El pasado día 9 de septiembre, se celebró el Día Mundial del Síndrome Alcohólico Fetal (TEAF) una fecha en la cual se pretende concienciar de los graves efectos que tiene la exposición prenatal al alcohol y recordar a la sociedad que es un trastorno 100% evitable. Con motivo de este día, el Ministerio de Sanidad ha publicado una campaña a través de la cual recuerda que el alcohol en la sangre de la madre pasa al feto a través del cordón umbilical y puede ocasionar una amplia variedad de daños sobre el desarrollo del mismo, desde leves hasta graves y crónicos, con repercusiones a nivel físico, del comportamiento e intelectuales, siendo su manifestación más extrema el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF). No obstante, algunos estudios han observado que el consumo de alcohol por parte del hombre en el periodo preconcepcional también puede tener un impacto en la salud infantil, así como en el consumo de alcohol de la madre durante el embarazo. |
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Tal y como señala el Ministerio, las personas con TEAF pueden desarrollar bajo peso corporal, mala coordinación, conducta hiperactiva, dificultades para prestar atención, problemas de memoria, dificultades en la escuela (especialmente en matemáticas), problemas del aprendizaje, retrasos en el habla y el lenguaje, discapacidad intelectual o coeficiente intelectual bajo, capacidad de razonamiento y juicio deficientes, problemas de audición y de visión, problemas cardíacos, renales u óseos, entre otras muchas consecuencias. Dado la importancia de prevenir este tipo de problemas, recogemos a continuación un documento de formación para la evaluación de los TEAF, publicado por la Organización Panamericana de la Salud (PAHO-Panamerican Health Organization), dirigido a profesionales de la salud, entre ellos psicólogos, mediante el cual ofrece una serie de pautas y herramientas para ayudar en el diagnóstico y reconocimiento de esta problemática, siendo su uso ideal como suplemento para formaciones en persona impartidas por expertos en los campos de la neuropsicología, la dismorfología y la epidemiología. Tal y como advierte la PAHO, a pesar de su elevada prevalencia (cada año se estiman en el mundo 119.000 nacimientos de niños con TEAF), este grave problema suele diagnosticarse erróneamente y es infradiagnosticado, conllevando un retraso en las intervenciones y que estas sean más complejas, por lo que considera fundamental contar con un equipo multidisciplinar de profesionales de cara a diagnosticar eficazmente un TEAF. La guía se encuentra disponible a través del siguiente enlace: Fuente: Alcohol y embarazo: Prevención de los Trastornos del Espectro Acohólico Fetal (TEAF) |
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