¿Qué estrategias son más eficaces para la prevención del acoso escolar? En vez de implementar programas aislados de prevención del acoso escolar, se debe adoptar un enfoque integral dentro de la escuela para combatir las conductas de acoso. Este enfoque, centrado en un marco socio-ecológico, es que el que cuenta con mayor respaldo científico. Así lo afirma la National Association of School Psychologist (NASP) en una publicación en la que proporciona recomendaciones a los centros educativos.
La prevención del acoso escolar desde los centros educativos es crucial para garantizar el bienestar emocional de los estudiantes, promover su éxito académico, desarrollar habilidades sociales, crear un clima escolar positivo y fomentar valores fundamentales. En definitiva, la prevención del acoso escolar ayuda a crear un entorno seguro y positivo en el que los estudiantes se sienten protegidos y pueden concentrarse en su aprendizaje.
Según la NASP, las escuelas deben ir más allá de abordar el comportamiento discriminatorio específico. A este respecto, deben, además, adoptar las medidas adecuadas para evitar que el acoso se repita y eliminar el ambiente hostil en el centro escolar. Es una responsabilidad compartida del profesorado, padres, madres y toda la comunidad educativa trabajar juntos para prevenir y abordar el acoso escolar de manera efectiva.
En la publicación, los expertos señalan que las revisiones sistemáticas sobre la eficacia de los programas de prevención del acoso escolar muestran resultados contradictorios, incluso dañinos en algunos casos. Por este motivo, en lugar de centrarse en aplicar un «programa» de prevención, las escuelas deben abordar la prevención del acoso escolar de manera integral dentro de un marco socio-ecológico, explica la NASP.
¿Qué componentes debe considerar este marco de actuación integral? De acuerdo con la revisión de la literatura científica, una prevención eficaz del acoso escolar debe contar con los siguientes componentes:
- Educar sistemáticamente en el comportamiento respetuoso, desde las primeras etapas educativas y a lo largo de todo el ciclo educativo. En esta línea, los programas de apoyo conductual positivo y el aprendizaje socioemocional permiten enseñar y reforzar habilidades sociales, emocionales y conductuales, así como prevenir el acoso.
- Elaborar, aplicar y hacer cumplir políticas contra el acoso escolar. Las políticas educativas integrales que definen y prohíben el acoso, y especifican los procesos para abordar el acoso y cambiar el comportamiento son importantes para crear un clima escolar seguro y respetuoso.
- Reconocer el acoso como un problema de salud mental y de relación. Tanto los agresores como las víctimas de acoso tienen más probabilidades de sufrir depresión, ansiedad, ideación suicida y problemas escolares, lo que repercute en un bajo rendimiento académico. El acoso también es incompatible con las relaciones saludables. Por lo tanto, abordar el acoso con éxito requiere prestar atención a los problemas de salud mental y de relación entre iguales.
- Utilizar un enfoque integral. Esto incluye facilitar el acceso a los servicios de salud mental para los jóvenes que sufren depresión y ansiedad. Asimismo, es necesario implementar intervenciones basadas en la evidencia que mejoren el clima escolar y proporcionen apoyo a las víctimas, acosadores y a las familias.
- Enseñar el uso responsable de la tecnología. Las características del ciberacoso, como su anonimato, amplio alcance (incluyendo 24 horas al día, 7 días a la semana), y la participación de los jóvenes como autores y víctimas pueden hacer que sea especialmente difícil de abordar. Por lo tanto, se recomienda enseñar a los alumnos una comunicación online responsable y respetuosa.
- Abordar las necesidades de los jóvenes de grupos más vulnerables (por ejemplo, jóvenes LGTBQ, estudiantes con discapacidades, etc.). El acoso implica un desequilibrio de poder, y los jóvenes que son percibidos como diferentes corren un mayor riesgo de ser marginados y acosados. Ofrecer diversas oportunidades de participación y apoyo a estos jóvenes de grupos vulnerables es útil para crear un clima escolar inclusivo y respetuoso.
- Enseñar a los espectadores o testigos del acoso opciones para proporcionar ayuda a las víctimas. La sensibilización y la enseñanza de habilidades explícitas deben formar parte de los esfuerzos integrales para prevenir el acoso. Así, por ejemplo, se puede enseñar cómo informar a un adulto, intervenir directamente si es seguro hacerlo, consolar o entablar amistad con la víctima.