«Tenemos que ser realistas, hoy en día, ni el gobierno autonómico, ni los demás responsables políticos regionales han tenido un verdadero compromiso con la profesión, más allá de gestos que ratifican la importancia de nuestra posición frente al discurso que manejamos y lo que ya es un clamor unánime: la ciudadanía y la sociedad civil sí han manifestado su demanda y compromiso y sí tienen claro que, en la región de Murcia, es necesario tener profesionales de la Psicología.
Solo esperamos que, más pronto que tarde, nuestros psicólogos clínicos y generales sanitarios figuren en número suficiente en el ámbito sanitario público, pues en el privado la asistencia está garantizada, que los psicólogos educativos ocupen el lugar que deberían dentro de los centros educativos para abordar y apoyar en la grave problemática que les afecta, que las psicólogas y psicólogos de la intervención social sean parte de la estructura básicas de los centros de los servicios sociales municipales».
Así lo ha manifestado la Decana saliente del COP Región de Murcia, María Fuster, como parte de su valoración global y despedida a la colegiación de dicho Colegio, realizada en nombre de la Junta de Gobierno del ejercicio 2021-2025, que cerrará su ejercicio con la toma de posesión del nuevo equipo de gobierno el próximo 13 de marzo.

Fuente: COP Región de Murcia. Foto: María Fuster, decana saliente, junto a Francisco Santolaya, presidente del Consejo General de la Psicología y Pilar Martín, todavía vicedecana del COPRM, durante una charla-coloquio realizada en el COP Murcia.
Fuster ha realizado un balance de la gestión interna realizada por su equipo de gobierno durante estos cuatro años destacando, entre otros aspectos, su propuesta de marca corporativa -con la constatación del uso frecuente del sello digital que realiza la colegiación (lo que amplía el efecto de reconocimiento de los profesionales colegiados de la Psicología)-, así como la actualización técnica informatizada realizada en la creación de una nueva web y en la nueva base de datos colegial, ambas herramientas, «imprescindibles para el avance y sostenimiento de los proyectos de moderna gestión colegial, difusión y comunicación y plataformas obligadas para el desarrollo de la formación».
Ha agradecido muy especialmente la dedicación y el esfuerzo realizado por tres órganos «tan importantes para el funcionamiento y desarrollo de la actividad colegial» y cuya labor todavía es desconocida para muchos: la Junta de Garantías, la Comisión Deontológica y la Comisión de Intrusismo. A este respecto, ha recordado las actuaciones desarrolladas de forma conjunta con el Consejo General de la Psicología, en aras de aunar sinergias y ampliar la visibilidad y alcance de estos tres órganos, poniendo de relieve la importancia de la colegiación, del cumplimiento del código deontológico y, especialmente, de la lucha contra el intrusismo.
Por otro lado, señalando la «existente, confusa y aparente confluencia de intereses en conflicto entre las distintas ramas profesionales de la Psicología», María Fuster ha abogado por la necesaria unificación, en aras de la cohesión de la profesión, que, según afirma, «solo se sostendrá frente a un mundo líquido que parece poner cada vez más en crisis a todo el conocimiento científico y social, académico y profesional de cualquier área, bajo la fortaleza, en el caso de la Psicología, de las premisas compartidas por el tronco común que la definen».
En la lucha contra el intrusismo, las administraciones competentes tienen una responsabilidad en la adecuada protección regulada de la profesión de la Psicología
De forma específica, Fuster ha advertido de la «peligrosa deriva» que está adquiriendo actualmente el intrusismo profesional, una grave situación en la que muy diversas disciplinas o pseudodisciplinas, bajo el paraguas de intereses espurios y, «más allá del límite de lo que cabe esperar de la deontología y de la buenas prácticas», se están atribuyendo competencias profesionales propias de la Psicología, pero sin la formación y competencias requeridas.
Ante esto, considera clave la rigurosa protección «en aras del interés superior de los derechos fundamentales, que han de garantizarse bajo la calidad de las actuaciones profesionales». Ha apelado aquí a la responsabilidad de las administraciones competentes y todas ellas en su conjunto, en su compromiso por una adecuada protección regulada de la profesión de la Psicología.
En ese sentido, ha recordado que la necesaria regulación de la Psicología permitirá un marco protegido para la profesión, constituyendo una garantía de calidad de las actuaciones, así como para las personas y, en especial, las más vulnerables.
Esto conlleva también la eliminación de posibles confusiones entre los propios profesionales de la Psicología, relativas a las competencias ligadas a los conocimientos y al ejercicio de los distintos modelos aplicados, «de lo que pueden o no pueden desarrollar otros profesionales de otras disciplinas en sus competencias y el freno a la perversión de aquello que “los vendedores de humo sin escrúpulos” prometen disfrazando de nuestro lenguaje, técnico y complejo, pero hecho accesible para facilitar su comprensión, en un mercado sin límites que juega con la salud y los intereses manipulativos para engrosar siempre las cifras de redito económico o político, alejándose todos, de los fines éticos reguladores de un orden de progreso y de respeto a los que se debería cualquier marco regulador».
María Fuster lamenta la falta de compromiso actual del gobierno autonómico y demás responsables políticos regionales con la Psicología
Teniendo en cuenta el papel clave del legislador, a la hora de implementar normativas que ordenen, articulen y protejan los servicios, desde la coherencia y el rigor, y siempre en pro del interés público, ha subrayado la importancia de la inclusión de la perspectiva psicológica en las políticas públicas, como principal objetivo de política colegial e institucional.
A esto añade «el gran reto y la incertidumbre frente a los cambios sociales y políticos que marcan las Tecnologías de la Información y Comunicación y la Inteligencia Artificial, imbricados ya en el mundo actual y futuro», y donde la Psicología desempeña un rol ineludible, «conocedora de los procesos que diseña la ingeniería tecnológica más avanzada y sus posibles efectos sobre el comportamiento humano». Ha lamentado aquí que las administraciones no vislumbren la importancia de los y las profesionales de la psicología, siendo las que aún no han iniciado los cambios necesarios para su transformación. En este sentido, a diferencia de Europa, «España va tarde y Murcia todavía no es consciente de su retraso».
En la misma línea, ha deplorado la falta de compromiso actual con la Psicología por parte del gobierno autonómico y de los demás responsables políticos regionales, aún a pesar de la demanda que vienen manifestando la ciudadanía y la sociedad civil relativa a la necesidad de contar con profesionales de la Psicología.
Destaca la necesidad de contar con psicólogos clínicos/as y generales sanitarios/as, psicólogos/as educativos/as y psicólogos/as de la intervención social
Dado lo anterior, la todavía Decana ha expresado la esperanza de que «más pronto que tarde, nuestros psicólogos clínicos y generales sanitarios figuren en número suficiente en el ámbito sanitario público, pues en el privado la asistencia está garantizada», y no sólo en el ámbito sanitario, sino también en el contexto educativo y social, contando con psicólogos/as educativos/as en los centros escolares y con psicólogos/as de la intervención social como parte de la estructura básica de los centros de servicios sociales municipales.
A este respecto, ha destacado la importante contribución de algunas publicaciones del COP Región de Murcia a la sensibilización y concienciación en torno a la necesidad de que los/as profesionales de la Psicología estén presentes en estos ámbitos, tales como el informe sobre el Estado de situación de la salud mental y del bienestar psicológico de la Infancia y adolescencia en la región de Murcia, la revisión del Código Deontológico, la edición del Manual de Emergencias Psicológicas y el informe Una oportunidad para el bienestar psicológico y la salud mental en la atención primaria de salud de la región de Murcia.
Manifiesta la esperanza de encontrar, en algún momento, responsables políticos con el «calado suficiente» para asumir los cambios que reclama la sociedad
Pese a las necesidades de la población, ha recordado que las administraciones tienen tiempos distintos, debiendo responder «a la conjugación territorial de múltiples intereses que entran en competencia y luchan contra conflictos de intereses que requieren de mucha valentía frente al cambio», a lo que se añaden las «inercias de las propias instituciones», que suponen un bloqueo para los avances y cambios necesarios frente a la transformación social.
Ante esto, ha manifestado la esperanza de encontrar, en algún momento, responsables políticos «con el calado suficiente» para asumir los cambios que reclama la sociedad, un objetivo que, espera, alcance la nueva junta de gobierno entrante.
Será la aún vicedecana del Colegio de Psicología de la Región de Murcia, Pilar Marín, quien asumirá las riendas del órgano colegial el próximo 13 de marzo en un acto en el que tomará posesión del cargo de decana, sustituyendo a María Fuster que ha estado al frente desde 2021.