¿Cómo se puede establecer un sistema sanitario equitativo, centrado en las personas y más resiliente en España? Este fue el objeto de debate de un equipo de expertos académicos y representantes políticos de nuestro país, cuyas conclusiones se presentan en un artículo en la revista The Lancet. El artículo lleva por título Towards an equitable people-centred health system for Spain.
En un esfuerzo conjunto para abordar los desafíos del sistema de salud en España, el texto detalla las conclusiones establecidas por un equipo de expertos y representantes políticos de una variedad de partidos. Los participantes de este debate proponen desarrollar una estrategia de atención integral para una sociedad saludable en España, subrayando la importancia de la transformación de la Atención Primaria y el fortalecimiento de otros profesionales, incluidos los psicólogos. Además, resaltan la necesidad de un enfoque centrado en la persona, es decir, un enfoque que vaya más allá del proceso patológico, buscando consensos para construir un sistema sanitario equitativo.
En el artículo se reconoce el impacto profundo de la COVID-19 en España, resaltando sus efectos en el sistema sanitario y en los profesionales de la salud. Asimismo, también se explica el complicado contexto político actual. Según indican los autores, desde las elecciones nacionales de julio de 2023, España se enfrenta a una polarización pública y a una falta de mayorías claras.
En medio de este contexto, no obstante, se creó un equipo de trabajo integrado por académicos y líderes políticos de un amplio espectro de partidos. Tal y como señalan los autores, la iniciativa tuvo como finalidad establecer propuestas para rediseñar “un sistema de salud equitativo y centrado en las personas”, capaz de enfrentar los desafíos presentes y futuros. Asimismo, se buscó poner en evidencia la viabilidad de establecer consensos entre diferentes partes.
A lo largo de tres encuentros, el equipo estableció un consenso sobre la necesidad de cambiar el enfoque del sistema de salud español, establecer valores compartidos y prioridades clave para una reforma sanitaria. Tal y como se indica en el texto, “un elemento central del consenso fue el reconocimiento unánime de que modernizar nuestro sistema de salud requiere un cambio de un enfoque centrado en la enfermedad a uno que se centre en la salud de la población a través de la promoción y la prevención de la salud, abordando al mismo tiempo los determinantes sociales, comerciales y políticos de la salud”. Asimismo, el grupo de trabajo mostró su acuerdo en la defensa de una serie de valores, entre los que destaca la equidad y el enfoque centrado en las personas.
Entre las prioridades identificadas se incluye abordar el problema del liderazgo político , la crisis de recursos humanos y las estrategias de financiamiento. Asimismo, se sugiere fortalecer la atención primaria, integrar innovaciones de manera equitativa y adoptar enfoques sistémicos para aliviar la fragmentación en la atención médica. También se destaca la importancia de integrar los servicios de salud con los servicios sociales y fomentar la participación comunitaria.
En detalle, se discute la necesidad de abordar el liderazgo gubernamental del sistema de salud, enfatizando la efectividad y responsabilidad de los líderes políticos. A este respecto, se destaca la importancia de mejorar la capacidad de liderazgo. Además, se plantea la importancia de adoptar un enfoque integral, multisectorial y coordinado en la política sanitaria. Este enfoque debería contar con asesoramiento científico integrado y la participación activa de comunidades y poblaciones vulnerables.
En cuanto a la crisis de recursos humanos, el grupo de trabajo destaca la urgencia de abordarla. Se reconoce que el sistema sanitario se enfrenta a una creciente demanda de servicios y a una escasez en la fuerza laboral. A este respecto, los integrantes del grupo de trabajo proponen mejorar las condiciones laborales, entre otros aspectos. Asimismo, plantean la necesidad del cuidado de la salud mental y bienestar de los profesionales sanitarios, incluyendo el acceso a apoyo psicológico si fuese necesario.
Por otro lado, se sugiere optimizar la eficiencia del personal. Entre otras medidas se menciona la reducción de la burocracia y la reorganización del sistema de salud, ampliando los servicios en atención primaria de salud.
Además, se subraya la importancia de establecer una financiación adecuada para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema de salud. En esta línea, se plantea una necesidad urgente de establecer reformas en la financiación para aumentar los recursos y revisar la distribución actual.
Asimismo, se reconoce la importancia de transformar la prestación de servicios en respuesta a las transiciones epidemiológicas y la prevalencia creciente de multimorbilidad. Para ello, se debe adoptar la atención primaria como orientación del sistema de salud. Los expertos acordaron tres áreas clave que requieren atención inmediata.
En primer lugar, “mejorar la atención primaria de alta calidad a través de cambios organizacionales y nuevos roles profesionales, como el desarrollo de nuevos equipos con fisioterapeutas, nutricionistas y psicólogos, entre otros”.
Además, sugieren garantizar una continuidad longitudinal personalizada en Atención Primaria y la integración del sector social en un marco integral de atención sanitaria. Según se indica en el texto, se debe “mejorar la coordinación en todos los niveles de atención, abarcando la atención primaria, la atención especializada, los servicios de salud mental y los sistemas de apoyo socia”.
La propuesta también destaca la importancia de involucrar a pacientes y comunidad en la planificación para garantizar un sistema de salud centrado en las personas. Además, se reconoce el potencial transformador de diversas áreas, como innovaciones terapéuticas, la organización de la prestación de servicios y avances tecnológicos.
El equipo de trabajo también propone, finalmente, desarrollar una Estrategia Integral para una Sociedad Saludable en España para los próximos 10 años. Para ello, proponen un proceso de participación inclusivo. Este proceso debe involucrar a “una amplia gama de partes interesadas, incluidos académicos, políticos, formuladores de políticas, asociaciones profesionales, asociaciones de pacientes y comunidades”, indican en el texto.
Finalmente, al asumir la Presidencia de la UE, consideran que esta colaboración es una oportunidad única para inspirar a otros países europeos. Resaltan, en este sentido, la necesidad de cultivar la confianza entre la población y los políticos. Para ello, es prioritario alejarse de conflictos recurrentes y fomentar la construcción de consensos y la colaboración entre las diferentes partes.
Fuente:
Legido-Quigley, H., Berrojalbiz, I., Franco, M., Gea-Sánchez, M., Jaurrieta, S., Larrea, M., … & Zapata, T. (2023). Towards an equitable people-centred health system for Spain. The Lancet.