La importancia del Programa de Atención Telefónica Psicológica implementado durante el Confinamiento
04 Sep 2024

Durante el confinamiento, los motivos de llamada más frecuentes al Programa de Atención Telefónica Psicológica, fueron los síntomas de ansiedad (66,8%), depresión (30,5%) y/o problemas familiares (13,9%). En el seguimiento a los 12 meses, los/as usuarios/as presentaban síntomas de ansiedad (38%), depresión (35%) y pánico (34%); más de la mitad de ellos/as reconocían consumir psicofármacos. Estos datos evidencian la necesidad de ofrecer atención telefónica a la salud mental de la población y sistematizar la intervención y la recogida de datos frente a futuras crisis.

Así lo afirma un estudio publicado en la revista Psicothema y desarrollado por los/as investigadores/as María Carpallo-González (Universidad Europea de Madrid y Universidad de Valencia), Ana M. Nuñez-Rubines (Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Desastres del COP Galicia), Joaquím T. Limonero (Universidad Autónoma de Barcelona), Pablo Fernández-Berrocal (Universidad de Málaga) and Roger Muñoz-Navarro (Universidad de Valencia), a través del cual se realiza un análisis descriptivo del Programa de Atención Telefónica Psicológica (PCTP) (lanzado por el Consejo General de la Psicología junto con los Colegios Oficiales autonómicos durante el confinamiento de 2020 por la COVID-19, para atender a la salud mental de la población) y se propone un protocolo breve para unificar la recogida de datos.

Programa de Atención Telefónica Psicológica

Fuente: freepik. Foto: freepik. Fecha: 01/08/24

Tal y como señalan los autores del estudio, durante la pandemia, se registró en todo el mundo un incremento sustancial en la demanda de servicios de ayuda y apoyo psicológico online y telefónico. Llaman la atención también del notable aumento de usuarios y usuarias buscando ayuda debido al miedo y a la soledad.

En este contexto, destacan como motivo más común de consulta las preocupaciones relacionadas con la COVID-19, con varios estudios indicando una prevalencia significativamente mayor de síntomas (pánico, ansiedad, depresión) asociados con ello. A modo de ejemplo, citan un estudio realizado en España, donde se halló que las preocupaciones por el riesgo de infección se asociaron con un incremento de la ansiedad generalizada en la población española (Muñoz-Navarro et al., 2021).

Precisamente, los datos apuntan a España como uno de los países europeos más afectados por la pandemia (Balmford et al., 2020). Poco tiempo después de la declaración de estado de alarma, el 14 de marzo de 2020, se puso en marcha el Programa de Atención Telefónica Psicológica, para brindar asesoramiento telefónico e intervenciones psicológicas gratuitas durante este período.

El servicio de atención telefónica psicológica puede haber sido vital para mitigar el impacto psicológico de la pandemia

Trabajando en colaboración, cada una de las COP estableció un número de teléfono de emergencia independiente, disponible para cualquier persona en España que necesitara ayuda profesional para un problema de salud mental y abierto las 24 horas del día los 7 días de la semana.

De acuerdo con los autores del presente estudio, el servicio, e integrado por psicólogos y psicólogas titulados/as, estaba dirigido principalmente “a personas afectadas por COVID-19, incluidas personas posiblemente enfermas de COVID-19, familiares de fallecidos, personas mayores que viven solas, personas con discapacidad y sus familias, o cualquier persona cuyo bienestar psicológico se viera afectado”.

Según explican, los grupos de crisis y emergencia de cada uno de los COP prepararon sus propias pautas de intervención independientes, de cara a ayudar a orientar la respuesta, con pautas de atención básicas. Los coordinadores de área de emergencia supervisaron los equipos de voluntarios, estando además disponibles para resolver dudas, informar sobre la necesidad de seguimiento y manejar otros aspectos relacionados con la intervención.

Con más de 30.000 llamadas telefónicas, se puso de relieve “la rápida capacidad organizativa de los COP para desarrollar e implementar este programa en todo el país”. Atendiendo a estudios previos que evidencian cómo los servicios de asistencia psicológica telefónica pueden ayudar a las personas a afrontar el malestar emocional causado por la pandemia, así como a prevenir problemas psicológicos a largo plazo, los autores consideran que intervención “podría haber sido vital para mitigar el impacto psicológico de la pandemia”. Inciden en la importancia de estos servicios para “proporcionar una respuesta rápida a situaciones de emergencia, como la ideación suicida”.

El objetivo de este estudio es realizar un análisis descriptivo de este programa con los datos que se recogieron durante el confinamiento y el seguimiento

Dado lo expuesto, el objetivo del presente estudio es realizar un análisis descriptivo del PCTP, con los datos recopilados durante el período de confinamiento y en el seguimiento a los 12 meses. Se pretende desarrollar, a su vez, un protocolo breve diseñado para estandarizar los procedimientos de recopilación de datos, para su uso en futuras emergencias.

Entre los meses de marzo a mayo de 2021, los investigadores contactaron con representantes de los 22 COP de España, con el propósito de invitarles a participar en el presente proyecto de investigación, aceptando participar 10 de ellos (a saber, Andalucía Oriental, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares, La Rioja, Madrid, Navarra, Murcia y Vizcaya).

La muestra total recogida incluye 10.119 llamadas, algunas de las cuales eran de usuarios reincidentes del servicio: más del 25% buscaron apoyo psicológico en más de una ocasión. La mayoría de las consultas fueron realizadas por mujeres. Con respecto a la edad de los usuarios y usuarias de la muestra, en un 80% tenían entre 18 y 65, un 18% eran personas mayores de 66 años y el 1% jóvenes menores de 18. En el caso de los y las más jóvenes, fueron los padres quienes iniciaron la mayoría de las llamadas.

De estos COP, cuatro de ellos (Galicia, Murcia, La Rioja y la Comunidad Valenciana) participaron en la evaluación de seguimiento, realizada entre abril y julio de 2021. La muestra de seguimiento incluye 337 llamadas a usuarios/as del PCTP, para valorar la atención recibida por parte del servicio y evaluar la situación de vida durante el confinamiento, la sintomatología y el uso de medicamentos. Esta muestra de seguimiento estaba conformada principalmente por mujeres (73,3%). La mayoría de los y las pacientes (67%) tenían entre 36 y 65 años, con un 33,5% en cada grupo (36-50 y 51 a 65). Con respecto a la situación laboral, el 63,5% eran inactivas, frente al 36,5% de las activas.

Los investigadores lamentan la falta de un protocolo estandarizado de recogida de información, lo que se traduce en una falta de datos de muchas de las variables de estudio. En algunos casos, estos datos no se recogieron ni se registraron debido a la intervención de emergencia, en otros, al depender las variables registradas de los criterios definidos por el COP individual y/o el psicólogo consultante, no todas las variables estaban disponibles. No obstante, en base a los datos disponibles, han creado una base de datos unificada.

Los síntomas de ansiedad, depresión y trastornos del sueño: motivos más frecuentes de consulta

El motivo más frecuente de la consulta fueron los síntomas de ansiedad (66,8%), los síntomas depresivos (30,5%) y los trastornos del sueño (9,5%), si bien a una llamada se le podía asignar más de un motivo (un 31% de las personas con síntomas de ansiedad presentaban paralelamente síntomas depresivos y un 11,3% problemas de sueño; un 65,9% de las personas con síntomas depresivos también presentaban ansiedad, un 13,2% problemas de sueño y un 6,8% ideación suicida).

Otros motivos de consulta fueron solicitar consejo o asesoramiento (sobre cómo afrontar el confinamiento, comunicar malas noticias o gestionar la convivencia, 8,5%), el proceso de duelo (6,5%), violencia de género (0,5%), problemas familiares (13,9%), ideación suicida (3,9%), consumo de sustancias (1,2%) y otros motivos (13,7%).

En cuanto a problemas de salud mental previos, el 28,2% de la muestra reveló haber recibido un diagnóstico previo de trastorno de la personalidad y el 28,7% de trastorno bipolar.

Intervención y derivación a otros servicios

Para facilitar el análisis de los datos, han clasificado la intervención en tres niveles1) intervención inicial (59,8%), que incluía técnicas de ventilación emocional, validación, escucha activa, etc.; 2) asesoramiento psicoeducativo (75,7%), donde se incluía evaluación inicial, valoración de recursos, apoyo emocional, psicoeducación, pautas de autocuidado, derivación, etc.; y 3) intervenciones de afrontamiento (48,4%), que incluían intervenciones de terapia cognitivo-conductual (TCC) y técnicas de gestión de emociones, entre otras. El 35,8% de las intervenciones registradas requerían los tres niveles de intervención.

En 2.407 casos (23,7 %), la persona que llamó fue derivada a otro servicio, principalmente a atención especializada (27,4 %), atención primaria (18,9 %) o servicios de salud mental/hospitalarios (17,2 %).

En el seguimiento, más de un tercio de los usuarios reportaba síntomas de ansiedad, depresión y/o ataques de pánico en el último mes

Durante el seguimiento a los 12 meses, una gran proporción de las personas indicaban no estar infectadas y sentirse sanas (45,9%); sin embargo, el 9,3% había desarrollado COVID-19. En el 8,2% de los casos, se informó de un/a familiar con discapacidad o demencia. Un 5,7% eran personas mayores que vivían solas.

Durante la llamada de seguimiento se administraron los cuestionarios de síntomas de ansiedad y depresión (PHQ-4) y ataques de pánico (PHQ-PD), detectándose en más de un tercio de los/as 337 usuarios/as, síntomas de ansiedad (38%), depresión (35%) y/o ataques de pánico (34%), en las últimas 4 semanas. Una proporción sustancial de los usuarios y usuarias del servicio admitieron tomar psicofármacos por problemas relacionados con el sueño (50,1%), ansiedad (50,4%) y depresión (43,9%).

Se pidió a los usuarios y usuarias que indicasen cómo se sintieron durante el período de confinamiento; los datos muestran que para el 55,2% y el 30,6% fue ‘muy malo’ o ‘malo’, respectivamente; solo el 5% y el 0,9% manifestaron sentirse ‘bien’ o ‘muy bien’. A la pregunta de cómo se sentían en la actualidad, el 8,6% y el 21,4% admitieron sentirse ‘muy mal’ y ‘mal’, respectivamente, mientras que el 31,8% y el 16% respondieron ‘bien’ y ‘muy bien’, respectivamente.

Para la mayoría de los usuarios y usuarias (92,3%), la atención recibida durante el confinamiento fue ‘útil’ o ‘muy útil’. Más de la mitad (53,7%) habían recibido (o recibían en ese momento) algún tratamiento psicológico (35,6% en el sistema público y 24,6% en el privado). La mayoría (86,3%) se mostraron insatisfechos con el tratamiento psicológico en el sistema público y el 78% destacaron la necesidad de un mejor acceso al tratamiento psicológico público. Para el 99,7% la llamada de seguimiento fue ‘buena’ o ‘muy buena’.

Propuesta de protocolo de recogida de datos en caso de futuras crisis

Durante la realización del estudio se pone de manifiesto la necesidad de mejorar el acceso telefónico al tratamiento psicológico (especialmente en los servicios públicos sanitarios y comunitarios), así como la importancia de desarrollar criterios de evaluación estandarizados y un protocolo de recogida de datos para este tipo de programas, de cara a futuras crisis y emergencias.

Ante esta necesidad, los investigadores han desarrollado un protocolo para un sistema telefónico de atención psicológica de urgencia, que facilite y armonice los procesos de recogida de datos, incluyendo las variables clave que se deben registrar. Teniendo en cuenta que la recogida de datos durante una crisis puede ser bastante complicada, la finalidad es desarrollar un protocolo que permita al psicólogo o psicóloga recoger la información de una forma flexible y adecuada a la intervención, registrando los datos sobre esas variables de forma rápida y sencilla, “simplemente marcando una casilla en un formulario (evitando así la necesidad de anotar los datos)”. Esto permite al psicólogo o psicóloga seleccionar una o más de las opciones para cada variable, dejando en blanco las opciones que no correspondan.

Aunque el protocolo incluye el PHQ-4, el PHQ-PD y herramientas de cribado rápido para detectar síntomas de trastornos emocionales, “la decisión de administrar esas herramientas (o no) queda en manos del/ de la psicólogo/a”.

En opinión de los investigadores, los COP en España “son probablemente los mejor preparados para gestionar este tipo de servicio de atención psicológica”, al ser el “punto de contacto natural con los profesionales de la salud mental y, por tanto, capaces de establecer este tipo de programas”. Por ello, es recomendable establecer un PCTP que pueda implementarse rápidamente en caso de surgir una crisis similar en el futuro.

Es necesario abordar los problemas de salud mental en la población y fortalecer los sistemas de salud mental a nivel mundial

El estudio concluye incidiendo en la “necesidad clara y urgente de abordar los problemas de salud mental en la población y fortalecer los sistemas de salud mental a nivel mundial”. Para tal fin, sus investigadores consideran clave implementar estrategias para preservar la salud mental y el bienestar de los grupos vulnerables, siendo esencial que los gobiernos fortalezcan la atención de la salud mental, mediante la provisión de intervenciones y asistencia psicológica, especialmente, a los servicios de atención primaria, “donde se pueden ofrecer tratamientos basados ​​en evidencia de manera eficiente para abordar problemas comunes de salud mental”. Asimismo, es fundamental incrementar los recursos para la atención de la salud mental infanto-juvenil, incluidos programas para detectar problemas de salud mental y ofrecer tratamiento en universidades y colegios.

Se puede acceder al estudio completo desde la página Web de la Revista Psicothema o bien directamente aquí:

Carpallo-González, M., Nuñez-Rubines, A. M., Limonero, J. T., Fernández-Berrocal, P., & Muñoz-Navarro, R. (2024). Telephone-based psychological care during the 2020 lockdown in Spain and protocol for data collection. Psicothema, 36(3), 236-246.

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