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Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz está trabajando actualmente en determinar los factores neurocognitivos y psicológicos relacionados con el manejo de vehículos aéreos no tripulados o drones. Estos factores humanos como se les conoce en Psicología (del inglés human factors) son de vital importancia en la industria aeroespacial aunque en el novedoso campo de los drones aún no está recibiendo la atención que merece. Es importante determinar los aspectos humanos del manejo de estas máquinas ya que detrás de cada una hay una persona ejerciendo su control. En un momento en el que en nuestro país se está debatiendo acerca del marco legal de utilización y capacitación para pilotar este tipo de máquinas, consideramos de máxima importancia que se tengan en cuenta los aspectos psicológicos implicados tanto en el diseño o habilidades de pilotaje como en la definición y valoración de las aptitudes idóneas para su manejo. Miguel Angel Ramallo, bajo la dirección del Dr. Gabriel González de la Torre está estudiando estos factores en relación a la utilización de drones y su papel en equipos mixtos humano/ robot. Este equipo tiene experiencia en el campo de la Psicología Aeroespacial, habiendo colaborado con la Agencia Espacial Europea (ESA), en proyectos para el estudio de aspectos psicológicos en experimentos de simulación espacial como Mars 500 y cuenta con una pionera presencia internacional en este campo. | |||
El rendimiento humano se ve afectado por una variedad de influencias y tareas tanto internas como ambientales. Ejemplos de estos factores pueden ser: estrés y fatiga, pérdida de sueño, reducción de la motivación, inadecuada habilidad o entrenamiento, temperatura ambiental o carga de trabajo entre otras. Es importante, por tanto, estudiar cómo afectan estas variables a los operadores de drones ya que en muchas ocasiones su utilización será de gran interés en situaciones de emergencia o salvamento, otras tareas de carácter civil (inspección de instalaciones industriales de difícil acceso, agricultura, etc.), así como por supuesto en el campo militar. Los primeros resultados obtenidos de esta investigación, que pronto serán publicados, muestran cómo una de las variables de la percepción subjetiva de carga de trabajo o de la complejidad de la tarea, como es la demanda mental, juega un papel importante, mostrando que aquellos sujetos que comenten más errores en el manejo de un dron puntúan más alto en esta variable relacionada con la carga de trabajo. Otros factores que se están estudiando son aquellos relacionados con la fatiga, calidad de sueño y la demanda situacional, por ejemplo en ambientes extremos, ya que en dichos ambientes estas máquinas pueden resultar especialmente prácticas en las tareas científicas y de exploración o también en misiones de rescate. Para medir la carga de trabajo se utiliza una versión adaptada del test NASA TLX de carga de trabajo. En otras ocasiones se ha utilizado software cedido por Wyle Labs (NASA), como el WINSCAT (The Spaceflight Cognitive Assessment Tool for Windows) utilizado para medir aspectos neurocognitivos del desempeño en astronautas y pilotos. Los sistemas computerizados son importantes para la evaluación del factor humano especialmente en el ámbito aeroespacial tanto para valorar posibles aspectos relacionados con el funcionamiento cognitivo y emocional de los pilotos como también para el entrenamiento y las simulaciones de vuelo incluyendo los sistemas de realidad virtual. De hecho los sistemas FPV (first person view) son cada vez más comunes en algunos sistemas de manejo de drones. Estos sistemas FPV permiten a la persona que pilota el dron observar sus evoluciones en primera persona gracias a la cámara que porta el dron en la pantalla de un ordenador, tablet o dispositivo específico del fabricante. También al estar integrados en computadoras pueden ofrecer diversos cálculos sobre trayectorias, GPS y otros parámetros que la persona que lo maneja debe operar para controlar el uso óptimo del dron. Los equipos mixtos humano/robot son claramente heterogéneos y cada agente proporciona una única capacidad. Los vehículos proporcionan información in situ, y los operadores humanos proporcionan las capacidades cognitivas necesarias para procesar tal información y completar la tarea. Con el fin de atender una determinada misión o tarea, un dron necesita viajar hasta la localización del objetivo y, una vez allí, dicho dron necesita de la asistencia de un operador humano para finalizar la tarea. Una vez un operador comienza a asistir al dron, el tiempo hasta completar la tarea se asume que es puramente determinado por la capacidad cognitiva del operador humano y por ello es tan importante el estudio de cómo estos factores humanos afectan a este rendimiento. Sabemos que los drones están aquí para quedarse y que este sector tecnológico se expandirá en el futuro próximo. Mientras estas máquinas no sean controladas por otras máquinas, habrá un humano detrás y por tanto una Psicología que estudiar e investigar. Al igual que sucede actualmente en el mundo de la aviación, del estudio de esos operadores humanos dependerá el resultado de la tarea desempeñada junto a la máquina. | |||
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