1 de cada 10 adultos en todo el mundo tiene diabetes. Más del 90% presenta diabetes Tipo 2. Cerca de la mitad aún no han sido diagnosticadas. En muchos casos, la diabetes Tipo 2 y sus complicaciones se pueden retrasar o prevenir adoptando y manteniendo hábitos saludables. Cuando no se detecta y trata a tiempo, la diabetes puede provocar complicaciones graves y potencialmente mortales. Para las personas que viven con diabetes, la concienciación y el acceso a la información correcta y a los mejores tratamientos y herramientas disponibles para apoyar el autocuidado es vital para retrasar o prevenir complicaciones.

Estos son algunos datos clave recogidos por la Federación Internacional de Diabetes (IDF-International Diabetes Federation) con motivo del Día Mundial de la Diabetes, celebrado ayer, 14 de noviembre, una fecha instaurada por la FID junto con la OMS, con el propósito concienciar sobre esta enfermedad y sus riesgos, así como la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno.

Bajo el lema “Conocer los riesgos es conocer la respuesta”, la campaña se centra en la importancia de conocer el riesgo de padecer diabetes tipo 2, para ayudar a retrasar o prevenir la afección, resaltando el impacto de las complicaciones relacionadas con la diabetes y la trascendencia de poder acceder a la información y la atención adecuadas para garantizar un tratamiento y abordaje oportunos.

A este respecto, un reciente estudio publicado en la revista de Psicología de la Salud y Medicina Conductual (Health Psychology and Behavioral Medicine), pone de relieve la importancia de considerar los factores psicológicos como parte de la atención integral de la Diabetes, para mejorar la calidad de vida, la carga emocional y facilitar el logro de objetivos metabólicos.

Es fundamental un enfoque multidisciplinar, que tenga en cuenta los aspectos psicológicos y sociales del manejo de la diabetes

Como bien definen los autores de este estudio, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es una enfermedad crónica que afecta el bienestar general de la persona que la presenta, incluida la salud mental. Los procedimientos de manejo habituales consisten en una variedad de cambios en el estilo de vida, que pueden percibirse como estresantes, costosos y que requieren mucho tiempo. En este sentido, las personas pueden sentirse abrumadas por las exigencias del autocuidado o pueden preocuparse y reflexionar sobre complicaciones existentes o futuras, lo que aumenta la angustia relacionada con la diabetes, derivando en una carga psicológica significativa, una menor autoeficacia, un autocuidado y un control glucémico deficiente y una menor adherencia al tratamiento.

Según señala el artículo, las personas que conviven con DM2 tienen el doble de probabilidades de sufrir síntomas ansioso-depresivos, en comparación con la población general. Así, estos síntomas, añadidos a las preocupaciones relacionadas con el manejo de enfermedades y los problemas psicológicos y sociales, incrementan la probabilidad de tener un control glucémico deficiente, de inactividad física y de experimentar una mala calidad de vida.

Ante esto, sus autores, consideran fundamental un enfoque multidisciplinar, desde la primera evaluación clínica y durante todo el plan de tratamiento, con el fin de establecer objetivos realistas e individualizados, teniendo en cuenta los aspectos psicológicos y sociales del manejo de la diabetes.

La evidencia señala la importancia de integrar intervenciones cognitivo-conductuales que busquen mejorar el bienestar psicológico

Concretamente, los tratamientos psicológicos, incluida la terapia cognitivo-conductual, buscan mejorar la adherencia terapéutica y su percepción sobre la importancia del cambio de comportamiento, promover la regulación emocional, desarrollar estrategias de afrontamiento adecuadas y reducir el malestar relacionado con la enfermedad, basándose, para tal fin, en el establecimiento de objetivos y la resolución de problemas. Todos estos cambios en las variables psicológicas, también conocidos como ajuste psicológico, se asocian con un mejor control metabólico y un mayor bienestar.

Con el objetivo de determinar en qué medida los cambios metabólicos pueden predecirse mediante el ajuste psicológico, los autores de este estudio han analizado los cambios en la calidad de vida, la angustia, la ansiedad y la depresión relacionadas con la diabetes en una muestra de 1.208 personas con diagnóstico reciente (tiempo inferior a 5 años), que han recibido una intervención cognitivo-conductual como parte de un programa de atención integral para lograr un manejo exitoso de la enfermedad.

Los resultados evidencian la importancia de integrar intervenciones cognitivo-conductuales que busquen mejorar el bienestar psicológico, de cara a lograr y mantener el control metabólico y la adherencia terapéutica, tanto a corto como a largo plazo.

De acuerdo con los investigadores, uno de los principales hallazgos revela que el cambio clínico y estadístico en la calidad de vida “puede ser atribuible a la intervención cognitivo conductual implementada”. Asimismo, se observa una asociación significativa entre la calidad de vida y el control metabólico. Según señalan, “la percepción favorable del autocuidado contribuye a mantener cambios de comportamiento y, por tanto, un mejor control metabólico a largo plazo”.

Se observa una asociación positiva entre satisfacción general con el tratamiento y el cambio de conducta necesario para alcanzar metas terapéuticas y adoptar estrategias de afrontamiento funcionales

Tal y como indican, el constructo de calidad de vida comprende elementos que se abordan en la intervención mediante la resolución de problemas, el manejo del estrés o la planificación de acciones. De este modo, afirman, «el manejo psicológico ayuda a reducir el impacto del tratamiento, abordando barreras como el mal manejo de la hipoglucemia, el tiempo dedicado al tratamiento o la interferencia que la diabetes tiene en general en las actividades diarias de las personas«. Se registra una asociacion positiva entre la satisfacción general con el tratamiento y el cambio de conducta necesario para alcanzar metas terapéuticas y adoptar estrategias de afrontamiento funcionales.

Los hallazgos revelan que las personas lograron reducir su carga emocional asociada a la enfermedad en general y al autocuidado. Para los autores, esto puede explicarse ante el hecho de que la experiencia de angustia puede haberse reducido en función de las estrategias de afrontamiento aprendidas, lo que a su vez mejora los procesos de adaptación y aceptación hacia el diagnóstico, aumentando también la motivación.

Es imprescindible la identificación adecuada de los aspectos psicológicos y dotar a las personas de herramientas necesarias para mejorar su adaptación psicológica y su calidad de vida

Finalmente, el estudio detecta un desvanecimiento en el efecto de la intervención entre la evaluación post-test y el seguimiento. Una posible explicación es que durante este tiempo (un año), las personas podrían fallar en el cumplimiento de las recomendaciones médicas y de los hábitos saludables recientemente adquiridos. Algunos factores descritos en la literatura incluyen la percepción de falta de efectividad del tratamiento médico, el estrés laboral y la presión social. En este sentido, acortar el espacio entre periodos de seguimiento e incluir activamente al círculo familiar son posibles soluciones, dado que «las redes de apoyo social juegan un papel esencial en la adherencia al tratamiento, tanto en la consecución de los objetivos establecidos como en la prevención de recaídas «.

Para los autores, el estudio avala la evidencia sobre la importancia de incluir la evaluación de los aspectos psicológicos, como parte del programa de atención integral en diabetes, ya que gran parte de las dificultades que enfrentan las personas durante el tratamiento suelen estar ligadas a estas variables. Se hace imprescindible identificarlos adecuadamente y dotar a las personas de las herramientas necesarias para mejorar su adaptación psicológica y su calidad de vida.

Fuente: Velázquez-Jurado, H., Flores-Torres, A., Pérez-Peralta, L., Salinas-Rivera, E., Valle-Nava, M.D., Arcila-Martínez, D., Hernández-Jiménez, S. & CAIPaDi Study Group (2023). Cognitive behavioral treatment to improve psychological adjustment in people recently diagnosed with type 2 diabetes. Health Psychology and Behavioral Medicine, 11(1): 2179058.