La naturaleza repentina de la experiencia de un accidente de tráfico que puede dar lugar a un daño cerebral, así como las implicaciones que esta lesión puede tener a nivel funcional, conductual, emocional y cognitivo para la persona afectada, supone una enorme fuente de estrés e impacto psicológico para los familiares. Así lo explica la Guía de Daño cerebral y familias – atención psicológica a familias de personas con traumatismo craneoencefálico por accidentes de tráfico elaborada por FEDACE (Federación Española de Daño Cerebral), con el objetivo de sensibilizar sobre las necesidades psicológicas de estas familias y proporcionar recomendaciones a los profesionales de la Psicología para una adecuada valoración e intervención con las personas afectadas. Tal y como señala FEDACE, en España se estima que cada año se producen más de 100.000 casos nuevos de daño cerebral adquirido. En la mayoría de las ocasiones, este daño cerebral se debe a un ictus cuyo origen es un traumatismo craneoencefálico derivado de un accidente de tráfico, de forma que se calcula que actualmente más de 420.000 familias en España conviven con este problema. |
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La guía, en sus diferentes capítulos, aborda cuál es el impacto del daño cerebral adquirido en la vida familiar y las necesidades psicológicas que pueden presentar los familiares, qué aspectos se deben tener en cuenta en la valoración en las familias con personas con daño cerebral y qué actuaciones de apoyo y estrategias de intervención se pueden realizar, incluyendo el afrontamiento de la pérdida y otras técnicas de soporte, tales como psicoeducación, grupos apoyo y autoayuda. intervención psicológica individual y de familia y ocio terapéutico. Tal y como señala FEDACE en la guía, el apoyo psicológico constituye una ayuda esencial tanto en la primera fase tras un traumatismo craneoencefálico como en las posteriores. En un primer momento, este tipo de ayuda permite reducir el sufrimiento psicológico de los familiares ante la incertidumbre sobre la pérdida de capacidades de la persona o su dolor, el miedo al futuro y las posibles consecuencias que pueda tener en la familia, la programación de los cuidados y atención que requerirá la persona, etc. Asimismo, la ayuda psicológica permite detectar y corregir las estrategias de afrontamiento inadecuadas y otros riesgos que pueden influir negativamente en la salud mental de los familiares, tales como, el aislamiento social, la falta de recursos y conocimiento sobre los cuidados, la frustración y agotamiento emocional de los cuidados, el cambio en las relaciones y roles familiares, etc. Se puede acceder a la normativa en el siguiente enlace: | ||||
En nuestras manos está acabar con los accidentes de tráfico
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