¿Qué buenas prácticas se deben seguir al realizar una evaluación pericial psicológica para la provisión de apoyos en personas con discapacidad? Esta cuestión es la que aborda la guía editada por la Asociación de Psicología Forense de la Administración de Justicia (APF). que lleva por título: Guía para la evaluación pericial psicológica en los procedimientos de provisión de apoyos para personas con discapacidad.
La guía elaborada por un equipo de psicólogos expertos en el ámbito forense con amplia experiencia: Jose Manuel Muñoz, Amaya Nagore, Pilar de Luis, Laura González y Susana Esteban. Se trata de una continuación del trabajo realizado por la APF en relación con la elaboración de herramientas de trabajo para las evaluaciones periciales psicológicas. El objetivo principal de la guía es facilitar a los profesionales de la Psicología recomendaciones basadas en la evidencia para el diseño y desarrollo del proceso de evaluación pericial psicológica en este campo.
Según se explica en el documento, la Ley 8/2021, de 2 de junio, que reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, tiene como objetivo garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para las personas con discapacidad. Esto implica reconocer su capacidad jurídica y promover la provisión de apoyos necesarios para su pleno ejercicio.
Asimismo, en lo que respecta a la evaluación pericial psicológica, el estándar para cualquier intervención psicológica en el contexto forense debe ser la práctica basada en la evidencia, explican los autores. En este sentido, el papel del psicólogo forense en los procesos civiles de provisión de apoyos se centra en evaluar las áreas psicológicas relevantes para diseñar un perfil individualizado de apoyos que promueva la inclusión plena de las Personas con Discapacidad en su comunidad y mejore su calidad de vida.
Los autores utilizan el modelo MOCA como base empírica para desarrollar la guía. Desde este marco, se sugieren herramientas estandarizadas con propiedades psicométricas adecuadas. A este respecto, la intervención se basa en una evaluación multicomponente (multimétodo y multifuente) para obtener datos sólidos a través de la validación cruzada.
La guía ofrece recomendaciones en torno a las siguientes áreas:
- La conducta autodeterminada.
- La evaluación de la discapacidad intelectual y el estado psicológico.
- La evaluación de la dimensional de la personalidad.
- La evaluación de la neurocognición y la cognición social.
- La conducta adaptativa.
- El perfil individualizado de apoyos.
La publicación se acompaña de un anexo como un modelo de estructura del informe pericial psicológico para estos casos.
En definitiva, se trata de una herramienta de referencia para los profesionales de la psicología en este campo.