¿La cirugía bariátrica mejora la salud mental del paciente o se requiere una atención en salud mental postoperatoria? Esta fue la pregunta de investigación de un estudio publicado en la revista The Lancet Child & Adolescent Health.
En los últimos años se observa una creciente demanda de cirugías bariátricas en adolescentes con obesidad severa. Sin embargo, el impacto psicológico a largo plazo de esta intervención no ha sido convenientemente explorado en los estudios anteriores. Por este motivo, los autores llevaron a cabo una investigación destinada a describir la prevalencia de visitas de atención médica en salud mental y la prescripción de fármacos psiquiátricos en adolescentes con obesidad severa sometidos a cirugía bariátrica. Los autores recopilaron información durante los 5 años anteriores a la cirugía y los primeros 10 años después de la cirugía. Asimismo, establecieron una comparación entre estos pacientes y adolescentes de la población general.
En total, los autores analizaron los datos de 1.554 adolescentes operados entre 2007 y 2017 y que tenían menos de 21 años en el momento de la cirugía. Cada paciente adolescente fue emparejado con diez adolescentes de la población general por edad, sexo y lugar de residencia. La atención psiquiátrica especializada y las recetas de fármacos psiquiátricos se obtuvieron de registros de datos a nivel nacional.
Los principales resultados del estudio muestran que:
- El 6.2% de pacientes y el 2.5% de controles acudieron a servicios de atención psiquiátrica 5 años antes de la cirugía. El 9.8% de pacientes y el 3.6% de controles recibieron psicofármacos por problemas de salud mental en el mismo periodo.
- En el año anterior a la cirugía, el 13.4% de pacientes y el 5.5% de controles realizaron consultas de atención en salud mental. Asimismo, el 20.6% de pacientes y el 8.5% de controles recibieron psicofármacos.
- 9 años después de la cirugía, se observa un repunte en la consulta de servicios de salud mental, con una diferencia entre el grupo de pacientes y el control del 12.0%. En concreto, el 17.6% de pacientes sometidos a cirugía fueron a consultas en salud mental frente al 5.7% de los controles.
- 10 años después de la cirugía, se observa un repunte en la prescripción de psicofármacos con una diferencia del 20.4% entre los grupos. Así, el 36.5% de los pacientes sometidos a cirugía estaban tomando psicofármacos frente al 16.0% de los controles.
- Respecto a consultas médicas por consumo de sustancias, un año antes de la cirugía, el 1.2% de los pacientes y el 1% de los controles acudieron a este tipo de servicios.
- 10 años después de la cirugía se observa una diferencia del 4.3% entre pacientes y controles. En concreto, el 5.1% de pacientes necesitó este tipo de servicios frente al 0.8% de los controles.
En definitiva, estos resultados indican un aumento sostenido en las visitas psiquiátricas y el consumo de psicofármacos después de la cirugía, con una atención especial requerida para los trastornos por uso de sustancias. La diferencia entre pacientes y controles se magnifica con el tiempo, subrayando la necesidad de una atención mental continua en esta población.
Los autores muestran su preocupación frente a los resultados. Los jóvenes que han sido operados por obesidad no mejoran su salud mental a pesar de una pérdida de peso significativa y permanente. Incluso, al contrario, se observa una evolución negativa tras la operación, sobre todo en el aumento del riesgo de problemas de alcohol.
De acuerdo con los autores, las implicaciones de estos hallazgos son significativas y sugieren varios puntos importantes a tener en cuenta:
- Necesidad de atención mental postoperatoria. Los adolescentes sometidos a cirugía bariátrica necesitan atención mental continua y especializada después del procedimiento.
- Énfasis en trastornos por uso de sustancias. El aumento en visitas relacionadas con trastornos por uso de sustancias después de 10 años destaca la necesidad de intervenciones específicas y preventivas en este grupo.
- Establecimiento de expectativas realistas. Los profesionales de la salud deben proporcionar información detallada y realista a los pacientes y sus familias antes de la cirugía, considerando el impacto a largo plazo en la salud mental.
- Diseño de intervenciones eficaces. Los resultados ofrecen una base sólida para el diseño de intervenciones de atención mental postoperatoria más efectivas y personalizadas, adaptadas a las necesidades individuales de los adolescentes sometidos a cirugía bariátrica.
En conjunto, estos hallazgos subrayan la importancia de adoptar un enfoque integral para la salud mental en el contexto de la cirugía bariátrica en adolescentes, con un énfasis particular en la prevención y el manejo de los trastornos psicológicos a largo plazo. Se trata del mayor estudio de jóvenes sometidos a cirugía bariátrica realizado hasta la fecha.
Fuente:
Bruze, G., Järvholm, K., Norrbäck, M., Ottosson, J., Näslund, I., Söderling, J., … & Neovius, M. (2023). Mental health from 5 years before to 10 years after bariatric surgery in adolescents with severe obesity: a Swedish nationwide cohort study with matched population controls. The Lancet Child & Adolescent Health.