¿Qué aspectos se deben tener en cuenta en la intervención psicológica con mujeres con trastorno mental grave? Este el foco de atención de la guía de la Asociación Americana de Psicología (APA), titulada «Guidelines for Psychological Practice with Women with Serious Mental Illness».
La guía tiene como finalidad ofrecer recomendaciones para la prestación de servicios psicológicos de calidad a mujeres con trastorno mental grave.
Según señala la APA, los profesionales de la Psicología deben ser conscientes de las necesidades únicas de este grupo y promover una atención integral y centrada en la persona. Resulta, además, esencial adoptar una perspectiva de género en salud mental porque el género es un determinante crítico de la salud mental y la enfermedad. Al adoptar una perspectiva de género en la práctica clínica, los profesionales de la Psicología pueden proporcionar una atención más sensible a las necesidades de las mujeres con trastornos mentales graves y abordar los factores sociales y culturales que contribuyen a su malestar psicológico. Esto puede mejorar significativamente los resultados del tratamiento y la calidad de vida de estas mujeres.
Según el documento, varios factores sociales, culturales y ambientales pueden afectar la salud mental de las mujeres e interferir en el proceso terapéutico. Algunos de estos factores incluyen:
- La discriminación de género y la desigualdad económica y social.
- La exposición a la violencia sexual y doméstica.
- La falta de acceso a recursos financieros, vivienda segura, atención médica adecuada y apoyo social.
- Las expectativas culturales en torno al papel de la mujer en la familia y la sociedad.
- Las barreras lingüísticas o culturales que pueden dificultar el acceso a servicios de salud mental adecuados.
- Los estereotipos culturales sobre los trastornos mentales que pueden impedir que las mujeres busquen tratamiento.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, en la práctica psicológica con mujeres con trastorno mental grave se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Proporcionar una atención orientada a la recuperación a las mujeres con trastornos mentales graves, reconociendo su derecho a la autodeterminación. Es decir, se debe reconocer el derecho de las mujeres con trastornos mentales graves a tomar decisiones informadas sobre su tratamiento y recuperación. La atención orientada a la recuperación se centra en ayudar a las personas a vivir una vida satisfactoria y significativa, en lugar de simplemente tratar sus síntomas. Este enfoque permite desarrollar un sentido de control de las mujeres en su proceso de recuperación.
- Ser conscientes de las normas de género, las expectativas, el sesgo y la discriminación y cómo estos factores afectan la salud mental y la autoestima de las mujeres. Los profesionales de la Psicología deben ser conscientes de estos factores para poder proporcionar un tratamiento más sensible y personalizado a las mujeres.
- Reconocer que las mujeres con trastornos mentales graves pueden tener múltiples roles, derivadas de su origen, orientación sexual, género, religión y discapacidad, y que estas identidades pueden interactuar entre sí para influir en su experiencia con el trastorno mental. Tener en cuenta estos aspectos permite proporcionar un tratamiento más sensible y personalizado a sus necesidades individuales.
- Actuar con precaución a la hora de establecer un diagnóstico en salud mental, evitando el sesgo de género en las evaluaciones y diagnósticos. Históricamente las mujeres han sido diagnosticadas con mayor frecuencia con trastornos mentales y han sufrido un mayor estigma.
- Emplear prácticas y evaluaciones informadas sobre el trauma de las mujeres con trastornos mentales graves. Se debe reconocer el impacto del trauma en la vida de las mujeres con trastornos mentales graves, especialmente aquellas que han experimentado abuso en el pasado. En este sentido, la atención informada sobre el trauma implica comprender cómo el trauma puede afectar la salud mental y física de una persona y cómo puede influir en su comportamiento y relaciones. Al utilizar prácticas y evaluaciones informadas sobre el trauma, los profesionales de la Psicología pueden proporcionar un tratamiento más efectivo y sensible a las necesidades individuales.
- Detectar, evaluar y abordar los efectos del abuso sexual, la agresión y la explotación entre las mujeres con trastornos mentales graves.
- Ser conscientes de las desigualdades sociales y económicas que enfrentan las mujeres con trastornos mentales graves. Estas mujeres pueden tener dificultades para acceder a recursos básicos como el empleo con apoyo, la vivienda y la educación. Además, estas mujeres también pueden enfrentar barreras adicionales debido a su género y otros factores como la raza/etnia.
- Apoyar a las mujeres en su capacidad para elegir cómo desempeñar sus roles familiares. Esto incluye ayudar a las mujeres a identificar sus propias necesidades y metas, y trabajar con ellas para encontrar formas de equilibrar sus responsabilidades familiares con otras áreas importantes de su vida, como el trabajo y la educación.
- Esforzarse en mejorar la red de apoyo entre pares de mujeres con trastornos mentales graves para superar las barreras sociales causadas por el estigma y los síntomas de salud mental. Esto incluye ayudar a las mujeres a conectarse con otras personas que puedan entender sus experiencias y brindarles apoyo emocional y práctico. Estas intervenciones reducen las barreras sociales causadas por el estigma y los síntomas de salud mental, mejorando el bienestar general de las mujeres.
- Asegurar la seguridad de las mujeres con trastornos mentales graves para reducir el riesgo de suicidio y mejorar sus estrategias de afrontamiento. Es decir, los profesionales de la Psicología deben prestar atención a la seguridad física y emocional de estas mujeres. Esto incluye evaluar el riesgo de suicidio y tomar medidas para reducir ese riesgo, así como ayudar a las mujeres a desarrollar habilidades y estrategias efectivas para manejar su malestar psicológico.
- Incorporar el tratamiento del uso de sustancias como un componente en la atención en mujeres con trastornos mentales graves, según sea necesario.
- Ser conscientes de los riesgos específicos que enfrentan las mujeres con trastornos mentales graves durante una crisis de salud global como la pandemia de Covid-19. Esto incluye prestar atención a cómo la pandemia puede afectar a su salud física y mental, así como a su bienestar general.