaltar los niveles generales de conocimiento de los cánceres específicos causados por el consumo de alcohol, se observa que, del total de los encuestados, la mitad (50%) nombraron el cáncer de hígado como una condición asociada con el consumo de alcohol, el 39% identificó el colon, el 28% seleccionó cánceres bucales y sólo el 15% asoció el consumo de alcohol con el cáncer de mama femenino. Curiosamente, el 6% indicó que el cáncer de piel estaba asociado con el consumo de alcohol.

Se observa también una gran variación en las respuestas entre países, con diferencias menos pronunciadas entre países en los niveles de conocimiento relacionados con la enfermedad hepática, que oscilaron entre el 96% (Austria) y el 81% (Portugal). El conocimiento sobre el consumo de alcohol y otras enfermedades atribuibles al alcohol difiere aún más, entre el 82% (Francia) y el 50% (Portugal), registrándose la mayor diferencia en el conocimiento sobre el cáncer entre Francia (72%) y Letonia (26%).

Estos resultados son clave para que los países informen en sus campañas educativas o de salud pública

Los datos muestran que, en general, las mujeres tienen mayor conocimiento con respecto a todas las condiciones, en comparación con los hombres, observándose la mayor diferencia para el cáncer de mama (21% frente a 10%, respectivamente). La magnitud de las diferencias en los conocimientos se modifica entre géneros en función de la edad: entre las personas adultas jóvenes de 18 a 34 años, las mujeres tienen 1,15 veces más probabilidades de seleccionar el cáncer como afección cuyo riesgo aumenta con el consumo de alcohol. Esta diferencia entre hombres y mujeres se incrementa con la edad, siendo 1,46 veces mayor la probabilidad de seleccionar cáncer como condición cuyo riesgo aumenta con el consumo de alcohol, entre las mujeres de más de 55 años, que entre los hombres de esa misma edad.

Así, se observa que, si bien los/as encuestados/as están bien informados/as sobre el vínculo entre el consumo de alcohol y las enfermedades hepáticas, carecen de conocimientos en torno al vínculo entre el consumo de alcohol y otras ENT.

El hecho de que más del 40% de los/as participantes no reconozcan el cáncer como una afección atribuible al alcohol, y se observan variaciones significativas entre países y subgrupos de población, puede deberse, en opinión de los autores de este estudio, a varias razones, que van “desde diferencias en los sistemas de educación sanitaria, la presencia o ausencia de campañas de salud pública relacionadas con los daños del consumo de alcohol, la influencia de los medios de comunicación, las normas sociales y culturales, así como políticas regulatorias (por ejemplo, el nivel al que se restringe la comercialización de alcohol en un país)”. Ante esto, consideran clave sus resultados, para que los países hagan uso de ellos a la hora de informar sus campañas educativas o de salud pública.

El estudio pone de relieve el bajo conocimiento sobre el consumo de alcohol y cánceres específicos, particularmente el cáncer de mama femenino y el hecho de que algunos participantes atribuyan erróneamente el consumo de alcohol al cáncer de piel, algo que, a juicio de sus autores, sugiere que existe «una proporción sustancial de personas que tal vez no tengan el conocimiento pertinente sino que simplemente siguen la creencia de que ‘todo causa cáncer’”.

En este contexto, en el que el público y los propios consumidores de alcohol desconocen la relación causal entre el alcohol y el cáncer, el estudio concluye subrayando la necesidad de una mayor distribución y comunicación de esta información, así como de información sobre el modo de mitigar el riesgo.

Igual que las advertencias sanitarias específicas sobre el cáncer ya son una práctica estándar para los productos de tabaco, deberían considerarse también para las bebidas alcohólicas.

Asimismo, las políticas públicas deben alentar y apoyar a los/as profesionales de la salud a abordar el consumo de alcohol con sus pacientes, educarles sobre los diversos riesgos para la salud, incluido el cáncer, y ayudarles en cambios de comportamiento y de hábitos.

Los autores señalan la importancia de desarrollar estrategias que abarquen a toda la población para reducir el consumo de alcohol per cápita en las poblaciones europeas en su conjunto, como, por ejemplo, una mayor fiscalidad sobre el alcohol. A este respecto, las investigaciones sugieren que las personas con un mayor conocimiento sobre la relación causal entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer tienen más probabilidades de apoyar regulaciones más estrictas sobre el alcohol, tales como restricciones en los horarios de venta o en la publicidad.

En base a sus resultados, el estudio concluye manifestando la importancia de mejorar el conocimiento sobre la relación entre el alcohol y el cáncer “como parte integral de esfuerzos de prevención más amplios en Europa”.

Fuente: Neufeld, M., Kokole, D., Correia, D., Ferreira-Borges, C., Olsen, A., Tran, A., Rehm, J. (2024). How much do Europeans know about the link between alcohol use and cancer? Results from an online survey in 14 countries. BMC Research Notes, 17(1):56. DOI: 10.1186/s13104-024-06707-w. PMID: 38378598; PMCID: PMC10880362.

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