Los y las adolescentes tiene una baja percepción de riesgo sobre el cannabis, considerándola una sustancia segura y siendo muy influenciables por la presión social de sus pares y figuras afines. Esta es una de las preocupantes conclusiones de un estudio realizado en el marco de un proyecto financiado por el Plan Nacional de Drogas y publicado en la revista Gaceta Sanitaria, a través del cual se analizan las percepciones de la población adolescente sobre el consumo de cannabis, estudiando los factores incentivadores y desincentivadores para el consumo.
Tal y como señalan los autores del estudio, el consumo de cannabis entre los y las adolescentes constituye “un grave problema de salud pública”, relacionándose con problemas de salud mental, trastornos de la memoria y del aprendizaje, bajo rendimiento escolar e incremento de las conductas de riesgo, como el consumo de otras drogas y la delincuencia.
Sin embargo, pese a la evidencia en torno a los efectos nocivos que tiene para la salud, en España, la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España ESTUDES sitúa al cannabis como la sustancia ilegal con mayor prevalencia de consumo entre la población de 14 a 18 años, consumido por el 26,9% alguna vez en la vida y diariamente por el 1,3%.
Para los autores, la baja percepción de riesgo sobre el cannabis entre los y las adolescentes, junto a su fácil accesibilidad, podrían explicar su alta prevalencia de consumo en esta población. Consideran fundamental conocer las razones que motivan el consumo y que explican el riesgo percibido, para poder desarrollar políticas sanitarias y educativas dirigidas a su prevención en adolescentes, más aún, en el contexto actual, en el que se viene debatiendo su legalización en España, “es especialmente crítico que los profesionales sanitarios y los responsables políticos” comprendan estos factores.
Dado lo anterior, han llevado a cabo este estudio, consistente en una revisión sistemática con metasíntesis, siguiendo las directrices PRISMA. Para ello han realizado búsquedas en MedLine, Embase, APA PsycInfo, Web of Science y Cochrane, utilizando descriptores y términos libres.
Se han incluido estudios cualitativos publicados entre 2000 y 2024 dirigidos a evaluar la percepción de la población adolescente de 10 a 19 años sobre el consumo, los efectos y los riesgos del consumo de cannabis, solo o en combinación con otras drogas legales. La calidad de los estudios se ha evaluado mediante la herramienta CASP. De los 3.665 artículos seleccionados, 22 cumplen criterios de elegibilidad.
El análisis de datos revela tres líneas argumentales ligadas al consumo de cannabis: razones para el consumo, motivos para no consumir y efectos percibidos. A continuación, resumimos cada una de ellas:
Razones para el consumo
- Influencias externas: la presión social por parte de los iguales es el motivo que se cita más comúnmente, junto con sentimientos de temor a la marginación o a la exclusión si no fuman cannabis. El consumo dentro del ámbito familiar (por parte de hermanos mayores o de los padres), se identifica como un factor promotor. En algunos casos, los y las adolescentes revelan que a sus padres no les importa que lo fumen de forma esporádica.
- Incentivos de consumo: las páginas Web y las redes sociales hacen más atractivo el consumo. En este sentido, un factor contribuyente es la publicación de fotografías o vídeos en redes sociales de jóvenes o artistas consumiendo cannabis. En la misma línea, la publicidad referente al cannabis legalizado en estos medios, contribuye a la reducción de la percepción de riesgo.
- Accesibilidad: el consumo de cannabis se vinculó a su disponibilidad, amplia oferta y facilidad de obtención (incluso en los centros educativos). Los autores no identifican una posición común con respecto a la influencia de la legalización del cannabis.
Motivos para no consumir
- Percepción de riesgos: la razón principal para desaprobar el consumo de cannabis son los efectos negativos que tiene sobre la salud, tanto por propia experiencia propia como por la de otras personas, así como la información al respecto que se brinda en clase. Sin embargo, hay una proporción de adolescentes que admiten no recibir información sobre las consecuencias negativas del cannabis en el ámbito escolar.
Efectos percibidos
- Riesgos: en opinión de los y las adolescentes, “el cannabis es menos dañino para la salud que las drogas en general y que el tabaco en particular”. No lo perciben como una droga o como una droga pura, sino que lo consideran más natural y con menos sustancias químicas. Algunos consideran que no crea dependencia y que es fácil de abandonar.
- Con relación a las consecuencias sociales de su consumo, éste se asocia con un deterioro en el rendimiento académico y un impacto negativo en las relaciones familiares, así como con la aparición de problemas legales y situaciones peligrosas ocasionadas por los efectos de la droga (por ej., casos de intimidación personal o incluso un rapto producido como consecuencia del endeudamiento). Es habitual el consumo simultáneo de cannabis y cigarrillos electrónicos para lograr mayores efectos psicoactivos, una situación que genera mayor dificultad entre los/as adolescentes a la hora de dejar uno u otro.
- Beneficios: de acuerdo con los/as adolescentes, consumir cannabis les reporta múltiples beneficios, principalmente, la relajación y reducción del estrés. También mencionan la sensación de placer y de felicidad y la desaparición de preocupaciones y miedos. Este consumo se da con frecuencia en situaciones de ocio nocturno, “que constituye una parte importante de la socialización y la expresión de identidad, y es un facilitador de los lazos de grupo”.
Los efectos del cannabis sobre la salud y la percepción reducida de riesgo se relacionan inversamente con la prevalencia de su consumo en adolescentes
Los resultados de esta revisión evidencian la existencia de numerosos factores que pueden influir en el consumo de cannabis en adolescentes. Se observa que el discurso más común entre la población adolescente es el relativo a los beneficios sociales y emocionales, la presión social y las consecuencias para la salud.
Los y las menores son “altamente influenciable por sus pares, familiares y figuras públicas que representan valores afines”, y esta influencia se percibe mayoritariamente positiva en lugar de negativa.
Recordando el impacto del cannabis en los ámbitos físico, mental y sociales, los autores destacan que las razones más comunes para dejar de consumirlo son la aparición de problemas de salud relacionados con el consumo y la presión social para no consumirlo.
Los efectos sobre la salud y la percepción reducida de riesgo se relacionan inversamente con la prevalencia de su consumo. A este respecto, el último informe de la encuesta ESTUDES (2023), revela un aumento en el porcentaje de jóvenes de 14-18 años que creen que el consumo habitual de cannabis puede provocar problemas de salud y entre aquellos/as que consideran que el consumo esporádico entraña riesgos. Este aumento en la percepción del riesgo coincide con una reducción en la prevalencia del consumo de cannabis en esta población en 2023. Sin embargo, hay todavía cerca de un tercio de estudiantes que creen que el consumo esporádico no tiene efectos sobre la salud.
Por otro lado, la información escolar sobre los efectos físicos y psíquicos se percibe como un posible factor que puede disuadir a los y las jóvenes de consumir cannabis. En este sentido, implementar estrategias escolares orientadas a aumentar la difusión de información sobre los efectos nocivos del cannabis podría ser fundamental para aumentar el conocimiento y la percepción del riesgo de esta sustancia.
La información escolar sobre los efectos nocivos del cannabis e implementar políticas claras en plataformas de redes sociales para restringir su promoción, son medidas clave
Asimismo, puede ser crucial que “las plataformas de redes sociales adopten políticas más claras para restringir la promoción del cannabis y de otras drogas, y así ayudar a reducir la circulación de contenidos erróneos sobre esta sustancia”.
Un factor debatido en los últimos años es la legalización del cannabis, existiendo actualmente cierta controversia con respecto a su liberalización para uso medicinal y recreativo en España por sus posibles implicaciones en el consumo. Los autores recogen los datos del informe World Drug Report publicado en 2022, donde se pone de relieve que las prevalencias de consumo en adolescentes son más elevadas en aquellos lugares de Estados Unidos en los que el consumo de cannabis es legal para uso recreativo, y que esta legalización reduce la percepción de riesgo y de las consecuencias negativas asociadas a su consumo.
No obstante, los resultados obtenidos de las revisiones sistemáticas y otros estudios que han analizado el impacto de la legalización del cannabis son contradictorios sobre si afecta o no a la prevalencia de consumo,
Si bien el estudio presenta determinadas limitaciones que pueden condicionan la extrapolación de sus resultados, sus autores ponen de relieve la oportunidad que suponen estos hallazgos “para las unidades de promoción de la salud enfocadas en las adicciones y para fomentar la investigación sobre los riesgos del consumo de cannabis”, siendo de gran utilidad para el desarrollo de programas de prevención con difusión de información sobre los efectos negativos asociados con el mismo, lo que “puede ayudar a concienciar a la población en general, y en particular a la menor de 19 años”.
Fuente: Rey-Brandariz, J., Teijeiro, A., Pérez-Ríos, M., Candal-Pedreira, C., Fariñas, A. V., Mourino, N., … & Varela-Lema, L. (2024). Percepción del consumo de cannabis en población adolescente: metasíntesis de estudios cualitativos. Gaceta Sanitaria, 102410. DOI: 10.1016/j.gaceta.2024.102410