La AEP insta a actuar por la salud mental infanto-juvenil
09 Oct 2024

Los efectos de la pandemia de COVID-19 han agudizado una situación que ya existía, elevando las tasas de trastornos mentales en niños, niñas y adolescentes hasta un 47%. El incremento de episodios de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y adicciones entre los problemas de salud mental infanto-juvenil, así como de conductas autolesivas y suicidas exige una respuesta urgente de la sociedad y de los/as profesionales sanitarios.

Así lo afirma la Asociación Española de Pediatría (AEP) (sociedad científica que representa a cerca de 13.000 pediatras que trabajan tanto en el ámbito hospitalario como de atención primaria) en un manifiesto publicado con motivo del Día de la Pediatría 2024, celebrado ayer, 8 de octubre, una fecha en la que se pone el foco en la alarmante situación de deterioro de la salud mental que están sufriendo los y las menores españoles, enumerando, para ello, los principales desafíos relacionados con la salud mental y planteando propuestas para enfrentar esta crisis.

Bajo el lema ‘Pediatría y salud mental: construyendo futuros saludables’, y dirigido tanto a las autoridades sanitarias, educativas y sociales como a las instituciones, el manifiesto hace un llamamiento a la acción para fijar la atención en “uno de los mayores retos sanitarios de nuestra época”: la salud mental infanto-juvenil, recogiendo una serie de propuestas claras para hacer frente a los problemas de esta índole y detener el incremento de casos durante las primeras etapas de la vida.

Fuente: freepik. Foto: prostooleh. Fecha: 07/10/24

Tal y como advierte la AEP, las cifras de salud mental entre este sector de la población tan vulnerable no han dejado de aumentar en los últimos años, alcanzando cotas alarmantes: “si antes de la pandemia de COVID-19 la situación ya era complicada, puesto que aproximadamente el 10% de los niños y el 20% de los adolescentes padecía algún tipo de trastorno mental, el escenario actual es de absoluta emergencia, pues la cifra se ha disparado a hasta un 47% desde entonces”

De acuerdo con los/as expertos/as, este grave problema de salud mental “no sólo genera un sufrimiento profundo en los menores, sino que afecta de manera crítica su desarrollo y bienestar futuro”. Si bien los pediatras suelen ser los primeros en detectar señales de alerta, admiten que necesitan “de una estructura robusta para abordar esta creciente demanda asistencial”, por lo que urgen a implementar programas de prevención de salud mental desde los primeros niveles de atención, con protocolos específicos para el cribado en edades clave y la intervención temprana en las escuelas y los centros de salud.

La AEP aboga por un enfoque multidisciplinar para garantizar una atención integral y efectiva a los y las menores con problemas de salud mental

Según advierten, la magnitud de este problema “ha superado la capacidad actual de los servicios de salud mental”. En muchos casos, los/as pediatras no cuentan con la formación específica para abordar trastornos mentales complejos y a esto se añade la escasez de psiquiatras infantiles y psicólogos clínicos en los centros hospitalarios y ambulatorios, agravando aún más la situación.

A este respecto, consideran crucial que los y las residentes en pediatría roten durante su formación en servicios de psiquiatría infantil y que los/as profesionales en ejercicio tengan acceso a formación continuada. Sin embargo, dado que “no basta con los esfuerzos de los pediatras”,  es fundamental contar con un enfoque multidisciplinar, fortaleciendo la colaboración entre psicólogos/as clínicos, psiquiatras, enfermeros/as, pediatras de atención primaria, trabajadores/as sociales y educadores, para así poder ofrecer una atención integral y personalizada a cada paciente. En este sentido, el manifiesto insta a crear equipos multidisciplinares en los centros de atención primaria, donde los pediatras puedan trabajar de manera coordinada con otros especialistas para garantizar una atención integral y efectiva a los niños, niñas y adolescentes con trastornos de salud mental.

La importancia de la detección temprana ante el aumento de la gravedad de los casos en menores

La AEP se hace eco del aumento de hospitalizaciones e ingresos en unidades psiquiátricas infantiles, así como de la gravedad en los casos atendidos, lo que, a su juicio, “refleja una intervención tardía» y evidencia la necesidad de mejorar la detección precoz y de brindar una respuesta temprana en las primeras etapas.

A este respecto, pide aumentar los recursos hospitalarios y el desarrollo de programas de hospitalización de día y atención domiciliaria, para evitar así la saturación de los hospitales y garantizar un tratamiento adecuado a los casos más graves.

El rol clave de las familias en la salud mental de la infancia y la adolescencia

Teniendo en cuenta que las familias desempeñan un rol fundamental en el bienestar mental de los/as menores y que la falta de herramientas para identificar y manejar problemas de salud mental en el hogar es un desafío que puede agravar la situación, el manifiesto insta a establecer alianzas entre profesionales de la salud, familias y entidades del ámbito educativo y social, para implementar programas de apoyo y formación que acompañen y guíen a las familias, ayudándoles también a identificar problemas y actuar de forma temprana.

La salud mental infanto-juvenil es una prioridad

La Asociación manifiesta que el reconocimiento de la Psiquiatría Infantil y Adolescente como especialidad “ha sido un paso adelante que responde a la evolución de los conocimientos científicos y a la creciente demanda asistencial en este ámbito”, si bien, es “insuficiente para afrontar los retos actuales”. En esta misma línea, solicitan el reconocimiento oficial de las especialidades pediátricas para mejorar la calidad de la atención dentro de su campo de actuación.

El manifiesto concluye recordando que la protección de la salud mental de niños/as y adolescentes es una prioridad y subrayando la relevancia de trabajar de forma conjunta por una infancia y adolescencia más saludable, tanto física como mentalmente. Para ello, hace un llamamiento a “las autoridades sanitarias, a los gestores de los servicios de salud, educativos y sociales y a la sociedad en su conjunto, a apoyar esta causa y a proporcionar los recursos necesarios para construir un futuro saludable para nuestras próximas generaciones”.

Se puede acceder al comunicado completo desde la página Web de la AEP o bien directamente aquí:

Pediatría y salud mental: construyendo futuros saludables

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