Debido a la variedad de síntomas, los niños y niñas con trastorno del espectro del autismo (TEA) precisan de un tratamiento personalizado. En este sentido, resulta clave una adecuada evaluación de las necesidades de estos menores.
A este respecto, los expertos señalan que la evaluación integral del TEA debe tener como objetivo establecer objetivos de intervención adecuados y personalizar el tratamiento para brindar una atención centrada en el paciente y la familia. Así, la evaluación de necesidades es importante como parte del proceso de evaluación diagnóstica y de la planificación del tratamiento. Esta evaluación es clave para determinar el apoyo y los recursos necesarios para que la persona alcance su máximo potencial. En algunos países, se recomienda realizar una evaluación integral de las necesidades como primer paso antes de la evaluación diagnóstica. Además, es importante evaluar los resultados del proceso de tratamiento.
Con el objetivo de proporcionar a los profesionales recomendaciones para el establecimiento de una adecuada evaluación integral, un grupo de expertos ha publicado una guía en la revista Assessment.
Según la guía, existen instrumentos validados en esta dirección, tales como la lista de verificación del plan de trabajo Early Start Denver Model (ESDM). Este instrumento evalúa habilidades sociales y preverbales específicas relacionadas con el desarrollo de la comunicación en personas con TEA, y puede utilizarse para establecer objetivos de tratamiento personalizados y realizar un seguimiento del progreso de la intervención.
Además, de la evaluación de este tipo de necesidades, los expertos recuerdan la necesidad de evaluar los problemas que, a menudo, concurren con el autismo. En este sentido, las personas con TEA a menudo tienen problemas adicionales, como trastornos de ansiedad, TDAH y depresión. Según se explica en el texto, esto complica la evaluación del TEA debido a la superposición de síntomas. Así, la evaluación precisa de estas cuestiones es crucial para planificar tratamientos personalizados. Sin embargo, algunas herramientas de evaluación habitualmente utilizadas en población general, pueden no ser igualmente precisas en personas con TEA. Por lo tanto, se requiere precaución al interpretar los resultados de estas otras pruebas diagnósticas y considerar el contexto individual, señalan los expertos.
Según indican los autores, al hacer diagnósticos diferenciales entre TEA y otros problemas de salud mental, y al considerar diagnósticos comórbidos, es importante evaluar la trayectoria del desarrollo de los síntomas (inicio, duración, curso). Las condiciones concurrentes deben considerarse cuando hay síntomas presentes que no se explican por el autismo, cuando hay cambios en el funcionamiento desde la línea de base, o cuando el individuo no está respondiendo a las intervenciones.
Más allá, los expertos señalan que es crucial cerrar la brecha entre los signos tempranos del TEA y su evaluación y diagnóstico para mejorar los resultados a corto y largo plazo de las personas con TEA. Asimismo, señalan que, aunque la telesalud es un recurso de interés para facilitar la evaluación en estos casos, se necesita más investigación para evaluar la fiabilidad y validez de los instrumentos de evaluación remota y su aceptabilidad, viabilidad y accesibilidad. Otro aspecto que requiere una mayor investigación es el desarrollo de evaluaciones culturalmente sensibles, según los expertos. A este respecto, la participación de todas las partes interesadas, incluyendo cuidadores, adultos autistas y proveedores, es fundamental, especialmente en grupos minoritarios.
Fuente:
Yu, Y., Ozonoff, S., & Miller, M. (2023). Assessment of Autism Spectrum Disorder. Assessment, 0(0). https://doi.org/10.1177/10731911231173089