ESTUDIANDO LA EFICACIA DE LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA PARA REDUCIR LA APNEA DEL SUEÑO
27 Jul 2006

Tal y como informaba la página Andalucía Investiga recientemente, el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) se caracteriza por la presencia de obstrucciones parciales (hipoapneas) o totales (apneas) de la vía aérea superior durante el sueño.

Los principales síntomas nocturnos son ronquidos, actividad motora anormal durante el sueño, episodios de asfixia, sudoración, episodios de taquicardia, que pueden llegar hasta muerte súbita por infarto de miocardio, fragmentación del sueño y alteraciones en la arquitectura del sueño. Durante el día pueden observarse una excesiva somnolencia diurna, problemas cognitivos, cambios en la personalidad y el humor, problemas sexuales, cefaleas e incluso pérdida de audición.

 

En la actualidad, indica esta publicación digital, el tratamiento de elección en el SAOS es la CPAP, una mascarilla que se coloca en la nariz mientras se duerme, y que está dotada de un compresor que envía aire a una presión algo superior a la normal.

Numerosos estudios muestran que este tratamiento mejora las apneas y la sintomatología propia del síndrome. No obstante, y según los expertos, el tratamiento con CPAP es crónico, meramente paliativo, y una vez eliminado, el índice de recaída representa el 100% de los casos. A esto se añade que hay pacientes que no pueden utilizarlo, ya que refieren sensación de agobio y no consiguen conciliar o mantener el sueño.

 

El grupo de investigación de la Universidad de Granada, informaba a Andalucía Investiga de que, desde un punto de vista psicológico, existen algunas intervenciones, vinculadas a cambios en el estilo de vida de estos pacientes, que podrían contribuir en la mejora de su problema, aunque, según ellos mismos indicaban, todavía hay que continuar investigando.

El proyecto que están desarrollando persigue como objetivo elaborar un tratamiento psicológico para la apnea que incluya diferentes módulos, como la instauración de una dieta equilibrada, ausencia o reducción del consumo de tabaco y de la ingesta de alcohol, higiene del sueño e incremento del ejercicio físico.

Así, el responsable del proyecto afirmaba al diario digital «se pretende evaluar la eficacia diferencial entre el tratamiento con CPAP y el tratamiento combinado de CPAP e intervención psicológica a la hora de disminuir la apnea y mejorar la activación diurna y la calidad de vida de estos pacientes, tanto a corto, como a medio y largo plazo«. Una vez se conozca la eficacia del tratamiento propuesto, la idea final es elaborar un manual protocolizado de tratamiento psicológico en pacientes con apnea que recoja en detalle la intervención psicológica realizada en este estudio.


Para llevar a cabo el estudio, el grupo de científicos granadinos utilizará una muestra de entre 120 y 150 pacientes varones voluntarios (de 18 a 65 años), diagnosticados de SAOS tras una noche de evaluación en una Unidad de Sueño. Estos sujetos serán distribuidos en grupos experimentales y de control en función de la gravedad del síndrome de apnea obstructiva del sueño y la circunstancia de que estén sometidos o no al tratamiento con CPAP.

Esperan que los resultados apoyen la hipótesis de que el tratamiento psicológico combinado con CPAP es más eficaz que el tratamiento con CPAP exclusivamente en pacientes con SAOS moderado y severo, y mantiene sus efectos beneficiosos a medio y largo plazo una vez retirado. En los casos de síndrome de apnea obstructiva del sueño leve, el tratamiento psicológico sólo puede ser la mejor opción. Aseguran los investigadores que, «este tratamiento psicológico puede ser, además, un tratamiento preventivo eficaz que impida, dificulte, o retarde el avance de una apnea leve a una apnea moderada o severa«. 

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