Un nuevo estudio publicado en la Revista de Psicoterapia, explora la identidad personal desde la perspectiva constructivista. Los autores destacan la utilidad de esta perspectiva para explicar el cambio psicológico. En su análisis subrayan el potencial de la Teoría de la Discrepancia del Yo para su aplicación a diferentes contextos.

El artículo ha sido elaborado por Vicente Bay Alarcón de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, M. Ángeles López-González de la Universidad Rey Juan Carlos y Luis Angel Saúl de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

El texto examina cómo la Teoría de la Discrepancia del Yo aborda las discrepancias entre diferentes representaciones del yo y cómo generan malestar psicológico y motivación para el cambio. Los autores revisan estudios que aplican esta teoría en diversos contextos, desde el académico hasta el clínico, demostrando su utilidad en comprender la motivación para el cambio y el desarrollo de la identidad deseada.

En la conceptualización de la identidad personal, los autores presentan una visión constructivista y dinámica, resaltando su naturaleza multifacética y contextualizada. Para ello, adoptan la definición de identidad propuesta por Western y Heim (2003). Estos autores la conciben como una construcción personal influenciada por las interacciones con personas y grupos significativos. En este proceso también influyen los roles sociales internalizados y las valoraciones externas.

El artículo enfatiza que la identidad no es estática. Es decir, se desarrolla a lo largo del tiempo a través de la interacción con el entorno social y cultural. Esta interacción atribuye significado a las experiencias individuales y contribuye a la progresiva configuración de la identidad personal.

Los autores exploran las teorías de destacados expertos como George Kelly, Erik Erikson, Heinz Kohut y E. Tory Higgins, quienes han contribuido significativamente a la comprensión del proceso de construcción identitaria desde diversas perspectivas teóricas. Por ejemplo, Kelly destaca que la identidad se configura a través de los constructos que utilizamos para interpretar el mundo. Sin emabrgo, Erikson subraya la importancia de la identidad en la etapa de la adolescencia y su influencia en la identidad adulta. Kohut, por su parte, resalta la importancia de la identidad como un sentido de cohesión y continuidad del self. Finalmente, Higgins propone que la identidad personal se ve influenciada por la comparación entre diferentes aspectos del self y el autoconcepto proyectado por otros.

Entre las propuestas, los autores destacan la idea de múltiples «yos» potenciales. Así, la Teoría de la Discrepancia del Yo de Higgins enriquece la comprensión de la identidad al considerar diferentes facetas y perspectivas de uno mismo.

Según explican los autores, esta teoría se centra en dos dimensiones cognitivas clave: los dominios del yo y las perspectivas sobre el yo. Los dominios del yo incluyen el yo actual, el yo ideal y el yo como debería ser. Según explican, se puede generar malestar emocional cuando hay discrepancias entre ellos. Además, las perspectivas del yo, propia y ajena, influyen en la interpretación y evaluación de estos dominios. Este proceso da lugar a seis representaciones básicas de los estados del yo.

De esta forma, la Teoría de la Discrepancia del Yo destaca cómo las discrepancias entre diferentes tipos de yo motivan la autorregulación y el cambio personal. Según Higgins, cada tipo de discrepancia produce un malestar específico.

Los autores también presentan un panorama integral del proceso de formación de la identidad. Así, destacan su naturaleza dinámica y la influencia de factores internos y externos en su desarrollo. A este respecto, se subraya la interacción activa del individuo con su entorno y la interpretación subjetiva de sus experiencias. En este sentido, exponen que la identidad es un proceso continuo y dinámico, donde la autorreflexión juega un papel crucial en la exploración y comprensión de la propia identidad a lo largo de la vida.

Asimismo, en la formación de la identidad se señala la importancia de la etapa adolescente. En esta etapa, los individuos buscan establecer una identidad coherente mediante la exploración de roles y valores. Además, juega un papel destacado la influencia de la negociación social, que implica adaptar la identidad personal a las normas y expectativas sociales. Según la Teoría de la Discrepancia del Yo, las discrepancias entre los diferentes aspectos del yo generan malestar psicológico y este malestar constituye la motivación para el cambio. Así, se menciona que las personas buscan reducir estas discrepancias ajustando su identidad personal, y que esta búsqueda está influenciada por estándares sociales y culturales.

En el artículo se presenta, además, un análisis exhaustivo de más de 100 publicaciones sobre la Teoría de la Discrepancia del Yo. Este análisis se realiza agrupándolos en tres ejes principales: auto-discrepancia y emociones, auto-discrepancia y relaciones, y auto-discrepancia y comportamiento.

A este respecto, los autores resaltan la motivación para el cambio como un tema central en todos los estudios, junto con la importancia de la congruencia entre el «yo actual» y el «yo ideal» en la evaluación de uno mismo y en la manifestación de estados emocionales. Además, se mencionan hallazgos significativos sobre la relación entre discrepancias del yo y psicopatología, así como la influencia de la discrepancia del yo en comportamientos de riesgo, como el consumo de alcohol.

Tras la revisión, los autores enfatizan la utilidad de la Teoría de la Discrepancia del Yo en su aplicación a diversos contextos y enfoques metodológicos, desde ámbitos académicos hasta aplicaciones en relaciones románticas y laborales.

En conclusión, el texto resalta que la identidad personal, desde la perspectiva constructivista, es un proceso dinámico y continuo en el que cada individuo construye activamente su percepción y posición en relación con su entorno. Se menciona que este proceso implica integrar diversas características personales y que los procesos de génesis y cambio en la identidad están interrelacionados, siendo especialmente activos durante la infancia y la adolescencia.

Los autores destacan la relevancia de la Teoría de la Discrepancia del Yo en la explicación de la motivación para el cambio de la identidad. Además, resaltan la evolución de la investigación sobre la Discrepancia del Yo, que ha trascendido hacia la psicopatología, el rendimiento académico y la formación de la identidad cultural. Los autores también señalan futuras líneas de investigación y destacan las aplicaciones prácticas de estos conocimientos en diversos ámbitos, desde el clínico hasta el laboral y el de la salud pública.

Fuente:

Bay-Alarcón, V., López-González, M. A., y Saúl, L. A. (2024). Identidad personal desde una perspectiva constructivista: una revisión narrativa centrada en la Teoría de la Discrepancia del Yo. Revista de Psicoterapia, 35(127), 85-96. https://doi.org/10.5944/rdp.v35i127.39568